El Partido Acción Nacional (PAN), el organismo político opositor más grande en estos momentos, se encuentra sumido en una profunda crisis interna, en medio del próximo proceso electoral en el que las cosas no pintan nada bien para el partido albiazul.
En 2022, seis estados elegirán nuevo gobernador, mientras que en dos se definirá la integración de la legislatura y ayuntamientos. Pero hace unos días, se filtró un audio en el que el propio dirigente panista, Marko Cortés, admite que su partido solo tiene posibilidades reales de ganar la gubernatura de Aguascalientes, mientras que anticipó la derrota del PAN y de la alianza “Va por México” en el 2024 ante Morena.
Ante este panorama, el periodista Salvador García Soto, aseguró en su columna de El Universal, que la dirigencia del partido ha perdido el liderazgo y el rumbo del partido, justo en momentos en que el panismo debiera ser el ancla de la alianza opositora, mientras que las divisiones internas y la pérdida de confianza hacia quien encabeza el CEN confirma la desunión que afecta en estos momentos al blanquiazul.
“Y es que Marko Cortés no ha podido entusiasmar al panismo en su reciente reelección, en la que no logró transmitir la existencia de un nuevo proyecto partidista que apunte a fortalecer y renovar al PAN para convertirse en la verdadera opción opositora que pueda capitalizar y dar cauce al descontento que existe contra el gobierno de López Obrador en un sector importante de los mexicanos, que no encuentran hasta ahora un verdadero contrapeso y equilibrio al desbordado poder presidencial y al crecimiento de Morena, y que no ven opciones reales para dirigir su voto de descontento hacia el actual gobierno”, destacó.
“Los desaires de figuras como el senador Damián Zepeda, exdirigente nacional panista; del exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez; de la exdiputada Adriana Dávila; del exsenador Roberto Gil Zuarth; del senador Gustavo Madero, y del exaspirante a la dirigencia nacional, Gerardo Priego, al negarse todos ellos a aceptar el ofrecimiento de cargos como ‘delegados del CEN’ en estados donde habrá elecciones de gobernador en 2022, que les hizo Marko Cortés, dejan muy claro que la mayoría de los liderazgos panistas no quieren apoyar ni asociarse con la imagen del actual dirigente nacional y prefirieron rechazar los cargos para coordinar las elecciones estatales del próximo año”, aseguró.
El periodista destacó que estos personajes no solo rechazaron el nombramiento, sino que además cuestionaron la forma “burda y torpe” en la que su dirigente nacional decidió y anunció los nombramientos en un comunicado de prensa, sin antes haberles consultado.
De esta manera -consideró el columnista- quedó claro “el vacío” que le hicieron a Marko Cortés y le reprocharon su falta de formas y de liderazgo.
“Increíble el CEN del PAN. Sin diálogo previo anuncia cargos para quienes hemos difundido una opinión distinta. Infantil, cero política, pura imagen. Yo ayudaré al PAN siempre, en todo el país y en todas las campañas, pero no formaré parte de un CEN que no comparto”, publicó el viernes en su cuenta de Twitter el senador Damián Zepeda, exdirigente nacional panista.
Pero Zepeda no fue el único. A él se sumó el exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, quien usando la misma red social, escribió: “Por tercera ocasión reitero: no participaré en ninguna actividad con la actual dirigencia del PAN. No seré cómplice de la destrucción del partido ni de la extinción de la democracia y la libertad mexicanas. Urge recuperar la altura, visión y talento”.
A ellos se sumaron dos exaspirantes a la dirigencia panista, Adriana Dávila y Gerardo Priego.
“Fingir convocar a trabajar unidos no es diálogo. La política no admite simulación. Mi trabajo siempre será a favor del PAN, más allá de sus dirigencias”, señaló Dávila, mientras que Priego sentenció: “Es muy burdo, primero vinieron las ofensas, la prepotencia, la soberbia, las agresiones durante el proceso interno, todas las manipulaciones que hubo y ahora públicamente quiere aparecer como el inclusivo, porque evidentemente no le íbamos a aceptar por las formas y después de todas las ofensas que ha habido, no le íbamos a aceptar ninguno de nosotros”, dijo.
Ante este panorama, el columnista destacó que es claro que “Marko Cortés no sólo perdió liderazgo y confianza del panismo en esta segunda reelección que al parecer fue más forzada que real; pero además, la poca autoridad que le quedaba en su partido se esfumó después de que, en un golpe de ‘fuego amigo’ que él mismo denunció, le filtraran hace una semana un audio de una reunión interna con el panismo de Aguascalientes, en el que Cortés prácticamente daba por perdidas 5 de las 6 gubernaturas que se renovarán en 2022 y decía que todas las va a ganar Morena, mientras el PAN apenas podría pelear Aguascalientes”.
La declaración, que él intentó desmentir diciendo que se trataba de un audio editado, fue ampliamente criticado por dirigentes, congresistas y gobernadores del PAN que le reclamaron su derrotismo anticipado.
En medio del escándalo, el aún gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, reveló que tras aquella reunión interna, cuestionó a Cortés Mendoza: “Le dije: ‘entonces qué andas haciendo buscando la presidencia del partido’. Y me dice: ‘es que se va a perder el 22 y el 24′, o sea adelantó que el 24 también lo iba a perder. Y yo dije: ‘pues qué descaro, qué desfachatez’. Porque en ese momento andaba buscando la reelección, o sea dónde cabe reelegirse a un candidato, digo a un presidente con esta visión de derrota”, dijo.
Aunque Marko Cortés lo acusó de mentir, Martín Orozco, aseguró:. “Lo sostengo de frente a quien sea, que él me dijo en mi oficina [de Palacio de Gobierno] que ve un panorama complicado, con lo cual yo difiero”, insistió.
“Si el PAN, que es el partido que se supone más sólido de los opositores, que es la cabeza de la Alianza Opositora con un PRI disminuido y dividido, con un PRD que ya no es lo que fue y un MC que no se convence de sumarse al bloque opositor, entonces significa que el avance de Morena el próximo año le dará para lograr ya 22 gubernaturas del país, es decir que gobernará a las dos terceras partes de las entidades federativas”, resaltó el columnista..
Con un PAN debilitado, dividido y su líder nacional abandonado y desairado por los liderazgos de su partido, la 4T y el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrán prácticamente el camino libre para instaurar un nuevo régimen que se quedará al menos por un sexenio más conduciendo al país, con todo lo que eso signifique, finalizó García Soto.
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