Ken Salazar llegó al territorio mexicano a mediados de 2021, impuesto por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, como el nuevo embajador; sin embargo, pese a la buena relación que aparentan, habría algunos problemas con Andrés Manuel López Obrador.
Lo anterior, fue narrado por el periodista Raymundo Riva Palacio en su reciente columna para Ejecentral, donde mencionó que el presidente de México “está enfadado con el nuevo embajador” y que “ya lo irritó”.
De acuerdo con el columnista, Andrés Manuel asegura en privado que uno de sus principales problemas es que Salazar se ha encargado de lastimar la relación bilateral existente entre ambos países, por lo que buscaría quejarse al respecto frente al presidente norteamericano.
El clímax del conflicto llegó, según Riva Palacio, cuando Ken Salazar advirtió que los Estados Unidos respaldaban las inversiones millonarias de las empresas norteamericanas en territorio nacional, mismas que peligran con la reforma eléctrica.
AMLO desmintió inmediatamente que hubiera malas relaciones, pero sí le habría expresado su malestar al embajador por las reuniones que ha tenido con empresarios del sector energético.
Sin embargo, advirtió el columnista de Ejecentral, Obrador pisa terrenos pantanosos al meterse directamente con las inversiones, lo que consideró representa “un acto hostil contra Estados Unidos”.
“Eso debe entender López Obrador para medir sus palabras y acciones. Sin embargo, no parece entenderlo, ni nadie que se lo explique”, escribió.
Riva Palacio consideró también que Andrés Manuel López Obrador deberá pensar con la cabeza fría y ser inteligente, pues “no puede extrapolar su beligerancia mañanera el mundo porque el único que pierde el respeto y se vuelve objeto de mofa es él”.
Quién es el embajador Ken Salazar
La Casa Blanca informó el día 15 de junio que el demócrata Ken Salazar fue el elegido por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para encabezar los trabajos diplomáticos en México dentro de su administración.
Inició su carrera en el sector público, en la administración local de Colorado, en 1986 cuando se convirtió en el asesor legal del gobernador Roy Roemer. Años después, en 1990, se le designó como director del Departamento de Recursos Naturales, sitio que encabezó hasta 1994.
De 1998 al 2002 ocupó el cargo de Fiscal General del estado de Colorado. Su trabajo en dicho puesto fue reconocido a nivel federal debido a que se generaron nuevas divisiones para el seguimiento de delitos ambientales, combate contra bandas delincuenciales y la persecución de fugitivos.
El reconocimiento a su trabajo lo llevó a postularse en 2004 para el Senado de los Estados Unidos por el estado sureño, después de que el republicano Ben Nighthorse decidiera jubilarse; tomó posesión el 4 de enero del 2005.
Luego de la contundente victoria del demócrata Barack Obama por la titularidad del ejecutivo estadounidense, en diciembre de 2008 fue nominado por el nuevo presidente para ser el secretario de Interior. El 20 de enero de 2009 fue confirmado por el Senado para ocupar el puesto tras una votación unánime.
A lo largo de su carrera política, el originario del estado de Colorado ha sido uno de los más fervientes alentadores del voto latino en territorio estadounidense.
Es por esa razón que los grupos latinos, principalmente los que tienen entre sus miembros a personas de ascendencia mexicana, celebraron la noticia de la designación del demócrata de 66 años.
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