Al conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México hizo un llamado a realizar verdaderos cambios para prevenir y eliminar toda forma de violencia en su contra.
El organismo internacional señaló que la violencia contra las mujeres, las adolescentes y las niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más graves, extendidas, arraigadas y toleradas en el mundo.
Destacó que se manifiesta de múltiples formas y en diversos ámbitos –públicos, privados e incluye los espacios digitales- y trasciende todas las fronteras.
De acuerdo con sus datos, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia en algún momento de su vida a nivel mundial, mientras que en México, dos de cada tres. Sin embargo, esta situación se ha visto incrementada por la pandemia.
“Como hemos visto durante la pandemia por COVID-19, en algunos países el número de llamadas a las líneas telefónicas de asistencia se quintuplicó como consecuencia del incremento de la violencia por parte de su pareja, y México no fue la excepción: según datos oficiales (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), tan solo en el primer mes de decretarse la emergencia sanitaria, el 911 recibió aproximadamente 155 llamadas por hora debido a situaciones de violencia contra las mujeres, representando un aumento de 22.3% respecto a febrero de 2020″, destacó a través de un comunicado.
Enfatizó que la pandemia ha impactado enormemente la vida de niñas, adolescentes y mujeres “ha incrementado los factores de riesgo ante la violencia, ha obstaculizado el ejercicio de sus derechos humanos, así como el acceso a servicios integrales de salud; ha generado la pérdida de millones de empleos e inestabilidad económica; ha evidenciado la crisis global de los cuidados, y ha mostrado el impacto de una emergencia climática acelerada”, destacó al tiempo que enfatizó que esta situación amenaza con borrar décadas de progreso para mujeres y niñas.
La Organización de las Naciones Unidas destacó que el origen de la violencia es la discriminación y la desigualdad por razones de género, lo que afecta en mayor medida a grupos históricamente vulnerables o en situación de marginación, como pueden ser las mujeres y las niñas de minorías étnicas o de comunidades indígenas, migrantes, refugiadas, desplazadas o solicitantes de asilo, mujeres rurales, adultas mayores, con discapacidad, de la diversidad sexual, mujeres sin hogar y/o víctimas de trata de personas o de comercio ilícito de órganos, entre otras.
Reconoció que aunque el gobierno mexicano ha emprendido esfuerzos en la prevención y eliminación de la violencia “aún falta mucho por hacer” ya que enfatizó, debe ser tratada como la emergencia que es, a través de “recursos, leyes y voluntad política”.
“Es indispensable que las mujeres, las adolescentes y las niñas estén en el centro de todas las medidas que se emprendan, incluyendo su participación en espacios de toma de decisión; es urgente garantizar su derecho de acceder a la justicia, así como involucrar a hombres como agentes de cambio para influenciar el comportamiento de otros hombres y contribuir significativamente a la eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres, adolescentes y niñas”, destacó.
“Desde Naciones Unidas hacemos un llamado urgente para que todos los sectores alcemos la voz y emprendamos acciones sin precedentes para poner fin a todas las formas de violencia contra mujeres, adolescentes y niñas. Asumamos en conjunto esta responsabilidad desde los organismos internacionales, las instituciones del Estado, la sociedad civil, los centros educativos, el sector privado, los medios de comunicación, y ¡Hagámoslo YA!”, enfatizó la oficina de la ONU México.
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