Uno de los principales requisitos que las instituciones financieras piden a la hora de atender una solicitud de crédito es un historial crediticio limpio y un buen puntaje en el Buró de Crédito, pues de esta manera el banco mide los riesgos que toma al proporcionar dinero a una persona.
Asimismo, la consulta en el buró de crédito sirve para conocer la capacidad de pago del solicitante, por lo que es uno de los datos que se utilizan para calcular el monto máximo que el banco podrá prestar.
Quienes cuentan con un mal historial crediticio o aún no resuelven deudas anteriores se enfrentan con el obstáculo de no poder solicitar un nuevo financiamiento debido a que el buró de crédito notifica a los bancos y prestadores que el préstamo es riesgoso, pero existen otras opciones que no solicitan este requisito.
Una de estas opciones es el préstamo de nómina, el cual toma como garantía los depósitos que la cuenta de débito percibe cada semana, quincena o mes al recibir el pago del salario de su titular, por lo que el monto solicitado será descontado automáticamente cada que se reciba un abono de este tipo.
Además de tomar en cuenta el salario mensual, también existen otros requisitos con los cuales los bancos calculan el monto que se prestará, entre ellos se encuentra la antigüedad del trabajador en su lugar de empleo y el puesto del solicitante.
Los plazos para liquidar el préstamo de nómina van desde los 6 meses hasta los 5 años, tiempo en el cual también se deberá pagar una cuota de interés. Lo ideal es que el monto a pagar no rebase la tercera parte de los ingresos del solicitante, pues se reduce la capacidad de pago, lo cual dificultará saldar el crédito.
El tiempo que la deuda una persona permanece en el Buró de Crédito corresponde al monto del préstamo que se recibió, pues las deudas de hasta 150 pesos se eliminan después de un año, las que van del rango de 100 a 3 mil 150 pesos se borrarán en dos años, mientras de máximo 6 mil 300 pesos quedarán anuladas en cuatro años.
Deudas de menos de 2 millones y medio de pesos y que no estén en proceso judicial se borrarán en 6 años si no se incurrió en ningún delito durante el trámite o empleo del financiamiento, mientras que los adeudos mayores a 8 millones de pesos no se borrarán del historial.
Cuando una persona deja de abonar a su deuda, además de generar intereses, comenzará a aparecer en el Buró de Crédito con un mal historial de 15 a 30 días después de la fecha de pago incumplida, por lo que en menos de un mes ya tendrá un mal historial crediticio.
A pesar de que las penalizaciones comenzarán a aparecer al mes de no pagar, también se tomará en cuenta en el historial el plazo en el cual se saldó la deuda, por lo que si se paga dos meses después de la fecha de pago, se tendrán menos repercusiones que si se atiende la deuda seis meses después.
El historial crediticio se puede consultar desde una aplicación para teléfono móvil llamada “Buró de Crédito”, en la cual se podrá solicitar un reporte personalizado de comportamiento crediticio cada cierto tiempo.
Este trámite también se puede realizar por internet proporcionando datos personales en la página oficial del Buró de Crédito, en la cual también se podrá conocer el Score de Crédito, un número con el cual se mide con facilidad la calificación que cada persona recibe con respecto a sus deudas.
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