La rebelión que advierten para Gertz Manero al interior de la 4T

“Alejandro Gertz Manero podría ser blanco en las próximas semanas de una serie de ataques políticos y mediáticos que buscarían desestabilizar la confianza del presidente en su persona”, señala el periodista Luis Cárdenas, haciendo un recuento de tres de las principales polémicas que han rodeado al fiscal General de México y que, a su parecer, podrían pasarle una factura definitoria.

En su columna de este martes en el diario mexicano El Universal, el autor parte de uno de los más recientes escándalos en la esfera política mexicana: la boda dele exjefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, tras su “ostentosa” boda, realizada en Guatemala. El que fuera funcionario anticorrupción tenía varios meses de pleito, entre dimes y diretes lo mismo directos que indirectos, con la máxima autoridad de la justicia mexicana.

Entonces señala que con la dimisión que posteriormente presentó Nieto, Gertz Manero fue uno de los victoriosos. Pero, advierte, ya hay preocupación entre los simpatizantes más moderados de AMLO y su gobierno, al que nombra la Cuarta Transformación (4T), respecto a la serie de quejas y denuncias que se han dado socialmente, apuntando al presunto abuso de poder de parte del fiscal.

En primer lugar, indica, está el conflicto con su ex familia política por la condena y encarcelamiento (considerado en un principio improcedente) de Alejandra Cuevas, hija de Laura Morán quien fue durante casi 50 años la pareja sentimental de Federico Gertz Manero, hermano del fiscal. Y es que ambas mujeres fueron denunciadas por el funcionario por homicidio por omisión de Federico. Es decir, las culpa de que no tuvieron el cuidado suficiente con su hermano, quien murió con salud deteriorada en septiembre de 2015.

Fueron dos ocasiones en que fueron denunciadas ambas ante la Fiscalía de la CDMX. Pero los jueces consideraron que las acusaciones no procedían. Hasta que Gertz Manero, con la entrada de López Obrador a la presidencia, se convirtió en fiscal y entonces la historia cambió porque de pronto la fiscalía capitalina ahora sí observó supuestos recursos procedentes y desde hace más de un año, pese a que contaba con un amparo que la protegía y en pleno contexto de la pandemia del COVID-19, apresaron a Alejandra de 68 años.

En un asunto diferente, menciona el caso de Rosario Robles quien ha estado encerrada en el penal de Santa Martha Acatitla desde agosto de 2019. Ella fue secretaria de gabinete durante el sexenio de Enrique Peña Nieto en México (2012-2018). Una investigación periodística –la “Estafa Maestra”– arrojó su presunta responsabilidad en una trama de triangulación de fondos entre universidades y dependencias federales a través de empresas fantasma. De lo que se le acusa nada se ha comprobado. Pero la justicia –a cargo de Alejandro Gertz Manero– ha decido mantenerla en prisión para evitar el riesgo de fuga. Robles está segura de que todo es una venganza política en su contra.

Precisamente la víspera, Mariana Moguel, hija de Robles, anunció el inició de una resistencia civil pacífica para exigir la liberación de su madre. #SiEsVengazaNoEsJusticia es el nombre del movimiento con el cual Moguel buscará evidenciar la persecución política de la que dice que su mamá es víctima. “No es solo por Rosario, tiene que ver con las miles de mujeres y hombres que no solo se encuentran de manera injusta en los centros penitenciarios, porque sino que se les fabrican pruebas...”, señaló.

Y un episodio más, señala el columnista, que podría marcar una nueva dirección en futuro del fiscal es el caso de Alonso Ancira. Y es que el empresario está ligado al escándalo de corrupción protagonizado por Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), por la venta de Agronitrogenados, una empresa chatarra en sobre precio. Ancira fue detenido, pero luego liberado tras acordar, entre partes, un pago millonario de reparación de daños. La cosa es que ha trascendido que el empresario “engañó a la fiscalía”, según advierte Cárdenas, y que o no le pagará lo acordado o pagara menos. Y subraya que en su momento, la misma DEA pidió no liberarlo porque había blanqueado dinero en Estados Unidos.

“Quizá el gusto de ganar una batalla se opaque pronto frente a la guerra que viene”, concluye el autor.

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