El robo de hidrocarburos en México ha sido un tema que se ha colocado en la opinión pública con mayor fuerza durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues el mandatario mexicano se comprometió a erradicar esta práctica, ya que ha asegurado que los gobiernos anteriores no hacían nada para combatirlo.
Recientemente se planteó en el gabinete de seguridad que un grupo criminal, se había robado alrededor de 10 kilómetros del poliducto que corre entre Topolobampo y Guamúchil, en la zona norte de Sinaloa, a través de sistemas avanzados con los que lograron apropiarse de casi el 10 por ciento de su infraestructura.
Es así que no se trató de un robo de combustible como los que se han visto en estados como Hidalgo y Puebla, entidades en las que esta práctica ha sido más común, lo que este hecho significa es “un nuevo estadio del crimen organizado, donde el combustible pasó a ser de interés complementario” así lo explicó el columnista Raymundo Riva Palacio en su columna para Eje Central.
En este contexto, Riva Palacio aseguró que así, los cárteles se enfocarán en construir sus propias redes de abasto y venta de hidrocarburos, por lo que representará un nuevo negocio para ellos.
“Para haber realizado el robo de este poliducto que tiene un diámetro de 18 a 40 pulgadas, se debió haber requerido de una cuadrilla de 30 a 40 personas”
De acuerdo con el columnista, se requirió de una gran cantidad de gente para llevar a cabo esta acción y agregó que existe la sospecha de Palacio Nacional de que hubo algún tipo de colaboración por parte de funcionarios de distintos niveles de gobierno.
En tanto, se han tomado acciones en esta materia en otras entidades, como es el caso de Puebla, en donde Miguel Barbosa detalló que hay una disminución de cinco veces más, en comparación de 2019, en la incidencia del robo de hidrocarburos.
Pero es en Sinaloa en donde el problema persiste, pues en lo que va del año, la Fiscalía General de la República (FGR) ha incautado hasta 10 millones de litros de hidrocarburo robado o de origen ilegal, comúnmente conocido como huachicol.
Ante los robos de poliducto, el gobierno actual esperó el actuar de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional, sin embargo, esto no sucedió y fueron omisos, por lo que este problema siguió extendiéndose.
“Si el combustible robado es un crimen trasnacional de altas ganancias, como lo demostró el Cártel del Golfo, pionero en este delito, que lo vendía en Tamaulipas, Coahuila y el sur de Texas, hasta que las autoridades estadounidenses lo descubrieron, tener hidrocarburos y redes de distribución magnifican exponencialmente las utilidades”
Robo a hidrocarburos en Puebla es cinco veces menor que en 2019
Miguel Barbosa aseveró que ha incrementado la aprehensión de grupos dedicados al hurto de gasolina, popularmente conocidos como huachicoleros: aseguró que con estas detenciones ha reducido en un 40% el delito en la zona del Triángulo Rojo, que abarca los municipios de Acajete, Acatzingo, Palmar del Braco, Quecholac y Tecamachalco.
“Tenemos decenas de personas en la cárcel de ese grupo de sicarios. (...) Nos encargamos de disolver las bandas y es lo que estamos haciendo (...) El robo a combustible y el robo a gas aquí en Puebla es el que patrocina todos los demás delitos” destacó el pasado 4 de octubre.
El Triángulo Rojo es una zona comprendida donde los grupos criminales fueron atraído por la operación de los ductos petroleros y comenzaron a dedicarse al robo de combustible.
La escalada del “huachicol” en el estado comenzó en 2012, pero en los siguientes años el 34% de la gasolina robada del país sería extraída del tramo Minatitlán-México, de acuerdo con el Sistema SIG, Análisis de Datos Especiales y Plataforma de Ubicación.
SEGUIR LEYENDO: