En las últimas horas, el huracán Rick se debilitó en tierra y sus restos nubosos se dispersaron sobre el oeste de México.
Aunque el ciclón tropical se degradó durante la noche a baja presión remanente, todavía continuará afectando a varios estados.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explicó que el sistema se sitúa a 40 kilómetros al sureste de Guadalajara, pero el vórtice se está desorganizando. Sus vientos máximos sostenidos baten a 35 kilómetros por hora, con rachas más intensas que alcanzan los 55 kilómetros por hora.
En las primeras horas del día, los remanentes de Rick causarán lluvias muy fuertes en Michoacán, Guerrero y Jalisco, con acumulados que irán de 50 a 75 milímetros. Estas condiciones podrían generar deslaves e inundaciones en los tres estados. También se esperan lluvias fuertes en Colima y Guanajuato, de 25 a 50 milímetros, y chubascos en Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Nayarit y Estado de México.
Además, el organismo climático explicó que la influencia de Rick se sentirá también en las costas, especialmente en el litoral de Michoacán, donde las rachas batirán de 40 a 60 kilómetros por hora y las olas se elevarán hasta los dos metros de altura. Al mismo tiempo, en los núcleos costeros de Jalisco, Colima y Guanajuato, los vientos irán de 30 a 40 kilómetros por hora.
Rick tocó tierra este lunes 25 de octubre en Guerrero como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson. El impacto ocurrió alrededor de las 05:00 de la madrugada en las inmediaciones del municipio de la Unión de Isidoro Montes de Oca. El ciclón arribó al territorio nacional con vientos muy intensos de 165 kilómetros por hora. Poco después, cruzó hacia el sur de Michoacán y avanzó sobre el este de Lázaro Cárdenas. Al desplazarse por la entidad, se debilitó a tormenta tropical.
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el sistema dejó sin luz a 183,883 usuarios: 86,224 en Guerrero y 97,659 en Michoacán. En los dos estados ya se ha restablecido un 88% del servicio.
El paso del huracán llevó a activar el lunes la alerta en 11 estados y más de 700 municipios. Y aunque parece que Rick, por suerte, dejó saldo blanco en México, causó numerosos estragos. Entre los daños se enumeran inundaciones, caída de árboles, deslaves -como el que ocurrió en puente de Julucha, Guerrero-, o desbordamientos de ríos.
Rick se convirtió en el sistema número 17 de la temporada de huracanes 2021 en el Pacífico y llegó poco después del huracán Pamela, que tocó tierra en Sinaloa el 14 de octubre como un fenómeno de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson.
En su camino, Pamela causó importantes estragos en Nayarit, especialmente en los municipios de Huajicori, Acaponeta, Tecuala, Tuxpan, Ruíz, Rosamorada, Santiago Ixcuintla y San Blas. Además, dejó a un total de 213,598 usuarios sin suministro eléctrico en Coahuila, Sinaloa, Durango y Nayarit.
Un mes antes, se había formado el huracán Olaf, que también tocó tierra en el país. Impactó a Baja California Sur el 10 de septiembre.
Para este 2021, el SMN pronosticó en el Pacífico un total de 15 sistemas, -hasta el momento se han registrado 17-. El primero de ellos fue la tormenta tropical Andrés, que se adelantó al inicio oficial de la temporada de huracanes, y batió un récord histórico de formación temprana, al originarse el 9 de mayo.
Desde el SMN recordaron a través de un comunicado que septiembre y octubre son los meses más peligrosos de la temporada, al ser el período en el que se concentra un mayor número de eventos.
“En septiembre y octubre se da la transición de verano a otoño, y se presentan frentes fríos y masas de aire frío provenientes de Estados Unidos y Canadá. Al chocar con un ciclón tropical provocan que las trayectorias de estos se vuelvan erráticas, e incluso se estacionen por varios días, provocando daños severos a las poblaciones. En tanto, al chocar con las montañas de la Sierra Madre Oriental, los ciclones ocasionan fuertes escurrimientos, incremento de caudales en los ríos e inundaciones”.
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