Un sesgo que favorecería a la corrupción: la causa por la que Gerardo Lozano renunció a la ASF

En días pasados, quien era el director del director del área de Cumplimiento Financiero de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Gerardo Lozano, presentó su carta de renuncia a dicha dependencia, con efecto a partir de esta semana, tras advertir sobre cambios en el reglamento interno de dicho órgano que, a cuentas simples, representan un sesgo en la denuncia de las irregularidades detectadas en esa dependencia.

Lozano, quien era en jerarquía el segundo más importante de la ASF después del director general de la Auditoría, David Colmenares, criticó en una carta de la que han hecho eco diverso medios de circulación en México, en la que clara y directamente critica las reformas al Reglamento de la Auditoría Superior de la Federación, mismas que fueron publicadas el pasado 25 de agosto en el Diario Oficial de la Federación.

El ahora exfuncionario destaca que los cambios hacen que solo una área tenga la exclusiva facultad de hacer denuncias penales y argumentar las observaciones que la ASF hace, lo que “abre espacio a la opacidad y arbitrariedad en la institución”, reiteró.

“Sirva la presente para informarle mi decisión de presentar la renuncia con carácter de irrevocable al cargo de Auditor Especial de Cumplimiento Financiero con efectos a partir del próximo 16 de noviembre de 2021, en congruencia con el desacuerdo que he manifestado respecto al nuevo Reglamento Interior de la Auditoria Superior de la Federación en vigor”, se lee en la carta difundida este lunes.

Gerardo también reconoció que su manifiesto que renunciaba entonces al cargo que desempeñaba, al ser congruente con sus convicciones y a su desacuerdo, luego de que el pasado 3 de noviembre él mismo mandó a la Comisión de Vigilancia de la ASF en la Cámara de Diputados, en la que subrayaba la modificación en la reglas, dada entre en el final de la legislatura anterior y el arranque de la que está en funciones.

En el escrito a los legisladores de la Cámara baja, Lozano advirtió igualmente que la modificación entonces se dio en un momento de confusión, aprovechado para que las reformas pasaran desapercibidas. Y así, en términos prácticos, se concentró en un solo departamento la capacidad de denunciar todos los posibles casos de corrupción ahí detectados: la Auditoría Especial de Seguimiento, misma que es controlada por Nemesio Arturo Ibáñez Aguirre.

No obstante, se despidió del que era su jefe, David Colmenares, reiterándole su satisfacción de haber cumplido ampliamente con las responsabilidades que implicó lo que él le había puesto a cargo.

“Agradecido de haber tenido la oportunidad de servir desde este puesto a mi País; las 138 denuncias presentadas que se originaron en esta auditoria especial, los 3 dictámenes técnicos para denuncia de hechos que obran en poder de la Unidad de Asuntos Jurídicos pendientes de presentar ante la Fiscalía Anticorrupción y los 66 Dictámenes Técnicos enviados a la Auditoria Especial de Seguimiento, todos por un monto superior a 21,000 millones de pesos, son parte del resultado de ese compromiso adquirido con todos los mexicanos”.

En tanto, hasta el momento no ha habido reacción alguna de parte de David Colmenares. Algunos medios mexicanos señalan que el mismo personal de Comunicación Social de la dependencia señaló la posibilidad de que la postura oficial del director de la ASF se tenga este martes 16 de noviembre.

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Tras ello Lozano Dubernard señaló que en una revisión del documento este otorga la capacidad de presentar denuncias de presunta corrupción en la Auditoría Especial de Seguimiento a cargo de Nemesio Arturo Ibáñez Aguirre.

“Me parece un gravísimo error que puede abrir espacio de opacidad y arbitrariedad que debilita a la única institución en México que puede dar un combate frontal a la corrupción e impunidad», señaló en su texto el aún funcionario, dado que su dimisión corre a partir de mañana.

Lozano Dubernard agradeció a los auditores de la institución por identificar y documentar casos de corrupción, muchas veces con riesgos personales por la ejecución de su trabajo.