El lunes la Ciudad de México entró al semáforo epidemiológico verde, el nivel de riesgo más bajo en el que ha estado desde que comenzó la pandemia por COVID-19. Ante ello, el coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), William Lee Alardín, asegura que ya es momento de ir aumentando los aforos de manera segura.
Los comentarios de Lee Alardín ocurrieron en el marco de la designación de la nueva directora del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM a María Soledad Funes Argüello. Con la entrada de esta nueva dirigencia, el coordinador de Investigación Científica también anunció que
“Hoy comenzamos labores en el marco del semáforo epidemiológico de color verde, así que las y los invito a regresar a los laboratorios, unidades, aulas y oficinas con entusiasmo y entrega, recordando siempre que debemos ser cuidadosos, porque existe la posibilidad de nuevos repuntes de contagios, en cuyo caso deberemos actuar en consecuencia”.
Este anuncio, por el momento, es válido sólamente para el personal que realiza actividades en el IFC. Por otro lado, la convocatoria para el regreso generalizado de clases y actividades presenciales en la UNAM todavía no se ha lanzado. Aún así, en la UNAM ya se habla también del regreso seguro, en el marco del semáforo verde.
En un comunicado, la UNAM anunció que “Ahora, con el cambio del semáforo sanitario a verde, la Universidad está ya en posibilidades de incrementar gradualmente la presencia física de los estudiantes, así como del personal docente y administrativo”.
Ya desde hace algunas semanas, algunas entidades universitarias comenzaron a anunciar regresos graduales a las clases presenciales. Con esta transición, las intenciones de la UNAM de regresar a las aulas son más claras. Aún así, quienes toman las decisiones respecto al aforo de cada plantel así como las medidas de seguridad, son los consejos técnicos de cada facultad.
Además de un regreso gradual, la UNAM hace énfasis en que el uso del cubrebocas será obligatorio para toda la comunidad universitaria. La sana distancia deberá observarse en todo momento y las actividades se llevarán a cabo en espacios físicos bien ventilados.
Mientras que las mascarillas serán obligatorias, la universidad también aclara que la asistencia para las y los estudiantes que no han recibido ningún tipo de vacuna es voluntaria. Para esos casos se pondrán disponibles las modalidades a distancia de estudios, así como otras opciones mixtas, durante el tiempo que sea necesario.
Pese al optimismo, todavía hay algunas preocupaciones entre académicas y académicos de la Máxima Casa de Estudios. Para María Soledad Funes Argüello, quien estará al frente del IFC hasta el año 2025: “El futuro inmediato no se vislumbra sencillo, ni para la investigación científica, ni para el IFC en particular; considero que debemos fomentar una cultura de colaboración para fortalecer nuestras investigaciones, construir alternativas creativas para recuperar la continuidad de nuestro trabajo y estar preparados para las adversidades que se avecinan”.
Las autoridades universitarias aseguran que “La UNAM nunca se detuvo ni se detendrá” y que durante los próximos meses y semanas, con los avances en vacunación a nivel nacional y el descenso en los indicadores relativos a la pandemia, la universidad dará “pasos firmes y seguros hacia la normalización total de la vida académica”.
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