Caro Quintero vs. Los Chapitos y el “Mayo”: así comenzó la historia de enemistad que dividió al Cártel de Sinaloa

El viejo narco, buscado por el asesinato del agente de la DEA Kiki Camarena, regresó a pelear lo suyo. Las autoridades lo ubican entre la sierra de Sinaloa y el desierto de Sonora

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(Ilustración: Infobae México)
(Ilustración: Infobae México)

La historia del narcotráfico no podría escribirse sin incluir rivalidades entre los líderes criminales. Fue en 2013 cuando ocurrió una de las disputas más violentas dentro del Cártel de Sinaloa.

Rafael Caro Quintero —quien ese año quedó en libertad por un error en los tribunales— regresaba a los terruños que un día dominó: la sierra de Sinaloa y el desierto de Sonora. Ismael el Mayo Zambada, le ofreció protección en un pueblo entonces alejado del narco, Surutato —localizado al norte de Badiraguato, Sinaloa.

A diferencia de sus socios del Cártel de Sinaloa como el Mayo Zambada y Los Chapitos (hijos de Joaquín el Chapo Guzmán), Caro Quintero ha estado ligado siempre a la sed de venganza de las autoridades estadounidenses por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, por lo que tuvo que huir de aquel pueblo pequeño y de difícil acceso al enterarse que le estaban pisando los talones.

Empacó sus maletas y con una mano al frente y la otra detrás, llegó a El Batamote, Sonora. Hasta ahí lo acompañó Jesús González Pañuelas, operador del Chapo Guzmán; no obstante, la cacería en su contra lo obligó a huir nuevamente.

Caro Quintero sabía que para regresar a ser el señor que fue en la década de los ochenta debía quitarse la mano de enfrente y luego la de atrás, así que reorganizó a su gente y se dispuso a negociar un pedazo del pastel. Pero esta vez no lo haría con las excentridades de su época, sino de una forma menos silenciosa: peleando por lo suyo.

(Mapa: Infobae México)
(Mapa: Infobae México)

De acuerdo con el diario Milenio, Quintero creía tener derecho de antigüedad por lo que vio innecesario sentarse a negociar con el Mayo Zambada. Y lo hizo a su modo: en 2017 convocó a una reunión con sus sobrinos —ahora presos— Juan Pablo y Said Emilio Quintero Navidad; y Jesús Salas Aguayo, el Chuyín, operador de La Línea. Con ellos echó a andar el Cártel de Caborca y su brazo armado La Barredora 24/7.

En dónde se esconde el Narco de Narcos

 Badiraguato, Sinaloa (Foto: lopezobrador.org)
Badiraguato, Sinaloa (Foto: lopezobrador.org)

La última maniobra escapista de Rafael Caro Quintero para zafarse de la extradición a Estados Unidos, ocurrió el pasado 11 de abril, cuando elementos de la Marina “peinaron la zona” —una frase que hace referencia sobre un rastreo en cualquier sitio— de Sinaloa.

Alias el Narco de narcos, uno de los mayores narcotraficantes del planeta, fue capturado en 1985 por el asesinato del agente estadounidense, Enrique Kiki Camarena. Desde entonces, su historia se vinculó para siempre a la Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA), cuyos elementos estarían dirigiendo un operativo para atrapar al capo de las drogas.

Días previos a las acciones tácticas, miembros de la Armada de México mantuvieron sitiadas las comunidades de Otatillos, Las Juntas, Babunica, Bamopa y La Noria (en Sinaloa). Cuando los elementos ubicaron el punto exacto donde se encontraba Caro Quintero. Entonces, el equipo de seguridad del veterano de Sinaloa enfrentó a las fuerzas federales para dar tiempo a que el fundador del extinto Cártel de Guadalajara escapara.

Según el semanario Ríodoce Quintero se esconde en la sierra de Badiraguato. Hasta ahora, la policía local no ha desmentido pero tampoco ha confirmado el operativo de captura.

35 años han pasado tras la muerte de Kiki Camarena, pero la Agencia estadounidense insiste en su vieja obsesión: detener al líder criminal. Para conseguirlo ofrecen USD 20 millones a cambio de información que pueda conducir a su captura.

Aunque no se trata del capo más poderoso de México —no tiene comparación con la hegemonía de otros líderes como Ismael el Mayo Zambada — este hombre es una piedra en el zapato desde el asesinato de Camarena.

En 2013, un tribunal dejó libre a Caro Quintero, por un defecto de forma en una sentencia que fue invalidada después. Desde entonces se mantiene prófugo de la justicia.

Ríodoce, un semanario especialista en narcotráfico, advierte que Caro Quintero tiene una presencia apabullante en Sonora.

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