Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumió la responsabilidad de la inundación en Tula, Hidalgo que cobró la vida de 14 pacientes del Hospital General de Zona No. 5 del IMSS, pero no se dijo culpable de la tragedia del pasado 6 de septiembre.
“Sí, claro. Soy responsable, aunque no soy culpable”.
Esto derivó de un cuestionamiento que señaló la presunta ineficiencia del Túnel Emisor Oriente, a raíz de la supuesta negligencia del Gobierno para ampliar el río Tula y permitir su cauce, como habría ordenado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En ese tenor, el mandatario contraargumentó y afirmó que, con base en un dictamen de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la causa principal de las inundaciones fueron las fuertes precipitaciones que azotaron a la entidad.
“Yo pienso que deberían conocer el dictamen sobre lo que realmente sucedió (...) No son especulaciones, es una investigación que se hizo”, subrayó en su conferencia de prensa matutina.
No obstante, Andrés Manuel aseguró que se brinda atención a las víctimas del suceso, así como a sus familiares, y exhortó a castigar a quienes se les encuentre culpables, si es que la autoridad competente lo considera así.
“Si la autoridad considera de que hubo responsables, negligencia, pues se tiene que castigar. Nosotros no protegemos a nadie (...) Como decía un Secretario de Gobernación antes: ‘La ley es la ley, caiga quien caiga, no me va a temblar la mano’”, expresó confiado.
Los hechos quedaron registrados en impactantes videos que compartieron usuarios de redes sociales, donde se muestra a médicos y enfermeras que trataron de poner a salvo a los pacientes; esto, luego que el nivel del agua alcanzara de 1.5 hasta 2 metros de altura.
A pesar que en un principio Omar Fayad Meneses informó 17 decesos, Zoé Robledo, director del IMSS, rectificó que la cifra real de pérdidas humanas fueron de 14 personas con diagnóstico COVID-19, “16 si se consideran a los dos pacientes que fallecieron horas antes por motivos distintos”, agregó.
No obstante, aclaró las dos personas que ya habían fallecido, se encontraban en proceso de que sus cuerpos fueran entregados a sus familiares.
En tanto, especificó que siete de los fallecidos sucumbieron “por complicaciones inherentes a la gravedad de su cuadro”, seis que no pudieron ser movilizados por las condiciones clínicas que tenían y un paciente de la tercera edad que fue trasladado en helicóptero a la Ciudad de México, pero también se encontraba muy grave.
“Las lluvias torrenciales en Hidalgo, en el Estado de México y en la Ciudad de México, generaron un incremento súbito en el caudal del Río Tula, que lo llevó a su desbordamiento en un punto cercano al hospital”.
Asimismo, el funcionario agregó que ninguna autoridad podía advertir de lo que pasaría en el municipio, a pesar de que el IMSS tiene un protocolo de evacuaciones para zonas críticas y que han servido en 46 diferentes casos.
“Este caso fue distinto. No hubo tiempo de anticipación. Desde el día de ayer por la mañana que arribé con un equipo a encabezar las tareas de evacuación y de traslado, también me dediqué a escuchar al personal sobre los primeros momentos del evento. Y todos manifiestan lo súbito de los hechos”, narró.
Finalmente, Robledo Aburto explicó que se ha estado apoyando tanto a familiares de las personas afectadas, como a los trabajadores del nosocomio. Agregó que no los dejarán atrás.
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