La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas confirmó este sábado el abatimiento de Ariel Treviño Peña, el Tigre, identificado como jefe de halcones del Cártel del Golfo en la célula de Los Escorpiones, asesinado la noche del viernes en Matamoros junto con dos de sus escoltas, durante las balaceras que desataron el caos y el terror en Tamaulipas.
“Derivado de los estudios comparativos fenotípicos y la utilización del software para el reconocimiento facial aplicados a uno de los abatidos la noche de este viernes en Matamoros, fue posible establecer que el cuerpo corresponde a la persona que en vida llevará el nombre de Ariel Treviño Peña, alias ‘El Tigre’”, informó la dependencia ministerial en un breve comunicado.
Javier Enrique Hernández Gutiérrez, Francisco Hernández Martínez y/o Ariel Treviño Zapata, fue ubicado como objetivo prioritario de las autoridades tamaulipecas como de Estados Unidos. La Fiscalía de Tamaulipas ofreció hasta dos millones de pesos de recompensa a quien o quienes proporcionaran datos del paradero de este sujeto que fue detenido junto con sus operadores el 4 de septiembre de 2009, tras un fuerte enfrentamiento con militares, pero que al paso de los años quedó en libertad.
Originario de Durango, nació el 30 de abril de 1989 e ingresó a las filas del Cártel del Golfo en Matamoros en 2010 como halcón. Posteriormente se convirtió en jefe de halcones y jefe de plaza para la zona de Nuevo Progreso. Era muy cercano a José Alfredo Cárdenas Martínez, El Contador, líder del Cártel del Golfo en Matamoros.
Así como otros capos en el estado, la cabeza del Tigre tenía precio bajo el acuerdo PGJE/202018. Presuntamente se desempeñaba en la actualidad como jefe de halcones para el Cártel del Golfo en Matamoros. También se le atribuye haber coordinado emboscadas contra militares y amenazas a un mando castrense. La imagen compartida en redes y aquella en su ficha de búsqueda son muy similares en los rasgos físicos.
Una demanda civil ya había notificado en febrero de este año que el domicilio de Ariel Treviño Peña era desconocido. Así lo reportó la jueza Ana verónica Reyes Díaz, adscrita al Décimo Tercer Distrito Judicial de Tamaulipas, a través de un edicto. Lo anterior, debido a que se discutía la custodia de una menor y Laura Emilia Treviño Rosales desconocía la dirección del demandado.
La vez que lo detuvieron, hace más de una década, se encontraba con sus subordinados: Carlos Gerardo Rubio Ramírez o Carlos Gerardo Rubio Ramos; Erik Torres Ibarra o Erick Torres Ibarra o Eric Torres Ibarra, y Humberto Arévalo Covarrubias.
Al jefe de plaza lo enviaron al penal de máxima seguridad, Centro Federal de Readaptación Social No. 1 Almoloya, el Altiplano, en el Estado de México. Y desde el 6 de julio de 2018 fue fichado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas. Volvió a las calles, siguió con el Cártel del Golfo y este 22 de octubre llegó a su fin.
En 2009, sicarios se enfrentaron al Ejército para tratar de rescatar al Tigre, incluso se accionó un lanzacohetes antitanque contra los soldados, quienes repelieron la agresión y aseguraron al supuesto criminal. Doce años después de aquellos enfrentamientos, el capo se topó de nueva cuenta con fuerzas militares pero esta vez, ya no sobrevivió.
Cuatro muertos (entre ellos El Tigre) y un civil, dos heridos y cuatro detenidos dejaron, la noche del viernes, varios enfrentamientos de delincuentes con la Policía y el Ejército mexicano ocurridos en el estado de Tamaulipas. Además, indicaron que se registraron incendios de vehículos, bloqueos provocados por los delincuentes y pánico entre la población de la ciudad de Matamoros.
El Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que los enfrentamientos comenzaron cuando personal militar y de la Policía estatal que patrullaban por la ciudad de Matamoros ubicaron varios vehículos sospechosos a los que le marcaron el alto.
Los tripulantes de los vehículos no respetaron la orden y emprendieron la fuga desatándose una persecución e intercambio de disparos por diversos rumbos de la ciudad.
Para evitar la detención, los miembros del CDG ordenaron realizar “narcobloqueos” en 15 puntos de las principales avenidas de la ciudad, para lo cual sus vigilantes robaron vehículos y camiones pesados así como del transporte público, que incendiaron sobre las avenidas.
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