“Honorables ministros: justicia pronta y expedita”, gritaban una y otra vez afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo Cuevas, los tres hijos de Alejandra Cuevas (68 años, Ciudad de México), quien se encuentra presa desde hace más de un año acusada del homicidio del hermano del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero. Su defensa y los primeros jueces que decidieron sobre la denuncia establecieron una serie de incongruencias en los alegatos en su contra. Su caso fue la atraído por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por orden del mismo fiscal mexicano. La familia de la acusada se plantó este miércoles frente a la Corte para exigir que se dé seguimiento al caso de la detenida, del que hasta ahora no saben nada más.
“Ahora lo que estamos esperando es que designen quién va a ser el ministro ponente, pero a la fecha no sabemos, y por eso estamos aquí, para pedirle a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que finalmente resuelvan este caso que lo tienen en las manos”, dijo a Infobae Alonso Castillo, uno de los hijos de Alejandra Cuevas.
En un gesto simbólico, los tres hijos de Alejandra se encadenaron en la entrada de la SCJN, “así nos sentimos desde que encarcelaron a mi madre”, gritaba uno de ellos “así nos sentimos, encadenados”.
404 días de encarcelamiento
“Venimos a pedirle a los ministros, y al ministro presidente, que por favor turnen el expediente ya al ministro que va a ser el que va a estudiar el caso para que nos den pronto una respuesta”, dijo Gonzalo, otro de los hijos de Alejandra Cuevas, “necesitamos justicia pronta y expedita, son ya 404 días de encarcelamiento ilegal de mi madre... apelamos a la imparcialidad, apelamos a la objetividad, a la excelencia de la Suprema Corte para que por fin de una vez por todas cesen esta persecución”.
El pasado 11 de noviembre, tres magistrados iban a pronunciar el veredicto sobre su caso, mismo que tenía altas posibilidades de significar la liberación de la acusada. Pero la noche del lunes 9, las cosas cambiaron: el Consejo de la Judicatura Federal notificó a la familia de Alejandra que, por instrucción del fiscal mexicano, su caso fue remitido a la Corte para que ahí sea resuelto.
Alonso Castillo comentó entonces a Infobae que la razón que le dieron es que el fiscal “Alejandro Gertz Manero solicitó la facultad de atracción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que dilatará más tiempo el proceso de mi madre en la cárcel, arriesgando su vida, al igual que la de toda mi familia”.
La misma Alejandra ya ha enviado también un mensaje al ministro Zaldívar en el que señala que ha vivido en carne propia la extinción de las leyes y del derecho”, “ya que no solo fue el fiscal General de la República quien ha cometido delitos en mi contra, sino también policías, ministerios públicos, quienes le mintieron a los jueces para lograr resoluciones fraudulentas”, rogando a la Corte “que terminen con esta atrocidad jurídica, ética y moral”.
Desde finales de octubre de 2020, Alejandra Cuevas se encuentra encerrada en el penal de Santa Martha Acatitla acusada de homicidio por omisión de cuidados de Federico Gertz, pareja sentimental de su madre Laura Morán, quien tiene 94 años de edad. Fue sentenciada con un auto de formal prisión, mismo que la Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México confirmó el pasado mes de febrero. Los argumentos con los que se emitió dicha sentencia referían a Alejandra como garante de Federico, es decir, quien estaba a cargo de sus cuidados. Pero la única que desempeñaba ese rol era su madre, Laura.
Así lo consideró ahora la Juez Quinto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, Patricia Díez, señalando que los argumentos de la Cuarta Sala para considerar a Alejandra Cuevas garante de Federico Gertz Manero, fueron incongruentes con los testimonios y elementos prueba que se presentaron ante la justicia. Entonces le otorgó casi a mediados del pasado septiembre un amparo que dejaba sin efecto la orden de aprehensión en contra de ella y de su madre. Sin embargo, a finales de septiembre, la Fiscalía General de la República (FGR), dirigida por Alejandro Gertz Manero, impugnó el recurso.
Y ese era el amparo sobre el cual Juan José Olvera López, Horacio Armando Hernández Orozco y Francisco Javier Sarabia Ascencio, magistrados del Primer Tribunal Colegiado de Materia Penal del Primer Circuito de la Ciudad de México, deliberarían el 11 de noviembre, mismo que fue atraído por la SCJN.
La defensa de Alejandra Cuevas reclamó que ese cambio de rumbo en el caso era improcedente, señalando que Alejandro Gertz Manero es la parte acusatoria como figura personal, es decir, sin el carácter de fiscal. Además el amparo que le fue otorgado a la acusada es del tipo indirecto. Y por último, indican, al ser una situación de carácter particular, no tiene la trascendencia como para ser tratado en la Corte.
El hermano del fiscal mexicano murió en septiembre de 2015. La autopsia señaló prácticamente el deterioro de su salud como la causa del deceso. Pero Alejandro Gertz Manero acusó a Laura Morán –pareja por casi cinco décadas de su hermano y en ese momento de 88 años de edad– y a su hija Alejandra de homicidio por omisión de cuidados a Federico.
La denuncia fue archivada dos veces por la justicia de la Ciudad de México. En ambas ocasiones se concluyó que no había elementos que evidenciaran las responsabilidad de Laura Morán y Alejandra Cuevas en la muerte de Federico. Pero en 2020, luego de que Alejandro Gertz Manero fuera designado a cargo de la Fiscalía General de la República, el caso dio un giro radical: la demanda procedió y se retomó la acusación. El 25 de septiembre se ejerció acción penal y el 2 de octubre se libró la orden de aprehensión en contra de ambas señaladas. El 16 de octubre de 2020 Alejandra Cuevas fue detenida.
Prácticamente, Alejandra es culpada de no haber asistido a Federico Gertz Manero mientras su estado de salud empeoraba. No obstante, para que una persona sea considerada culpable por homicidio por omisión, tiene que quedar comprobado que era garante de la víctima, es decir, quien estaba a cargo de sus cuidados. En este caso, ese rol solo lo desempeñaba Laura Morán quien, dentro de sus posibilidades y asistida por el personal de salud que tenía contratado, llevaba a Federico a consultas y le compraba los medicamentos que le recetaban, según consta en las declaraciones de ella y de los testigos.
Es importante señalar que, para que la persona garante pueda ser acusada, se debe tomar en cuenta la posibilidad de salvamento. Eso se refiere a la posibilidad física para actuar en el momento del peligro. Laura Morán tenía 88 años de edad en ese entonces.
La jueza federal Patricia Marcela Diez, quien le otorgó el amparo a Alejandra, consideró que la acusación en su contra está plagada de incongruencias, señalando que no hay elementos que la identifiquen como la garante del fallecido Federico; hay pruebas de que, por el contrario, sí le brindaron los cuidados que ameritaba; solo se tomaron en cuenta los alegatos de la parte acusatoria para la sentencia, ignorando los intentos de la defensa por presentar sus pruebas contradictorias.
La SCJN señaló que una vez que el ministro presidente, Arturo Zaldívar, hizo suya la petición de atracción referida, se sometió a la consideración de los demás ministros integrantes del Tribunal Pleno quienes aceptaron atraer el caso para revisar los amparos en de la acusada.
Una misión de vida
En tanto, los hijos de Alejandra Cuevas buscan que la causa de su madre trascienda. Están convencidos de su próxima liberación, pero no quieren dejar su cruzada ahí, sino ayudar a más personas para que casos como el que vive su familia no se repitan.
A través de una fundación que establecerán como sociedad civil con el nombre “Libertad para Alejandra”, buscarán “ayudar a las personas que estén en la cárcel sin el debido proceso, con un equipo de abogados que estudien cada uno de los expedientes”, explicó Ana Paula Castillo, hija de Alejandra Cuevas, “nosotros debemos ver esto como una misión de vida; transformar el sufrimiento en algo bueno, en algo que ayude”.
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