Lo que debes saber sobre las miles de piezas arqueológicas encontradas en Tramo 1 del Tren Maya

Las investigaciones de especialistas del INAH señalan que las personas que se asentaron en esa zona de Tenosique, Tabasco, habrían tenido un estatus alto

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Parte de los hallazgos del INAH en el Tren Maya  (Foto: INAH)
Parte de los hallazgos del INAH en el Tren Maya (Foto: INAH)

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que durante los trabajos de construcción del Tramo 1 del Tren Maya en el estado de Tabasco se encontraron vestigios de la ocupación prehispánica en la zona de Tenosique.

La dependencia detalló este jueves 21 de octubre que especialistas están haciendo salvamentos arqueológicos en colaboración con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), a la par que continúan con la obra insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Tras recorridos en superficie con herramientas como georreferenciación mediante GPS, la topografía con tecnología satelital y el uso de sensores LIDAR, en el Tramo 1 de la obra, que va de Palenque, en Chiapas, a Escárcega, en Campeche, han identificado, 2,482 vestigios arqueológicos en la periferia del Tren Maya.

De acuerdo con las arqueólogas de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH y del Centro INAH Yucatán, Ileana Echauri Pérez e Iliana Ancona Aragón, respectivamente, los registros abarcan desde montículos y nivelaciones domésticas hasta basamentos con arquitectura compleja.

INAH está trabajando en los hallazgos  (Foto: INAH)
INAH está trabajando en los hallazgos (Foto: INAH)

Según indican, tanto los monumentos arqueológicos como los de tipo mueble permiten ampliar el conocimiento de la vida cotidiana, el comercio e intercambio cultural maya que existieron hace siglos.

Silvianne Boucher Le Landais, investigadora del Centro INAH, refirió que en el Tramo 1 resaltan dos áreas de especial interés: la primera se encuentra hacia los kilómetros 74 y 86 de la vía, al norte de la ciudad de Tenosique, en las proximidades de comunidades como El 20 y Mactún.

“El análisis preliminar de la cerámica indica una larga ocupación en la zona explorada, o por lo menos en las 15 estructuras intervenidas. La ocupación va del periodo Preclásico Medio (700-300 a.C.), aumentando significativamente durante el Preclásico Tardío (300 a.C.-250 d.C.), registrando una disminución en las cerámicas del Clásico Temprano (250-600 d.C.) y un nuevo auge en el Clásico Tardío (600 - 850 d.C.)”, informó.

Sus investigaciones señalan que hubo agrupaciones humanas viviendo ahí en la época Preclásica, pues han hallado vasijas de cerámica para actividades cotidianas y suntuarias.

Miles de piezas han sido encontradas (Foto: TrenMayaCamp)
Miles de piezas han sido encontradas (Foto: TrenMayaCamp)

“Un contexto interesante del periodo Clásico Temprano, es una ofrenda compuesta de un cajete y una vasija vertedera, ambas con cuatro soportes mamiformes -representan los senos de una mujer-, los cuales se fechan hacía la transición del Preclásico al Clásico, conocida en la región como Protoclásico”, detalló.

El INAH señala que aunque han encontrado dichos objetos en escombros, pero lo más recurrente es que aparezcan en entierros, cuevas y contextos rituales, lo que indicaría que los soportes fueron usados por la élite gobernante en momentos políticos o religiosos importantes.

Respecto a la vasija vertedera, señalan que pudo usarse para compartir líquidos preciados para los mayas como el chocolate o esencias. Otro hallazgo relevante fue el de una ofrenda compuesta por seis vasijas (clasificadas como cajetes) colocadas una sobre otra, con dos de ellas fungiendo como tapa. “Esta deposición es particular y no se reporta de modo usual en otros contextos arqueológicos”, explicó Iliana Ancona.

Las arqueólogas detallan que durante el Clásico Tardío, en esta región se asentaron grandes centros políticos, por ello, las estructuras tienen diversidad en sus materiales cerámicos, además de la posición privilegiada del sitio, cerca de ríos que debieron facilitar el intercambio de bienes y el comercio a larga distancia.

Las piezas y cuerpos apuntarían a una zona donde habitaban personas de élite (Foto: INAH)
Las piezas y cuerpos apuntarían a una zona donde habitaban personas de élite (Foto: INAH)

“Las comunidades del Clásico Tardío tuvieron amplia diversidad en sus vasijas de cerámicas, las cuales podemos agrupar como: locales de la región Usumacinta, de la región de Palenque, de tradición petenera y de la región de la cuenca de Candelaria; indicio de un alto grado de interacción en la época prehispánica”, dijo Ileana Echauri.

La segunda área se denomina Boca del Cerro y se localiza en la ribera del río Usumacinta; fue parte de una área habitacional asociada al sitio arqueológico Panjalé, dependiente de Pomoná y punto clave en el control de las mercancías de sitios asentados a lo largo del Usumacinta, así como de otras regiones de Mesoamérica.

El INAH dijo que el material arqueológico de Boca del Cerro encontrado fue llevado a limpieza y restauración. Los especialistas han logrado clasificar aproximadamente 8,000 fragmentos de cerámica y 14 vasijas completas, provenientes de cinco monumentos en los que se identificaron hasta siete etapas constructivas.

Los especialistas trabajan mientras continúan las obras del Tren Maya (Foto: Twitter @TrenMayaMX)
Los especialistas trabajan mientras continúan las obras del Tren Maya (Foto: Twitter @TrenMayaMX)

En suma, en las dos áreas han recuperado aproximadamente 80 entierros humanos que, en algunos casos, presentaban deformaciones craneanas e indicarían que tuvieron un mayor estatus social.

Los objetos tipo mueble hallados en el Tramo 1 del Tren Maya, incluye 30 vasijas completas y más de 60,000 fragmentos cerámicos que se han trasladado a un laboratorio en Escárcega, para su análisis, restauración y resguardo. Las piezas completas se ingresarán al Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH, para que posiblemente sean expuestas al público en museos del país, principalmente a los de Tabasco.

“Las investigadoras subrayan que las acciones del INAH están enfocadas en dar viabilidad a la obra, simultáneamente al establecimiento de medidas de protección para los bienes arqueológicos. ‘La obra del Tren Maya constituye una importante oportunidad de investigación, a través del salvamento arqueológico, con miras a ampliar el conocimiento sobre los sitios arqueológicos de las regiones que recorrerá el tren’”.

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