Ignacio Mier, coordinador de la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, estimó aprobar por completo la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a más tardar el 15 de abril del 2022.
A través de su cuenta oficial de Twitter, Mier Velazco manifestó este miércoles 3 de noviembre las metas del partido guinda, mismas que requerirán de un gran trabajo de coordinación tanto a nivel federal como local.
“Nos propusimos concluir el proceso de Reforma Eléctrica, que incluye la aprobación en Cámara de Diputados, Senadores y al menos en 17 congresos locales, a más tardar el 15 de abril. Le insistimos a los propietarios y ejecutivos de empresas generadoras que participen en el debate”
Esta declaración acaparó la óptica nacional, pues desde que se anunció la iniciativa para promover un mecanismo estatal para robustecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de los competidores privados, todos los actores políticos de México han realizado declaraciones tanto en favor o en contra.
Dicho debate sobre el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) dividió a la clase política en dos: los que prefieren las leyes del liberalismo de mercado y los que quieren el robustecimiento de la empresa productora del Estado.
Por un lado, el andamiaje político encabezado por Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y los partidos aliados a la 4T (PT y PVEM) promueven la iniciativa del ejecutivo federal. Y del otro, algunos miembros de la llamada oposición parlamentaria ya se decantaron en favor de las leyes del liberalismo de mercado y la libre competencia entre privados.
Tal fue el caso de Damián Zepeda, senador por el Partido Acción Nacional (PAN), quien aseguró que esta reforma será sumamente nociva para México, por lo que exhortó a toda la oposición a frenar la iniciativa del ejecutivo federal.
“Hoy la CFE genera electricidad con costos al doble de un productor independiente y cuatro veces más que algunas energías renovables como la eólica y la solar”, explicó, en virtud de enfatizar que los recursos, tanto monetarios como institucionales, del Estado no deben de destinarse a la comisión que dirige Bartlett Díaz.
Asimismo, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (Imco) ha sido un poco más preciso en sus señalamientos contra esta iniciativa y ve con malos ojos que la CFE acapare el 54% de participación en el ramo (generación, transmisión, distribución y comercialización), pues se corre el riesgo de generar un monopolio de Estado y una mala percepción a la inversión extranjera.
También condenó la probable cancelación de los permisos otorgados al sector privado, la supresión de los Certificados de Energía Limpia (CEL), la desaparición de los órganos autónomos relacionados a la generación de energía eléctrica (Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos) y que el litio sea de explotación exclusiva para el Estado mexicano.
Por el otro lado, tanto Bartlett como López Obrador han dejado claro que esta reforma sería benéfica para el robustecimiento del servicio eléctrico en México, pues al promover un aparato robusto ante las empresas extranjeras, la CFE se verá reforzada tanto en infraestructura como en eficiencia, por lo que podrá otorgar energía barata, limpia y suficiente para todas y todos en la república.
Otro dato por resaltar es que la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a cargo de Alejandro Moreno, no ha definido postura ante la reforma de López Obrador, esto porque llamó a abrir la discusión de manera parlamentaria para poder tener mayor conocimiento de este fenómeno y poder tener una postura mejor formada y justificada.
SEGUIR LEYENDO: