La escasez global de semiconductores está afectando duramente a los trabajadores automotrices de México, debido a que los empleadores se han visto obligados a recortar la producción, reducir turnos y horas de trabajo e incluso a eliminar empleos por la disrupción en la cadena de suministro.
El dolor es agudo en el central estado Aguascalientes, uno de los principales centros automotrices del país, y su capital homónima, donde la crisis de la falta de chips ha obligado a cierres continuos en empleadores grandes y pequeños.
Los cierres temporales se han traducido en salarios perdidos para decenas de miles de empleados aquí y en todo México debido a licencias y despidos, según entrevistas con trabajadores, líderes sindicales y ejecutivos de la industria.
Cuitláhuac Pérez es director general de la firma de autopartes Maindsteel, con sede en Aguascalientes, y director de uno de los clústeres automotrices de la entidad, que promueve la industria.
El directivo dijo que su empresa y otros proveedores de Aguascalientes han estado suspendiendo las operaciones en un promedio de siete a ocho días por mes, ya que los fabricantes de automóviles y otras compañías de repuestos de más arriba en la cadena de proveeduría detienen la producción.
Pérez estima que alrededor de uno de cada cinco trabajadores automotrices locales han perdido su empleo, y el resto ha experimentado considerables recortes salariales desde que se agudizó la escasez de chips hace unos siete u ocho meses. Por contrato, muchos trabajadores inactivos aquí reciben solo la mitad de sus salarios.
“Estamos hablando que la afectación es directa a sus familias”, dijo Pérez.
Los semiconductores son un componente indispensable para los fabricantes de automóviles del mundo, ya que los necesitan para una amplia variedad de sistemas en el vehículo, como seguridad, navegación y entretenimiento.
Los brotes de COVID-19 en lejanos centros fabricantes de semiconductores de Asia han ralentizado su producción. Las consecuencias se han extendido por todo el mundo, y los armadores de automóviles no pueden mantener la fabricación al ritmo de la demanda de vehículos nuevos.
En México, las multinacionales afectadas incluyen a Nissan Motor, el segundo mayor productor automotriz del país. La firma japonesa produce March, Versa y Kicks en la planta de Aguascalientes 1, así como motores en el mismo complejo, en las instalaciones de Powertrain y en Aguascalientes 2 produce el Sentra.
La firma ha hecho al menos cinco cierres temporales en sus instalaciones mexicanas este año debido a problemas de chips, informó Reuters.
El último se produjo a principios de este mes, dijo la compañía, con paros que van de cinco a siete días en sus plantas de Aguascalientes y un cierre de ocho días en su fábrica CIVAC en el central estado Morelos, que fabrica el sedán Versa V-Drive y dos camionetas: la NP300 y la Frontier.
La escasez de chips también ha afectado a una planta de ensamblaje de Aguascalientes que operan conjuntamente Daimler AG y Renault-Nissan. La llamada planta COMPAS, que produce la SUV GLB de Mercedes-Benz, ha experimentado “reducciones de turno o interrupciones en la producción”, dijo un portavoz de Mercedes-Benz en comentarios enviados por correo electrónico.
Los estragos por la crisis de semiconductores están pesando sobre la economía de México. La producción de automóviles cayó un 20% a 3.04 millones de vehículos el año pasado, y se prevé que caiga hasta otro 5% en 2021, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
El sector automotor manufacturero, que emplea a unos 946,000 trabajadores en la actualidad, ha perdido al menos 16,000 puestos de trabajo en la industria automotriz desde fines de 2019, según muestran los datos de la AMIA.
Banco de México proyectó a fines de agosto que los paros en las labores automotrices como resultado de la escasez de chips podrían costar a México hasta 1 punto porcentual del crecimiento previsto del Producto Interno Bruto (PIB) para el cierre de 2021.
Los datos preliminares del PIB del tercer trimestre mostraron que la economía se contrajo entre julio y septiembre, el primer trimestre caída desde que comenzó la recuperación de la pandemia, en parte por problemas en el sector.
La unidad mexicana de la empresa china Minth Group, cuya planta de Aguascalientes suministra repuestos a los fabricantes de automóviles en toda Norteamérica, se encuentra entre las compañías que recortan las horas de trabajo y reducen las posiciones.
La compañía despidió a cerca del 20% de su fuerza laboral este año, según Manuel Ando, director de administración e infraestructura de Minth México, que tiene su planta de Aguascalientes. Eso se suma a los recortes anteriores, con una plantilla que ahora es de 1,300 personas, frente a las 2,700 antes de la pandemia de COVID-19, dijo.
Ando relató que la situación fue provocada por una gran cantidad de factores, incluidos la escasez en el suministro de chips, los contratiempos en la cadena logística global y una desaceleración de la producción por parte de sus clientes estadounidenses, muchos de los cuales están lidiando con la falta de trabajadores.
“Como ellos están parados, pues nos detienen a nosotros”, dijo Ando.
Dalila Gómez, que inspecciona repuestos para Minth, se considera afortunada de tener un trabajo. Pero las horas reducidas la han hecho apretarse el cinturón.
Gómez dijo que cuando se detiene la producción, ella recibe solo el 50% de su cheque de pago semanal promedio, que es de alrededor de USD 60. La madre de tres hijos dijo que ha recortado una serie de gastos domésticos, incluidos refrescos en el almuerzo y servicio de Internet en el hogar.
“Es triste, triste porque hay muchas personas. Yo me cuento entre ellas, con familia, que a veces son mamás solteras que tienen que mantener (familiares), que tienen que pagar renta”, dijo Gómez. “Yo creo que esto es general”.
“LA PEOR PARTE ESTÁ POR VENIR”
El sector automotor mexicano no está sufriendo de forma aislada.
Alemania, la potencia automotriz, está luchando por aumentar la producción y la situación está obstaculizando su recuperación económica. Los fabricantes de automóviles de Japón también se han visto obligados a recortar la producción.
Un grupo bipartidista de gobernadores estadounidenses advirtió recientemente que, debido a la escasez de chips, los fabricantes de automóviles en América del Norte perdieron aproximadamente 2.2 millones de vehículos en 2021 y 575,000 empleos de la industria se han visto afectados.
Es probable que la contracción en la oferta de semiconductores continúe al menos durante la primera mitad de 2022, según un pronóstico reciente de la agencia calificadora Fitch.
Algunos actores de la industria ven señales tentativas de que la situación se está estabilizando.
General Motors Co, con sede en Detroit, el mayor fabricante de automóviles de México, dijo a Reuters este mes que está experimentando un mejor flujo de semiconductores. La primera semana de noviembre fue la primera vez desde febrero que ninguna de sus plantas de ensamblaje de América del Norte había estado inactiva por falta de chips, según la automotriz.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Co, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, dijo este mes que construiría una planta de semiconductores de USD 7,000 millones en Japón con Sony Group, para ayudar a aliviar la escasez.
Los fabricantes de teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, electrodomésticos de consumo y videojuegos también han sido afectados.
En septiembre, Estados Unidos y México acordaron en conversaciones económicas en Washington hacer que sus cadenas de suministro compartidas sean más competitivas, especialmente para semiconductores. Mientras tanto, los legisladores estadounidenses están considerando subsidios para impulsar la producción de chips en Estados Unidos.
Pero eso ha hecho poco para aliviar las preocupaciones en Aguascalientes, donde los automóviles son un pilar de la economía y su fabricación emplea a unos 46,000 trabajadores directamente y 120,000 indirectamente.
Casi un tercio del PIB del estado proviene de la industria automotriz, según Manuel Alejandro González, secretario de Desarrollo Económico de Aguascalientes.
Aníbal Llamas, gerente de calidad de Minth, teme que “la peor parte está por venir”.
Algunos trabajadores automotrices están atónitos por su cambio de suerte. Una empleada de Nissan que habló con Reuters pero no quiso dar su nombre, dijo que ella y su esposo trabajan en la industria. Se quejó de que las pocas horas de trabajo han devastado sus ingresos mensuales.
Ella contó que la pareja se ha atrasado en los pagos de la hipoteca y otras facturas. La preocupación ha reemplazado a la seguridad que alguna vez sintieron al trabajar para una industria global.
“Económicamente sientes que vas saliendo, pero de repente ya te descansaron otra vez o lo descansaron”, dijo la mujer refiriéndose a las ocasiones en que los envían a casa. “Entonces llega (el fin de) semana y ya no, ya no tenemos ni siquiera dos pesos. Ya sale el saldo negativo”.
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