El error garrafal que hizo caer al “Violador serial de Periférico”

Miguel Ángel Parada, mejor conocido como el violador serial de Periférico, operó muchos años de la misma forma, respetando siempre el mismo modus operandi. Precisamente fue un cambio repentino en su forma de operar lo que lo terminó condenando y permitió a las autoridades capitalinas dar con su paradero.

El hombre buscaba a sus víctimas a altas horas de la noche, o muy temprano, cuando aún no amanecía. Primero se acercaba a ellas, les decía que lo venía siguiendo la policía y luego las amenazaba con un cuchillo. Después las abrazaba, simulando que se trataba de una amiga o su pareja, y las llevaba a un lugar oscuro (parques, zonas boscosas, estacionamientos, bajo puentes) donde las atacaba sexualmente.

Las autoridades de la fiscalía capitalina lo relacionan con al menos 27 ataques sexuales a mujeres en distintas alcaldías de la Ciudad de México desde el 2012. Se tiene registro que atacó en la alcaldía Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Benito Juárez y Cuauhtémoc.

Durante años las autoridades hicieron al menos ocho retratos hablados que fueron obtenidos gracias a la declaración de las víctimas. También recabaron muestras de su ADN y rescataron capturas tomadas por las cámaras de seguridad de la ciudad. Sin embargo, aún con toda esta información, durante mucho tiempo no pudieron dar con el agresor.

La Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) llegó incluso a creer que había muerto de coronavirus. Después descubrieron que el tiempo que estuvo inactivo se debió no a la infección del virus, sino a las restricciones de la pandemia. También se supo que entre 2012 y 2013 dejó de operar porque estuvo en la cárcel acusado de robo.

Antes de la captura definitiva, las autoridades capturaron a por lo menos tres sospechosos. Sin embargo, los análisis de ADN terminaron descartando a cada uno de ellos. El primero fue un policía bancario al que arrestaron en el Bosque de Chapultepec por agredir a una mujer. El segundo fue un sujeto detenido en la alcaldía Miguel Hidalgo. Y el tercero fue otro hombre arrestado por atacar sexualmente a una mujer en un parque de Polanco.

La fiscalía incluso creó un Grupo Especial de Búsqueda para su localización. Una noche, tras varios meses de búsqueda, las autoridades lo visualizaron en una de las zonas recurrentes en las que operaba. Sin embargo, por increíble que parezca, el sujeto se les escabulló corriendo.

Posteriormente, a través de un análisis de cámaras, se supo que abordó un camión del transporte público y se traslado a la plaza comercial Parque Delta, ubicada en los límites de las alcaldías Cuauhtémoc y Benito Juárez. Ahí mismo intentó atacar a otra mujer, pero no tuvo éxito.

La noche del pasado 8 de octubre cometió su último ataque, precisamente en la alcaldía Benito Juárez. Esa vez agredió a una mujer en un parque y posteriormente escapó. Sin embargo, a pesar de que siempre utilizaba un camión para huir de la escena, aquella vez optó por tomar un taxi.

Esto permitió a las autoridades seguir a la unidad y seguir su trayectoria hasta un domicilio de la alcaldía Álvaro Obregón. Con esta última ubicación finalmente lo encontraron y lo aprehendieron la noche del 10 de octubre.

De acuerdo con Ernestina Godoy Ramos, titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), estaría relacionado con al menos 32 ataques contra mujeres.

Godoy Ramos dijo que de acuerdo con labores de gabinete y campo, pruebas de genética, modus operandi, confrontamiento de voz y reconocimiento visual de las víctimas, el personal de la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales ha podido establecer de forma directa a “Miguel Ángel” con 15 carpetas de investigación, por las que el representante social solicitará órdenes de aprehensión por esos casos.

Como parte de las primeras indagatorias, los agentes a cargo del caso determinaron que la madre de Miguel “N” sufría violencia física por parte del padre. El imputado todavía vivía con sus progenitores, a pesar de que tiene 56 años. Presuntamente, la señora tenía conocimiento de los ataques de su hijo, pero nunca intentó comunicarse con las autoridades para señalarlo.

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