Carlos Cabal Peniche es un empresario ampliamente conocido por su operación del Banco Unión-Cremi, que fue intervenido por el Fobaproa en los noventa.
El 13 de julio del año pasado, los empresarios mexicanos Carlos Cabal Peniche y Alejandro del Valle incurrieron en un fraude para “salvar” de la quiebra a la empresa Interjet, una aerolínea que perdió cerca de 2 mil 803 millones de pesos.
De acuerdo con el ejercicio fiscal de cada año, en 2019 y con información de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), la empresa Interjet declaró pérdidas exorbitantes.
Para esto, Cabal Peniche optó por ayudar a la aerolínea, ofreciéndoles dinero para pagar su deuda con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y otros acreedores. De la misma manera, Alejandro del Valle era socio de Interjet y se encontraba salvaguardando los intereses de la empresa y mejorando la calidad de su servicio a favor de los pasajeros.
Sin embargo, en mayo de 2021, la financiera Crédito Real denunció penalmente por fraude genérico a Carlos Cabal Peniche, su esposa Teresa Pasini Bertán y Alejandro de Valle por el incumplimiento de los pagos a que estaban obligados debido a un préstamo que no finiquitaron en tiempo y forma.
Poco tiempo después, Del Valle fue arrestado por agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México mientras que Cabal Peniche se encuentra prófugo.
Ambos son perseguidos por un fraude relacionado con otro de sus negocios: la compra de Radiópolis, para la cual solicitaron el préstamo con Crédito Real, presuntamente obtenido con información falsa y que no han liquidado. Este hecho dejó a la deriva a Interjet, pues no sólo no lograron salvar a la empresa sino que ahora no tienen control sobre ella pues sus problemas crecieron al punto de verse envueltos en un caso legal.
En la industria de las aerolíneas, la entrada de estos dos personajes tomó por sorpresa a quienes han estado en el sector por mucho tiempo, pues ninguno de los millonarios tenía conocimientos profundos del área.
Por una parte, Del Valle tenía negocios en el sector de call center, mientras que Cabal Peniche es un empresario que se dedicaba ampliamente a operar con el Banco Unión-Cremi, entonces se podía concluir que ninguno tenía experiencia en el negocio aéreo, factor que despertó la atención de los críticos y académicos, quienes intuyeron que las intenciones de ambos millonarios eran reestructurar la administración. Sin embargo, los problemas comenzaron muy pronto.
Después de anunciar Interjet su salvación, Cabal Peniche decidió retirar su capital y separarse de Del Valle, hecho que desmoronó el camino de la aerolínea. A la par, los dos empresarios tomaron la decisión de mantener un bajo perfil, lo que evidentemente resultó sospechoso.
Pronto, con la deuda de Interjet y los problemas de los magnates, inició una huelga dentro de la aerolínea por la que ninguno de los responsables tomó responsabilidad. No obstante, se había aclarado ante la prensa que había varios fondos de inversión interesados en capitalizar a Interjet para que volviera a operar para julio. Sin embargo, estas inversiones tampoco llegaron y la empresa no ha continuado con sus operaciones en los aires.
A esta problemática, se suma el trato de Carlos Cabal Peniche con Crédito Real, que se le consideró un fraude por lavado de dinero y por el que ha sido detenido. Sin embargo, ha llegado a un acuerdo para pagar a Crédito Real, pidiendo cancelar las órdenes de captura contra él y su esposa.
En dicho acuerdo, no se contempla al empresario Alejandro del Valle, quien está bajo prisión preventiva justificada, derivado de un presunto fraude.
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