Dos agentes ministeriales del Estado de México perdieron la vida junto con un detenido, y seis elementos policiales resultaron heridos luego de otra emboscada perpetrada por presuntos sicarios adscritos a la Familia Michoacana en Texcaltitlán.
De acuerdo con el reporte oficial, los Policías de Investigación fueron agredidos por la tarde de este jueves cuando coordinaban operativos para identificar puntos de vigilancia y casas de seguridad del grupo criminal.
Los hechos ocurrieron mientras el convoy de ministeriales transitaba por la carretera La Puerta - Coatepec, en la comunidad Ojo de Agua.
Un presunto halcón que era trasladado por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) también perdió la vida durante la balacera. Este sujeto había sido arrestado con aparatos de comunicación y se le investigaba por sus presuntas labores como informante de la facción delictiva.
Al menos uno de los agentes lesionados se encuentra en estado delicado; todos fueron enviados al hospital para su intervención médica. En redes sociales fue difundido un audio sobre la llamada de auxilio, donde un efectivo aseguró que el fiscal del área también resultó herido.
“Las familias de los Policías de Investigación que perdieron la vida en cumplimiento del deber, así como los seis lesionados recibirán todo el respaldo y apoyo de esta Institución”, destacó la FGJEM.
Tras el fuerte enfrentamiento, fuerzas federales como la Marina Armada de México desplegaron un operativo junto con efectivos estatales para rastrear a posibles sospechosos que hubiesen ingresado lesionados en los hospitales de la región.
“¡Texcatitlán, en las cabañas de Texcatitlán en putiza, hay compañeros heridos, muévanse, el fiscal igual, un dos!”, era el grito desesperante de un oficial que pedía ayuda por radiofrecuencia.
La Familia Michoacana está vinculada con diversos ataques a perfiles políticos y fuerzas de seguridad en la llamada región de Tierra Caliente que abarcan Guerrero y el Estado de México.
Apenas la semana pasada, el 27 de octubre, cuatro agentes de la FGJEM fueron emboscados y atacados a balazos cuando circulaban sobre la carretera Ixtapan de la Sal—Almoloya de Alquisiras, a la altura de la comunidad Llano Grande.
Los efectivos realizaban un recorrido cuando se vieron sorprendidos por una serie de detonaciones que nunca supieron identificar de donde provenían. Dos oficiales se refugiaron al interior de la iglesia Llano Grande, mientras que el otro par tomó un rumbo diferente. Ninguno de los elementos resultó lesionado.
Mientras que el 11 de agosto, un convoy del mismo grupo delincuencial ejecutó un ataque contra la alcaldesa de Pilcaya, Sandra Velázquez Lara, quien transitaba junto con la patrulla de cinco oficiales que fungían como su vigilancia personal. Dos policías murieron en el atentado ocurrido en inmediaciones de Ixtapan de la Sal, sobre la carretera que conecta con San Alejo.
Velázquez Lara salió entre las 10:00 horas rumbo a Taxco, Estado de México, donde tendría una reunión de trabajo, pero a mitad del trayecto fue atacada por supuestos miembros de la Familia Michoacana.
Mientras que el pasado 18 de marzo, trece policías fueron asesinados en una emboscada por un grupo de civiles armados, presuntamente pertenecientes a la Familia Michoacana. Los agentes, miembros de la Fiscalía y de la Secretaría de Seguridad mexiquenses, se encontraban patrullando en la región de Llano Grande.
En el mapa del narcotráfico, la Familia Michoacana, que ataca con tácticas guerrilleras aprovechando el agreste territorio mexiquense, domina la zona sur del estado bajo el liderazgo de Jhony el Mojarro y José la Fresa, los hermanos Hurtado Olascoaga, quienes son cabecillas del grupo criminal junto con el Comandante Mala y Silverio Martínez Hernández, alias Fierros.
Tras la caída de los cabecillas de la Familia Michoacana, esta organización fue sustituida en gran medida por un grupo disidente conocido como los Caballeros Templarios, los cuales también han sido fuertemente debilitados durante los últimos años.
Sin embargo, el grupo criminal continúa activo en la actualidad en el Estado de México, zonas de Michoacán, Guerrero y parte de Morelos. Otra célula denominada la Nueva Familia Michoacana habría surgido de esta asociación.
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