El fiscal General de la República en México, Alejadro Gertz Manero, no se aleja del ojo del huracán. Y menos después de que hace algunos días el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya –actualmente procesado por actos de corrupción durante su gestión en dicha paraestatal– fue sorprendido comiendo en un restaurante de un exclusivo barrio de la Ciudad de México. El motivo: Gertz Manero fue quien negoció con Lozoya Austin y autorizó que pasará su proceso fuera de prisión “a cambio” de los demás implicados y las pruebas que él pudiera aportar en el caso.
Sin embargo, de manera pública, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador mostró su indignación por la escena de Lozoya que, prácticamente, ponía en duda su postura anticorrupción al enviar una clara prueba de impunidad. “No es ilegal, pero es inmoral”, fueron la palabras del mandatario hacia la opinión pública. Pero hay quienes señalan que de puertas para dentro, la cosa fue más, ya que aunque si bien no hubo ultimátum alguno para el actual fiscal, sí hay la posibilidad de que se está preparando la antesala para su salida.
Este martes, el periodista Salvador García Soto ha señalado que han habido ciertos cambios al interior de la FGR que estarían relacionados con un el posible revelo del fiscal. El columnista hace especial énfasis en que en los pasillos de la dependencia ya hay todo tipo de rumores que apuntarían al futuro del fiscal. Aunado a eso hay un par de nombramientos que dejan mucho que pensar, señala: las nuevas Ministerios Públicos federales, Beatriz Adriana Aréchiga Bermúdez y Estefanía Arzate Bandan.
Y es que según cuenta el columnista del diario mexicano El Universal, amabas funcionarias son provenientes de la fiscalía estatal de Chihuahua. Y ahí es donde todo agarra forma ya que ellas fueron piezas claves en el equipo de Javier Corral, quien recientemente, pese a su línea panista, se ha pronunciado a favor de López Obrador y su Cuarta Transformación, Además García Soto destaca la cercanía que Corral tiene con otro personaje que resulta clave en toda esta ecuación, ya que es bien sabido que es enemigo natural de Gertz Manero y que además su nombre ha sonado mucho como opción para dirigir la FGR, deseo que él mismo ha manifestado en el pasado: Santiago Nieto, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Entonces se cree que los nuevos nombramientos serían “parte de una avanzada que buscaría ir minando e infiltrando al actual equipo de Gertz Manero con miras a un relevo”, señala el periodista, agregando que ambas funcionarias cuentan desde ya con todo el apoyo de Santiago Nieto. Incluso habría dos adquisiones más en la FGR, en las próximas semanas. Se trataría del exfiscal de Chihuahua, César Peniche, quien, apunta el columnista, ya hace pruebas y exámenes de confianza para un puesto en la FGR,
El mismo Javier Corral sería el otro funcionario que se sumaría a la dependencia federal como fiscal anticorrupción, ambas posibilidades, de igual manera, “confirmarían que hay en marcha una estrategia para ‘cercar’ e ‘infiltrar’ al fiscal Gertz Manero y comenzar a tomar el control de la Fiscalía”, insiste el columnista, agregando que partiendo del vínculo entre Nieto y Corral “no sería difícil adivinar de dónde viene la estrategia y hacia donde apuntaría un posible relevo del fiscal”.
El periodista Raymundo Rivapalacio también toca dicha polémica en su columna de este lunes, aunque él sí apuntaba a una llamada de atención, incluso un regaño del presidente al jefe de la FGR. El periodista explicaba que este hecho mancha la lucha contra la corrupción que ha sido la bandera del gobierno del mandatario. Debido a ello, su enojo fue considerable y mucho más intenso de lo que López Obrador dejó ver durante su conferencia de prensa matutina, donde calificó el actuar de Lozoya Austin como “inmoral”, “imprudente” y un “acto de provocación”.
El columnista también señalaba que a causa del regaño, que casi que fue evidente cuando el presidente se pronunció de manera pública, “el fiscal está echando espuma por la boca”, por lo que incluso podría cambiar su estrategia respecto al caso de Lozoya.
El reclamo en general por las fotografás de Lozoya en un restaurante de Las Lomas, se viró a Gertz Manero, que dirige la dependencia que estableció una negociación con la defensa del exfuncionario para que, en resumidas cuentas, enfrentara en libertad condicional el proceso que tiene en su contra. Tiene un brazalete solamente, se supone que desde agosto de 2020, cada 15 días, se presenta ante un juez y no tiene permitido salir de la Ciudad de México. Esas son su condiciones, a diferencia de muchas otras personas que por delitos menos graves enseguida son puestas tras las rejas, que es el argumento de la indignación colectiva.
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