En las horas que han seguido al ataque en el Palacio Municipal de Guaymas, Sonora, que dejó tres muertos —entre ellos una joven de 18 años— las autoridades han optado por la cautela y lo han atribuido a la delincuencia organizada. La sombra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sin embargo, planea sobre la escena del crimen.
Este viernes, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, informó durante la conferencia mañanera de AMLO, que los sicarios iban tras el titular de Seguridad Pública del municipio, Andrés Humberto Cano Ahuir. “Iban (los gatilleros) sobre el capitán, el secretario de Seguridad. No fue un ataque directo a la alcaldesa”.
La presidenta municipal, Karla Córdova se encontraba junto a Cano Ahuir. Ambos arribaron a la presidencia municipal en una camioneta, descendieron y dirigieron algunas palabras al colectivo de feministas que se encontraba en una manifestación pacifista por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Mientras platicaban, sicarios armados llegaron y dispararon contra la multitud. En el tiroteo fue asesinado un escolta del secretario de Seguridad, un sicario y Marisol Cuadras, una joven que se manifestaba contra la violencia que sufren las mujeres mexicanas. Además resultó herido un miembro del equipo de prensa del Ayuntamiento. Ojeda detalló que el gatillero abatido contaba con diversas órdenes de aprehensión y Marisol, de 18 años, era hija de un miembro de la Marina Armada de México.
Los hechos ocurrieron sobre las 18:40 horas del jueves. La Fiscalía informó que los gatilleros llevaban armas largas de uso exclusivo del Ejército y explosivos. En el ataque resultaron ilesos Cano Ahuir y la alcaldesa.
El conflicto entre la organización criminal y las autoridades municipales es un secreto a voces. Guaymas, 156,863 habitantes, se ha convertido en el refugio de narcotraficantes prominentes, principalmente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuyo jefe de plaza es identificado como Francisco Javier Espinoza Camacho, alias Fino y/o Picipi .
El Fino opera la región del Valle de Guaymas y Empalme junto a un sujeto identificado como Tony Navidad, quien a su vez es primo hermano de Sajid Quintero Navidad alias el Cadete —primo de Rafael Caro Quintero, el Jefe de Jefes.
El poder del cártel de Nemesio Osguera Cervantes, el Mencho se hizo fuerte en el estado de Sonora tras una supuesta alianza con Caro Quintero, quien tras su salida de la cárcel, en 2013, formó su propio séquito de sicarios bajo el nombre Cártel de Caborca.
La supuesta unión sería manejada de manera que los jalicienses proporcionarían armas, sicarios, dinero y vehículos a Caro Quintero a cambio de que este garantice el paso libre a la frontera y protección para la organización.
Tanto el Jefe de jefes como el Mencho se encuentra entre los 10 objetivos más importantes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la DEA ofrece una recompensa millonaria por información que lleve a su captura.
Recientemente el cártel de las cuatro letras se ha lanzado por el control del norte del país, lo que ha disparado la violencia con el Cártel de Sinaloa, que durante mucho tiempo dominó aquella zona de México.
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