Un estudio publicado por la revista Nature Human Behavior en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia ofreció una nueva visión sobre la relación entre los mayas y los olmecas: compartían técnicas arqueológicas similares.
Se encontraron 478 centros ceremoniales ubicados entre Veracruz y Tabasco cuyas estructuras presentan un patrón de plazas rectangulares, tales como el hallado en el sitio Aguada Fénix, en el año 2020.
De acuerdo con los cronistas Mayo Möller y Edwin Barnhart, la relación que existe entre mayas y olmecas es que, de entrada, una de las civilizaciones dio origen a la otra al fundar sobre el pueblo maya su lenguaje.
Posteriormente, la cultura olmeca influiría de manera más ideológica en la maya al transmitirles sus preceptos sobre el universo, los dioses y el poder político. De esa manera, los mayas plasmaron en sus estelas las enseñanzas que los olmecas les heredaron.
Esta investigación apoyada por tecnología de mapeo láser aerotransportado o LiDAR (por sus siglas en inglés) en los estados de Veracruz y Tabasco es un paso para ayudar a transformar las nociones acerca de los orígenes de las civilizaciones mesoamericanas, en particular de la relación entre las culturas olmeca y maya.
El estudio que da lugar a la publicación científica empleó datos generados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a fin de cubrir un área de 85 mil kilómetros cuadrados, lo cual representa el estudio arqueológico mediante LiDAR más extenso realizado en la región cultural de Mesoamérica.
El desarrollo de estos valiosos conocimientos fue hecho por los integrantes del Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio, autorizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuyo titular es el arqueólogo Takeshi Inomata, profesor en la Escuela de Antropología de la Universidad de Arizona, Estados Unidos.
Los especialistas que trabajaron en la investigación, un equipo conformado por Lourdes Hernández Jiménez (INAH), Javier Durón Díaz (INEGI), Miguel García Mollinedo y Melina García Hernández (UNAM) encontraron que en los vestigios de los 478 centros hallados, se imprimen patrones altamente estandarizados como son las plazas rectangulares delimitadas por líneas de montículos bajos.
“Estas formas rectangulares medían hasta 1.4 kilómetros de longitud, y los ejes este-oeste de algunos complejos estaban orientados hacia las direcciones de la salida del sol en fechas específicas. Los centros fueron, probablemente, las primeras expresiones materiales de los conceptos básicos de los calendarios mesoamericanos”, refiere la publicación de Nature Human Behavior.
Desde el año pasado, se han logrado investigaciones que brindan información a los especialistas sobre las tradiciones de ambas culturas, tal es el caso del yacimiento de Aguada Fénix, con el que se han encontrado que estos asentamientos tienen patrones rectangulares.
Como los investigadores han indicado, estos formatos estandarizados de arquitectura tendrían un prototipo en el enclave olmeca de San Lorenzo, cuyo apogeo se dio entre los años 1400 a 1000 a.C. Al encontrarlos, revelaron una forma rectangular que no había sido reconocida previamente.
La noción que se tenía antes de este hallazgo es que, a pesar de la organización jerárquica de San Lorenzo (cultura olmeca), los constructores de los sitios estandarizados probablemente no tenían una marcada desigualdad social y tuvieron un cierto nivel de movilidad.
En conclusión, el reporte señala que el patrón de grandes construcciones realizado por dichos grupos no jerárquicos, obligará a los investigadores a repensar cómo se desarrollaron las primeras civilizaciones.
“Estos hallazgos muestran la importancia del legado de San Lorenzo y las innovaciones realizadas por grupos posteriores. Los complejos estandarizados en esta área fueron abandonados después de 400 a.C., pero algunos de sus elementos fueron adoptados por los centros mayas posteriores, proporcionando una base importante para esta civilización”, finaliza el artículo científico.
Por lo anterior, se debe aclarar que la relación entre mayas y olmecas no constituía una subordinación de la primera civilización con la segunda, pues más que adoctrinar o influir los olmecas en los mayas, forjaron en su cultura algunas bases para el crecimiento de este pueblo. Por tal motivo es que en estos centros ceremoniales comparten elementos; ambas culturas llevaban un vínculo horizontal en términos de actividad.
SEGUIR LEYENDO: