Condenaron por narcotráfico al líder del grupo criminal “La Gente” en Guerrero

Tras ocho largos años de prisión preventiva, el líder criminal del grupo La Gente, Juan Carlos Pérez Radilla, fue sentenciado a 50 años de prisión por los delitos de secuestro y contra la salud.

Este viernes, un juez federal determinó que existían los elementos necesarios para dictar una condena al cabecilla criminal.

Juan Carlos Pérez Radilla fue aprehendido en 2013, en la joya turística de Acapulco de Juárez, Guerrero. Al momento de su detención se le aseguraron narcóticos y se logró el rescate de una persona a quien tenía privada de la libertad.

En 2018, Pérez Radilla enfrentó la revocación de su sentencia debido a que el el Segundo Tribunal Unitario del Vigésimo Primer Circuito ordenó la reposición del procedimiento,. La justificación señalaron, fue que el Ministerio Público Federal (MPF), aportó más datos de prueba. La pena que afronta actualmente es de 50 años 10 meses de prisión y multa de 259 mil 104 pesos.

En Guerrero, en la costa Pacífico, autoridades han detectado por lo menos 15 grupos delictivos que se pelean por el control de siembra y traslado de amapola, así como de  otras sustancias en la zona serrana, lo que ha detonado la escalada violenta en la región.

Los Rojos se ubican en Chilpancingo, aunque buscan expandirse hacia Iguala y Chilapa; Guerreros Unidos, que a pesar de que sus principales jefes se encuentran detenidos, siguen controlando el corredor Iguala-Cuernavaca y hacia el Estado de México; Los Ardillos, que se ubican en Chilapa y quienes controlan la entrada y salida de La Montaña de Guerrero.

Entre estos grupos delictivos hay muchas divisiones y creaciones de nuevos grupos, por ejemplo en San Miguel Totolapan el control lo tenía el Tequilero, y parte de su gente era de el Pez.

A raíz del problema que hubo con el secuestro del ingeniero Isauro de la Paz Duque, en San Miguel Totolapan, el Pez tomó el control de la plaza, haciendo a un lado al Tequilero, dando paso al líder criminal identificado como Pineda, quien también pelea el control.

También hay dos grupos originarios de Michoacán, los remanentes de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, una célula del Cártel del Pacífico, quienes trajeron la semilla de amapola en los años 70. 

En el caso de Guerreros Unidos, formado por gente que estaba con los Beltrán Leyva, la situación es más complicada. A pesar de que este grupo delictivo fue casi desmembrado por las autoridades, pues muchos de sus integrantes fueron detenidos por su participación en el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, continúa operando y hasta es posible que siga creciendo.

Un informe dado a conocer públicamente por la DEA señala a Guerreros Unidos como un peligro, por su forma de operar y su crecimiento y control para llevar heroína a Estados Unidos. Este grupo delictivo está formado por gente del grupo de los Beltrán Leyva, quienes se quedaron acéfalos momentáneamente cuando su jefe fue abatido por la Marina en Cuernavaca.

Pero han seguido la línea que les había marcado su exjefe, de tener mucho control sobre los territorios y ser sanguinarios con sus enemigos.

Hasta ahora se tienen detectados que pelean por el territorio restos de los Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, Los Ardillos, Los Rojos, Los Jefes, Guerreros Unidos, Gente Nueva, Los Tequileros, El Pez, Cártel del Sur, Cártel Independiente de Acapulco, La Barredora, Cártel del Pacífico, Cártel Jalisco Nueva Generación.

Autoridades calculan que en la sierra de Guerrero unas 1,287 comunidades dependen del cultivo de la amapola, lo que genera unos 1,200 millones de pesos por la venta de la goma de opio.

En México, el primer lugar en producción de amapola lo ocupa Guerrero, lo que ha provocado una gran crisis de seguridad en casi todas las regiones del estado por la disputa por las rutas, el control y venta de la droga.

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