La residencia oficial del gobierno de Michoacán fue modificada en la administración de Silvano Aureoles con un contrato de obra pública que asciende a 12 millones de pesos, pese a que el perredista negó intervenciones en el llamado búnker de Morelia.
El ex gobernador se defendió de la exhibición mediática, donde se muestra cómo vivía en una casa lujosa y blindada para su seguridad. Aseguró que no intervino el inmueble que, desde 1988, habitaron los mandatarios del estado.
Pero el contrato DOP/ADE/200153/2020 refuta a Silvano Aureoles, pues la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas firmó un convenio en 2020 en representación del Ejecutivo estatal para ampliar, mejorar, rehabilitar y equipar espacios de la casa de gobierno de Morelia.
“AMPLIACIÓN, MEJORAMIENTO, REHABILITACIÓN Y EQUIPAMIENTO INSTALACIONES DEPORTIVAS, INSTALACIONES DE RECREO Y ATENCIÓN AL PÚBLICO, HELIOPUERTO EN CASA DE GOBIERNO, EN LA LOCALIDAD DE MORELIA, MUNICIPIO DE MORELIA, ESTADO DE MICHOACÁN”, se lee en la encomienda de objeto de contratación.
Según las estipulaciones, el monto exacto fue de 12 millones 23 mil 424 pesos con 14 centavos. Como garantía de inicio, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas entregó 3 millones 607 mil 27 pesos, equivalentes al 30% del total.
La empresa adjudicada fue RECAM Construcción S.A. de C.V., compañía recurrente para edificaciones en Michoacán, pues también construyó techumbres y rehabilitó un centro deportivo en Zitácuaro; además de 200 recámaras rurales en el mismo municipio; y una ciclopista hacia Pátzcuaro, entre otras obras.
“No le hice ni un solo arreglo en los tres años que estuve viviendo ahí. Nada de lo que hay en esa casa se construyó en mi administración”, afirmó el perredista.
Pero los dichos del ex gobernador no se sostienen, según la contratación suscrita entre el arquitecto José Hugo Raya Pizano, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Ignacio Estrada Jiménez, apoderado legal de la empresa contratista.
El documento fue firmado en Morelia el 10 de agosto de 2020. Dos días después debieron iniciar las obras y se obligó a terminarlas el 18 de diciembre del mismo año, en un plazo de ejecución de 129 días naturales, de conformidad con el programa de trabajo.
Según los datos difundidos por autoridades del estado, el búnker fue habilitado con muros y ventanas con blindaje antibalas, así como un pasadizo secreto a manera de ruta de escape.
Empleados de la residencia oficial comentaron que la habitación que ocupó el exgobernador perredista es conocida como el búnker, por las características de su protección especial en las paredes y el techo, lo cual la distingue de otras siete secciones que integran la casa.
El búnker de Silvano Aureoles se compone de tres piezas o secciones, con una superficie de aproximadamente 120 metros cuadrados, cuyo acceso es a través de una puerta de madera seguida por otra totalmente blindada.
En la primera sección se encuentra el área para la sala y el dormitorio del gobernador, divididas únicamente por un muro de piedra.
Frente al espacio que ocuparía la cama del político, se ubica un mueble de madera que asemeja ser el soporte de una pantalla de televisión, el cual cuenta con un mecanismo electrónico que lo desplaza sobre el piso al menos un metro, para abrir un pasadizo secreto a manera de ruta de escape.
La salida de ese túnel está protegida con otra puerta blindada, cercana a una cancha de baloncesto y un pasillo que da a los helipuertos oficiales.
Mientras que la segunda sección del búnker consta de un espacio de 15 metros cuadrados, con armarios de madera y cristal, totalmente iluminados, así como dos cajoneras para guardar relojes o joyas.
La tercera pieza es de 25 metros cuadrados donde se habilitó un spa que incluye dos baños sauna, un jacuzzi, dos duchas y sanitario.
Personal del gobierno de Michoacán reveló que en la casa de Gobierno vivió Silvano Aureoles con sus dos hijas y tres perros, aunque en algunas ocasiones tenía la compañía de su madre o hermanos.
El resto de la residencia, es decir el área pública, se compone por cuatro salones de eventos, con baños y cocina, así como oficinas administrativas y el despacho del gobernador.
En tanto, el área privada incluye tres helipuertos, una cancha de tenis y otra de baloncesto, dos albercas, salón de eventos, dos comedores, una terraza, un balcón, tres jacuzzis, 10 sanitarios y un área de gimnasio que se encontró vacía.
Los trabajadores de la casa de gobierno afirmaron que los ex gobernadores michoacanos realizaron modificaciones y adecuaciones a su gusto.
Desde que el inmueble fue construido habitaron Genovevo Figueroa (1988-1992), Eduardo Villaseñor (1992), Ausencio Chávez Hernández (1992-1996), Víctor Manuel Tinoco (1096-2002), Lázaro Cárdenas (2002-2008), Leonel Godoy (2008-2012), Fausto Vallejo (2012-2013 y 2013-2014), Jesús Reyna (2013), Salvador Jara (2014-2015) y Silvano Aureoles (2015-2021).
Ramírez Bedolla, hombre cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que continuará viviendo en su casa particular, por lo que la residencia oficial será destinada únicamente para eventos oficiales o actividades culturales abiertas al público.
Silvano Aureoles denunció durante su gobierno que en el pasado reciente descubrió un plan del crimen organizado para asesinarlo, aunque no reveló qué grupo delincuencial estaba detrás de ello.
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