Amor, traición y venganza: Emma Coronel y otras señoras del narco, al descubierto

Hay prejuicios que llevan a pensar que ellas son débiles, pero eso puede ser capitalizado para mantener un bajo perfil, pues no solo son cómplices, sino escalan a posiciones de liderazgo

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De aliadas, cómplices, subordinadas a
De aliadas, cómplices, subordinadas a jefas de células delictivas, así ha sido el rol femenino en los cárteles (Fotoarte: Jovanni Pérez Silva)

La periodista Anabel Hernández lanzará un nuevo libro sobre narcotráfico donde abordará la participación de las mujeres en un mundo criminal habitualmente dominado por hombres.

Emma y las otras señoras del narco (Grijalbo, 2021) es el reciente proyecto de la reportera de investigación en que trata sobre la cúpula más íntima de los cárteles de la droga. De acuerdo con la descripción editorial, la autora muestra las pulsiones profundas de los capos para buscar dinero y poder a toda costa, a la par que intervienen madres, esposas y amantes.

Como una referencia inmediata, la periodista eligió a Emma Coronel Aispuro, actualmente presa en espera de condena, quien selló su destino al casarse con Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, ex líder en el Cártel de Sinaloa.

La modelo se declaró culpable de colaborar en la organización de su esposo en junio pasado, pero se han desatado opiniones de quienes la ven como alguien que nació inmersa en el contexto del narco.

En los cargos que aceptó, se indica que tenía acceso a información sensible, pero más que una actitud pasiva, estuvo enterada de su influencia en los cometidos que llevó a cabo. No solamente recibió órdenes, también tuvo reuniones con criminales de jerarquía y sobornó a funcionarios corruptos.

Emma Coronel se declaró culpable
Emma Coronel se declaró culpable de cargos relacionados con narcotráfico en junio pasado (Foto: Amazon)

Con la publicación de Anabel Hernández se explora qué rol han tenido otras mujeres como Emma Coronel, entre parejas de narcotraficantes, una ex Miss Universo, actrices, conductoras de televisión y cantantes reconocidas, tanto del pasado como de la época actual. Pues el mundo de la farándula se ha mezclado constantemente con las suntuosidades del narco.

Como en el resto de otras esferas en la sociedad, el fenómeno del narco es machista y ha impuesto reglas que amolda la intervención femenina. Si bien el papel de las mujeres se ha manifestado en un objeto accesorio del poder en ese ambiente criminal, también ha habido casos en que ellas acceden a los espacios de mando.

“A través de entrevistas realizadas a testigos de los hechos, lleva al lector a las reuniones familiares, fiestas y alcobas de diversos narcotraficantes donde ocurren las historias de amor, compra y venta de placer, incesto, ambición, traición y venganza. Un mundo hasta ahora desconocido”, apuntan los editores.

Las mujeres en el narco es una línea de investigación que cobró interés en los últimos años, pues anteriormente solo se trataban los perfiles de cabecillas que llegaron al poder y terminaron presos, muertos o desaparecidos. Las series de televisión, por ejemplo, no han explorado más allá de la Reina del Sur o Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico.

Tras la detención de Coronel Aispuro en Washington, se especuló que saldría de prisión al delatar a otros operadores de relevancia, pues algunos agentes filtraron que la originaria de Canelas, Durango, negoció entregarse a las autoridades. Sin embargo, los presuntos acuerdos no han destacado más allá de versiones publicadas.

El rol femenino en el
El rol femenino en el mundo criminal no ha sido tan explorado por analistas (Foto: Steve Allen)

Este caso reavivó el foco mediático que tienen y han tenido las mujeres en los cárteles de la droga, desde subordinadas y cómplices a jefas e intermediarias. Aunque también han sido víctimas de desapariciones, secuestros, trata y asesinatos por miles de casos.

Las analistas en temas de seguridad han indicado que, por un lado, hay prejuicios que llevan a pensar que ellas son débiles, sin malicia e incapaces de involucrarse en ilícitos, pero todo ello es conveniente para que mantengan un bajo perfil o no levanten demasiadas sospechas.

Sin embargo, tienen acceso a información privilegiada, además, pueden acudir a espacios donde la movilidad de sus maridos es limitada. En ocasiones, desafían estereotipos y su influencia es tan crucial que cuestionan la concepción misma del poder al interior de las mafias.

Anabel Hernández lleva casi tres décadas de carrera periodística y ha vuelto con una pieza en el mismo tema que le ha costado vivir amenazada de muerte.

Desde 2014 vive fuera del país, porque el grupo de agentes corruptos a los que ha exhibido con pruebas y documentos, poco a poco han sido denunciados formalmente en EEUU como en México; pero gran parte se mantienen en el poder o están prófugos por la complicidad de sus círculos en las instituciones de seguridad actuales.

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