El próximo 20 de noviembre se cumplen 111 años de que se dio inicio al movimiento armado de la Revolución Mexicana, con al cual se buscó que se terminara la dictadura del entonces presidente Porfirio Díaz Mori, quien llevaba más de 30 años en el poder.
Uno de los personajes más icónicos de este movimiento, fue sin duda alguna el Cadillo del Sur, Emiliano Zapata Salazar, conocido únicamente como Emiliano Zapata. Él fue uno de los símbolos de resistencia campesina más importantes durante la Revolución Mexicana, pues estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur y sus principales ideales giraron en torno a la justicia social, la libertad, la igualdad, la democracia social, el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
Zapata nació un 8 de agosto de 1879, en San Miguel Anenecuilco, Morelos. Cleofas Salazar, su madre, murió cuando tenía apenas 16 años, y 11 meses después, también muere su padre, de nombre Gabriel Zapata.
A los nueve años, Zapata quedó impactado con una anécdota de la cual fue testigo, pues presenció el despojo de tierras a campesinos, por parte de grandes hacendados de la zona. Cuando preguntó a su padre que qué se podía hacer, su padre le dijo que no se podía hacer nada. “¿No se puede? Pues cuando sea grande, haré que se las devuelvan”, respondió Zapata.
A los 30 años se volvió dirigente agrario de Morelos, en donde empezó a analizar documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma, y participa en reuniones celebradas en Villa de Ayala, que después se convertiría en el Plan de Ayala, que suponía una reforma agraria radical.
A Zapata se le atribuyen algunas frases, como “La tierra es de quien la trabaja”, y “Tierra y libertad”. Sin embargo, esta última no la dijo originalmente Emiliano Zapata, pues quien la mencionaba de manera constante en sus artículos publicados en el periódico Regeneración, fue el periodista y anarquista mexicano, también revolucionario, Ricardo Flores Magón. El lema que sí mencionó Zapata en el Plan de Ayala, promulgado el 28 de noviembre de 1911, fue “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”.
La frase Tierra y libertad hacía referencia al derecho de los campesinos mexicanos a poseer y trabajar sus propias tierras, y a la necesidad de afrontar la lucha política y armada para liberar al pueblo mexicano de los regímenes oligárquicos que solo privilegiaban a los hacendados y a la alta burguesía, como lo fue la dictadura de Porfirio Díaz.
Tierra y Libertad hermanaba en el imaginario de la Revolución Mexicana la lucha agraria de Emiliano Zapata en el sur del país, con el ideario de tendencia anarcocomunista que proponía Flores Magón desde el norte.
¿Quién fue Ricardo Flores Magón?
Ricardo Flores Magón fue un político y periodista mexicano, considerado precursor de la Revolución Mexicana. Su figura es una de las más íntegras y consecuentes con la causa de los trabajadores durante los tiempos de la Revolución. Infatigable e insobornable, su pensamiento anarquista y su lucha inspiraron a muchas de las conquistas obreras y algunos derechos que quedarían recogidos en la Constitución mexicana.
Flores Magón nació en Oaxaca, en 1873, y cursó sus estudios de Derecho en la Universidad de México. En 1892 fue detenido junto a su hermano Jesús en una protesta estudiantil contra la dictadura de Porfirio Díaz. Tras colaborar con el efímero diario El Demócrata, fundó, con su hermano, el periódico Regeneración, cuyo primer número apareció el 7 de agosto de 1900.
Hostigado por el gobierno de Díaz, decide huir a Estados Unidos en 1904, país en el que en 1906 fundaría el Partido Liberal Mexicano, el cual tenía una ideología anarco-socialista. Exigió la jornada de ocho horas, el descanso dominical y el reparto de tierras a los campesinos, con lo que sus ideas repercutieron sobre el movimiento obrero mexicano. Cada vez más cercano al socialismo anarquista, su partido estuvo detrás de las huelgas de la localidad minera sonorense de Cananea y de la zona industrial veracruzana de Río Blanco (1906-1907), violentamente reprimidas por el régimen de Díaz.
Tras estallar la Revolución, en 1911 promulgó, junto a su hermano Enrique Flores Magón, la insurrección de Baja California, y llegaron a tomar las ciudades de Mexicali y Tijuana, e intentaron, sin éxito, fundar una república socialista. Posteriormente fueron derrotados por tropas gubernamentales, por lo que retrocedieron a EU.
En ese país, en 1918, redactó un manifiesto dirigido a los anarquistas de todo el mundo, lo que le costó ser condenado a 20 años de cárcel, por autoridades estadounidenses. Murió encarcelado el 20 de noviembre de 1922.
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