Tras la celebración de Día de Muertos, hay personas que retiran el altar el 3 de noviembre y desechan en la basura la flor de cempasúchil que previamente fue usada para la decoración, sin contemplar que esto podría ser un problema de contaminación.
En este contexto, la alcaldía Tláhuac abrirá un centro de acopio de cempasúchil a través de la Fábrica de Artes y Oficios (FARO) para darle un nuevo uso a esta emblemática flor de México.
Desde el 3 hasta el 20 de noviembre será posible acudir a dejar las flores de lunes a domingo en un horario de 12:00 a 17:00 horas en el centro de acopio que se ubica sobre Avenida La Turba, a un costado del Bosque de Tláhuac, en la colonia Miguel Hidalgo.
El número de contacto de FARO Tláhuac es 55 2160 5471.
El reciclaje de esta flor contribuye a la fertilidad del suelo y la sanidad de los cultivos, de igual forma, es un alimento para el territorio de siembra de la demarcación.
También se puede utilizar para controlar plagas, pigmentos textil y alimenticio, remedios y herbolaria, así como el saneamiento de suelos.
Los beneficios del té de flor de cempasúchil
Por otro lado, además de ser una flor decorativa en estas fechas en las que es común ver cempasúchil en todos lados, también puede convertirse en una fuente de nutrientes al ser consumida en un té.
Tiene propiedades antioxidantes, analgésicas, antiinflamatorias, antibacterianas, antifúngicas, antidepresivas y hepatoprotectoras (protección del hígado).
Algunas personas suelen usarla para el cuidado de la piel, en el caso de alguna infección cutánea.
Para su preparación, es necesario conseguir flores frescas, un sobre de té de manzanilla, un sobre de té de hierbabuena, una taza de agua y miel de abeja natural o bien, azúcar para endulzar la preparación.
A continuación, será importante tomar un puñito de pétalos de flor de cempasúchil para lavarlos y desinfectarlos adecuadamente.
Posteriormente, hay que poner el agua a hervir junto con los pétalos y los otros tés para luego dejar reposar la infusión por cinco minutos, pasado ese tiempo, el té estará listo y se podrá endulzar con un poco de miel o azúcar.
La flor de cempasúchil es quizá el icono más importante de esta antigua tradición, el Día de Muertos, cuyos orígenes datan de la época prehispánica.
Su color amarillo intenso y anaranjado es un símbolo de la capital en esta época del año, pero también caracteriza a los altares de las casas, tumbas, edificios públicos y plazas, donde se acostumbra a colocar un camino de pétalos de cempasúchil hasta la puerta, para que los que ya partieron puedan llegar al mundo terrenal y al lugar donde sus familiares les dejaron la ofrenda.
Para los mexicas la flor simbolizaba la vida y la muerte y fue elegida para honrar a sus muertos por su altura y su color, pues el naranja de sus pétalos simboliza la luz del sol que iluminará a los muertos en su regreso al mundo de los vivos.
En náhuatl, cempoalxóchitl significa “flor veinte pétalos” y además de su belleza y función decorativa se considera una planta medicinal capaz de sanar diversos males tales como bronquitis, fiebre, diarrea, entre otros.
Este año, se decoraron con esta emblemática flor naranja avenidas como el emblemático Paseo de la Reforma, Viaducto Río Becerra, Congreso de la Unión, Calzada de la Viga o Avenida Chapultepec.
Fueron alrededor de 260 mil flores de cempasúchil las que se usaron para adornar la Ciudad de México con motivo del Día de Muertos.
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