El narco está expulsando al pueblo purepecha de su lugar de origen: Michoacán. Este martes, en uno de los tantos golpes a la comunidad indígena, se anunció el hallazgo de cinco cuerpos que se localizaban en un predio cerril ubicado en Huecato, en el municipio de Chilchota.
Los cadáveres han sido localizados en cuatro fosas clandestinas, informó la Fiscalía General del Estado. Mientras un grupo de agentes realizaba labores de vigilancia, se percató de un olor fétido por lo que decidieron indagar la zona. En el sitio hallaron ropa y restos humanos, por lo que confirmaron que se trataba de estos depósitos ilegales.
“Luego de actuaciones periciales, los restos óseos fueron llevados al Servicio Médico Forense donde serán sometidos a estudios de Antropología y Genética para determinar su origen”, indicó la FGE.
El municipio de Chilchota está situado en la Meseta Purépecha y es considerado tierra indígena. Hace años, esta comunidad vivió las amenazas del crimen organizado tras la llegada del grupo criminal los Caballeros Templarios. Los sicarios invadieron los territorios indígenas y arrinconaron a sus pobladores. Víctimas ancestrales del abandono y la discriminación de las autoridades, los habitantes se enfrentaron a los criminales, dando origen a la policía comunitaria.
Michoacán, por donde corren importantes rutas del narcotráfico, se ha erigido como una de las entidades más violentas de México por la disputa entre Cárteles Unidos y el sanguinario Jalisco Nueva Generación.
La semana pasada, este último grupo se vio involucrado en diversos enfrentamientos, el primero de ellos en el poblado de Villa Victoria, en Chinicuila, Michoacán, donde un comando disparó contra viviendas y vehículos.
Poco después, en la comunidad de Taixtan, en el municipio de Tepalcatepec, seis militares fueron heridos tras un enfrentamiento con sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación. La violencia mantuvo así cercada a la región y su área limítrofe con Jalisco. El gobernador de la entidad, Alfredo Ramírez Bedolla cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado incapaz de hacer frente a la guerra.
Los militares heridos, según los hechos, fueron trasladados gravemente heridos a un hospital. El choque se extendió a la localidad localidad de Plaza Vieja. Ese fue el tercer ataque múltiple registrado en Michoacán esta semana. No hay detenidos y no existen avances de los atentados.
La violencia del narco no tiene freno en Michoacán, donde desde dos años el fuego cruzado entre los cárteles Unidos y Jalisco Nueva Generación (CJNG) golpea a siete municipios que componen la región de Tierra Caliente.
Las autoridades estatales aseguran que los episodios de violencia son parte de la macabra estrategia conocida como “calentar la plaza”. Según la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, un comando del grupo criminal Cárteles Unidos —un conglomerado de células delictivas de Michoacán como Los Viagras, los Caballeros Templarios, Los Blancos de Troya y los Botos— se desplegó en el municipio de Buenavista, donde el CJNG mantiene sus bases de operaciones.
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