Desde una autoexploración hasta qué hacer al solicitar una mastografía, expertos en el tema revelaron cuáles son las principales recomendaciones para detectar a tiempo el cáncer de mama, enfermedad que dejó 7,880 muertes en 2020.
Ante ello, en el marco del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, daremos a conocer cuáles son los tips para llevar una buena rutina de revisión personal en su cuerpo y qué se pide al asistir a una mastografía.
Antes que nada es importante recordar que la mastografía es un estudio de radiología que emite rayos equis pero a baja intensidad, es decir, menos radiación que la que se incluye al realizar una de tórax o de hueso. Se trata de un control de mamas que sirve para la detección de cáncer.
De acuerdo con Julián Ríos Cantú, CEO y fundador de Eva PACS, empresa mexicana que permite digitalizar un gran flujo de estudios radiológicos, este proceso lo deben realizar mujeres de más de 40 años de edad, principalmente.
¿Cuáles son las recomendaciones al solicitar una mastografía?
-Acudir sin ningún tipo de desodorante, loción o crema en el área de las axilas o senos, ya que estas normalmente tienen micropartículas metálicas que pueden ocasionar algún tipo de confusión con una calcificación o microcalcificación.
-No haber tomado baños de sol o exposición directa al sol en el área de los senos en por lo menos tres o cinco días.
-Si la mujer está lactando deberá comentarlo al técnico, ya que el procedimiento se ejecuta de una manera distinta.
-El estudio no es recomendable para mujeres embarazadas, en este caso deberán realizar un ultrasonido de mama.
¿Cómo revisarnos?
Por su parte, se recomienda realizar una autoexploración mamaria mensual a partir de los 18 años, siete días después de la menstruación, examen mamario anual a partir de los 25 años o una mastografía anual a partir de los 40 años.
Incluso, Laura Tirado Gómez, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que al realizar la exploración se debe buscar una protuberancia en el seno.
Los síntomas más importantes son: la coloración de la piel cambia, se vuelve grisácea o con superficie de naranja; puede presentarse una “umbilicación”, es decir, se esconde dentro de la mama, esto es señal que el tumor crece y retrae el pezón hacia adentro.
La autoexploración de rutina debe realizarse siete días después de iniciada la menstruación. “Esto porque días antes la mama está turgente por la retención de líquidos, a la semana ya está flácida y se puede explorar más fácilmente”. En cambio, las mujeres que ya no menstrúan pueden fijar la palpación cualquier día del mes.
Se recomienda también revisar axilas y cuello porque estas protuberancias no son exclusivas de los senos, también pueden aparecer en estas otras áreas debido a que existen ganglios diseminados.
“Cuando palpamos estas zonas podemos detectar ganglios inflamados a nivel de axilas o cuello, se debe acudir al médico para ver por qué se inflamó, de hecho, podría ser un cáncer de mama incipiente”.
En caso de que la mujer descubra alguna bolita en el seno, cuello o axila debe acudir inmediatamente al médico para que la explore y vea el tamaño.
“Entre más pequeña sea la bolita el pronóstico de la enfermedad será mejor, pero entre más grande sea mayores problemas habrá”. El médico realizará una mastografía o ultrasonido para identificar las características de esa tumoración, explicó.
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