La Ciudad de México —de 128 millones de habitantes— se ha convertido en carne de cañón para el crimen organizado. En esta ciudad los criminales de mucha monta se pasean por las zonas más emblemáticas con rifles de asalto y camionetas de lujo.
Aunque el gobierno ha declinado la idea de cárteles en la CDMX, desde hace años, la capital mexicana es escenario de una pugna entre diferentes bandas criminales, que secuestran, extorsionan y asesinan.
El pasado 1 de noviembre, un capo de la droga apodado Don José fue detenido en la colonia Nápoles, Ciudad de México, mientras circulaba en una camioneta con una subametralladora y varios papeles de cocaína.
Don José, llamado Rodolfo Maldonado Bustos, es uno de los principales líderes de La Familia Michoacana; sin embargo, también se le relaciona con otros grupos delictivos como Los Caballeros Templarios.
En 2016, la Fiscalía General de la República (antes PGR) ofreció una recompensa de un millón por la captura de Don José, cifra que sin dificultad superó el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien puso en la mesa 5 millones de pesos por el cabecilla, vivo o muerto, pues lo consideraban un traidor al CJNG.
Maldonado, originario de Coyuca de Catalán, Guerrero, estableció una alianza con el líder michoacano, Jhonny Hurtado Olascoaga, el Pez, con el fin de frenar las incursiones del CJNG, en los municipios de Guerrero, Arcelia, Totoloapan, Apaxtla, Ciudad Altamirano y Acapetlahuaya.
Entonces, Don José se encontraba en el Estado de México, pero la captura del jefe regional de los Caballeros Templarios, Gregorio Abeja Linares, el Güero Abeja, dejó vacante la plaza de Guerrero, donde le disputó al CJNG la zona amapolera y el control de las minas. En la región desató el terror y se le vinculó con diversos asesinatos.
La presencia de la FM en Ciudad de México. En 2019 se mencionó por primera vez la presencia de La Familia Michoacana en la CDMX, tras de restos humanos y una cartulina firmada por el grupo criminal, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
El pasado mes de agosto, se informó sobre la captura de Jhovanny “N”, alias el Vani, quien viajaba en un Mercedez Benz en Álvaro Obregón. En el auto se le encontró un arma calibre .380 y un kilo de cocaína escondido en una silla para bebé.
Las autoridades lo identificaron como parte de La Familia Michoacana relacionado con secuestros, extorsión, homicidio y tráfico de armas. Se supo, además, que cerca de ahí, en la alcaldía Iztacalco operaba otro miembro del grupo criminal de Michoacán, Francisco Javier Medina, Paco Pacas, y a quien se le ligó a Geovanni Yannick Iriarte Martínez, alias el Alemán, autor material del ataque al empresario restaurantero, Eduardo Beaven, el pasado 15 de octubre.
En Ciudad de México, a la Familia Michoacana se le ligó con el Cártel de Tláhuac, que dirigió Felipe de Jesús Pérez, el Ojos, abatido en 2017.
La Familia Michoacana irrumpió en 2005 en el estado con el mismo nombre, con el objetivo inicial de expulsar de aquel estado a Los Zetas. Sin embargo, sus planes se dificultaron, cuando el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) inició su ofensiva contra el narco.
La Familia michoacana acumuló tanto poder, que sus operaciones se extendieron a otras entidades como Guerrero y Estado de México.
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