El mes pasado, el Instituto Belisario Dominguez publicó un estudio sobre las condiciones socioeconómicas en las que las y los niños en situación de orfandad se encuentran, enfocándose en el caso de las infancias que perdieron a sus progenitores y cuidadores principales a raíz de la pandemia Covid-19.
El documento, hecho por Carla Angélica Gómez Macfarland, señala que México se posiciona como uno de los países con mayor número de niñas y niños que perdieron a cuidadores principales hasta el mes de abril del 2021, entre los países con más muertes de cuidadores se encuentran Perú, Estados Unidos, Sudáfrica, India y Brasil.
En América Latina, México es el segundo país con mayor número de niñas y niños huérfanos de padre, madre o ambos, siendo un total de 131,325 menores de edad. Este estimado muestra el caso de México con respecto a otros 21 países analizados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México se encuentra en el cuarto lugar con mayor número de fallecidos a causa de Covid-19, teniendo un total de 271 mil 503 muertes, de las cuales han dejado alrededor de 244 mil 500 niños y niñas sin cuidadores primarios o secundarios, es decir, sin el cuidado de sus padres o abuelos con custodia.
En este sentido, de cada 100 muertes reportadas a causa de Covid-19, 90 de ellas han dejado a niñas y niños en estado de orfandad al perder a su mamá, papá, ambos o sus abuelos que tenían bajo su custodia el cuidado de los y las menores.
Así mismo, el Instituto Nacional de las Mujeres (INM) ha señalado que el trabajo doméstico no remunerado que se lleva al interior de las casas es principalmente llevado a cabo por mujeres, mientras que el trabajo realizado por los hombres se centra más hacia lo externo.
Esto muestra una brecha desigual en materia de género, sometiendo a las mujeres a llevar a cabo hasta dos jornadas laborales, una que sea el sustento para la casa y otra de cuidado hacia las y los habitantes del hogar.
Del mismo modo, datos de la INM y el INEGI arrojan que en el 2012 52% de los hogares en México había por lo menos un integrante de la familia que requería de cuidados, ya sea porque eran niños o niñas, adolescentes, tenían algún tipo de discapacidad o estaban enfermos.
Aunado a esto, en el 45.1% de los hogares mexicanos viven menores de 15 años, en 5.2% personas con algún tipo de problema de salud o discapacidad y en 7.9% alguno de los miembros del hogar requirió cuidados temporales.
En este sentido, los menores de 15 años representaron un mayor porcentaje con respecto a los demás; cifra importante si tomamos en cuenta que el principal grupo receptor de cuidados en una casa, con un 86.8% son los miembros de la familia menores de 15 años. A su vez, la mayoría de las personas que realizaban este trabajo de cuidados fueron las mujeres o en algunos casos los abuelos y abuelas de los y las menores.
El Instituto Belisario Dominguez muestra que en la mitad de los hogares mexicanos viven menores de 15 años, mismos que son principalmente cuidados por sus madres, convirtiéndolas en cuidadoras primarias, mientras que a los padres y abuelos en cuidadores secundarios.
Como política pública por parte de el estado, se han comenzado a otorgar don programas para aquellas infancias que se encuentren en situación de orfandad, siendo el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez y la Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juarez, las cuales consisten en un apoyo de 800 pesos al pes para las infancias que se han quedado huérfanas.
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