El muro virtual que se ha construido de manera constante a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos años es igual de mortal para los migrantes indocumentados que las barreras físicas, ya que los obliga a buscar rutas de cruce cada vez más apartadas y peligrosas, señala un reporte divulgado este jueves.
Al mismo tiempo, la barrera virtual crea una red de vigilancia que viola los derechos de los residentes de las comunidades fronterizas.
De acuerdo con el reporte Muro Fronterizo Virtual Mortal, dado a conocer por la coalición de No Al Muro Fronterizo y Mijente, entre otros grupos, la expansión del uso de tecnología solo fomenta la descontrolada vigilancia gubernamental sobre los migrantes y residentes fronterizos.
Durante las pasadas cuatro administraciones, tanto republicanos como demócratas han apoyado la construcción de un muro virtual en la frontera, el cual actualmente está integrado por el uso drones no tripulados, sensores de movimiento y torres de vigilancia con tecnología de punta.
El reporte resalta que un muro virtual es igual de letal para los indocumentados ya que el uso de esta tecnología empuja a los migrantes a tomar rutas más alejadas y peligrosas para evitar ser detectados.
Ello ha llevado a que se registren más muertes en lugares como el desierto de Arizona, señala el documento, basado en entrevistas con migrantes y residentes fronterizos.
En 2020 la Patrulla Fronteriza reportó las muertes de 250 migrantes en la frontera con México, y se anticipa que esa cifra sea mucho mayor en 2021.
Por otra parte, el análisis considera que las comunidades fronterizas se han convertido en un “laboratorio” para poner a prueba todo tipo de técnicas de vigilancia virtuales.
Esas técnicas, consideran los grupos, pronto se podrían implementar de forma amplia en el interior del país como ocurrió durante las protestas de grupos como Black Lives Matter, en las que se reportó el uso de drones para vigilar a los manifestantes.
El reporte indica que estos problemas se podrían incrementar aun más a medida que la Administración del presidente Joe Biden favorezca la ampliación de este muro virtual.
Entre 2017 y 2020, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) recibió USD 743 millones para el uso de tecnología y vigilancia en la frontera, mientras que en 2021 el Congreso le otorgó más de 780 millones para este mismo propósito.
El reporte concluye afirmando que el uso de tecnología no hace “nada” para resolver el flujo migratorio y enfrentar la crisis migratoria provocada por la violencia y pobreza que se sufre en los países expulsores de migrantes.
Asimismo, aseveró que estos recursos solo fomentan el enriquecimiento de grande corporaciones que desarrollan este tipo de tecnología.
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