Con 87 votos a favor, cero abstenciones y cero en contra, la Cámara de Senadores aprobó en lo general la Ley General de Economía Circular (LGEC), misma que se encarga de promover más y mejores reglas para el manejo de residuos y desechos, así como de promover esquemas de reciclaje y protección a los recolectores de basura.
Esta nueva ley representa un avance en materia medioambiental para la república, pues no existe un precedente anterior que pudiera relacionarse con la LGEC, esto porque la agenda global respecto a la economía circular es de reciente creación, lo cual posiciona a México en la vanguardia legislativa respecto a la protección sustentable del planeta.
Cabe recordar que el dictamen de la nueva ley tuvo que ser valorado por las comisiones unidas de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, y de Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República.
La especificidad del dictamen necesitaba distanciarse de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) toda vez que se debe de procurar nuevos esquemas de producción a nivel industrial para reducir la huella ambiental del ser humano.
De acuerdo con Jatziri Pando Medina, secretaria técnica que expuso el proyecto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la sociedad civil, empresarios y los senadores Claudia Ruiz Massieu, Xochitl Gálvez, Miguel Ángel Mancera y Damián Zepeda intervinieron en las modificaciones del dictamen, esto en virtud de garantizar un verdadero avance legislativo y no una simulación de ley ecológica.
A diferencia de la LGPGIR, que sólo regula se refiere únicamente a materia de plásticos y residuos sólidos urbanos, la LGEC se refiere a todo todo tipo de residuos y promueve el uso eficiente de recursos y el rediseño sobre todo de los productos para generar menos residuos.
Entre otras cosas, esta ley también impulsa una política de cero residuos, que es concordante con la política en materia federal. También obliga a presentar un plan de economía circular, asimismo establece las bases para que la federación, los estados y los municipios transiten hacia una economía circular.
Otro dato importante a destacar es que todas aquellas personas que se dedican a la fabricación, elaboración, manufactura, producción y distribución de aparatos eléctricos y electrónicos están obligados a presentar un plan de manejo de residuos.
Aunado a esto, la ley contempla a los recolectores de residuos, también conocidos como pepenadores. Ya que se fomentan los derechos humanos de los grupos informales de personas acopiadoras de residuos. Finalmente, se establecen sanciones administrativas para garantizar el cumplimiento de las de las disposiciones al dictamen.
¿Qué es la economía circular?
De acuerdo con los teóricos Willi Haas, Fridolin Krausmann, Dominik Wiedenhofer y Markus Heinz, la economía circular es una estrategia que tiene como objetivo reducir el consumo de las materias primas vírgenes y, al mismo tiempo, bajar la producción de residuos. Esto en virtud de poder continuar con actividades de producción y consumo humano que representen un impacto menos dañino al medio ambiente.
En teoría, implementar este tipo de políticas crea lo que se denomina “flujos económicos y ecológicos de los recursos”, con los cuales, la industria no se ve nulificada. Es decir, con la economía circular no se detienen los procesos masivos de producción, pero sí incentivan metodologías menos dañinas para obtener materias primas. Asimismo, concientiza sobre el aprovechamiento óptimo de los recursos obtenidos de la explotación de la tierra, mantos acuíferos y cualquier otro recurso natural.
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