Aquel Jueves Negro todo estuvo planeado. Los pistoleros del Cártel de Sinaloa que literalmente tomaron como rehén a la ciudad de Culiacán sabían perfectamente qué era lo que tenían que hacer.
“No fue algo improvisado. Vimos una estrategia planeada con tiempo. Se notó que traían un itinerario. Meterse al complejo de los militares, liberar a los presos del penal de Aguaruto, asaltar el cuartel militar, tomar las casetas. Estaban dando instrucciones. Ellos sabían qué hacer y lo hicieron”, dijo el sociólogo y catedrático Tomás Guevara en El día que perdimos la ciudad.
El documental, elaborado por los periodistas sinaloenses Marcos Vizcarra y Luis Brito, y producido por la organización civil Iniciativa Sinaloa A.C., con apoyo del Fondo Resiliencia, un programa de Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI TOC, por sus siglas en inglés), reconstruye a base de imágenes y testimonios los hechos ocurridos aquel fatídico 17 de octubre.
Las imágenes hablan por sí solas: civiles abarrotando la vía pública, madres aterrorizadas llevándo a sus hijos en brazos, las plazas comerciales convertidas en caos, sicarios en camionetas tirando balazos contra los elementos de la policía y el Ejército.
“Cuando estoy informando en ese momento que hay una balacera, escucho y veo por el retrovisor una camioneta blanca que arriba tenía un chorro de lumbre... Era el rifle que traían arriba, con el que le estaban tirando a los militares que estaban enfrente de mí”, recordó el periodista Ernesto Martínez, del portal Línea Directa. “Yo pensé que no iba salir vivo de ahí”.
Aquel día las balaceras se multiplicaron y varios vehículos (carros particulares, camiones, pipas) ardieron en las principales avenidas. Durante horas, los hombres del cártel recorrieron la ciudad atacando al Ejército hasta hacerlo retroceder. Algunos testigos fueron alcanzados por las balas y resultaron heridos, otros tuvieron que esconderse donde pudieron.
El motivo: Ovidio Guzmán López, hijo y heredero de Joaquín el Chapo Guzmán, había sido capturado por un grupo de militares. Sin embargo, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador terminó “doblando las manos” ante el poder fáctico que — en unas cuantas horas— mostró el Cártel de Sinaloa, el cual es considerado por las autoridades estadounidenses como el más poderoso del país.
“Alrededor de las 4 o 5 de la tarde supongo que liberaron a Ovidio, porque uno de los hombres gritó a los cuatro vientos “¡ya chingamos, ya lo liberaron!” y empezaron a disparar al aire a modo de celebración”, relató el periodista Jesús Bustamante.
A lo largo de 34 minutos, los periodistas muestran las imágenes de los hechos que muchos sinaloenses calificaron como ‘el evento criminal más impactante en la historia de Sinaloa’.
“Cuando salías percibías un olor a plomo, a pólvora, veías carros quemados, escuchabas muchos disparos, veías cuerpos tirados... El factor sorpresa fue determinante en esta situación, la mayoría de los sicarios eran jóvenes”, relató Ernesto Martínez.
El saldo de aquellos estragos ocasionados por la fracasada acción militar del 17 de octubre de 2019, sigue en suma. De acuerdo con la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV) que desde aquel año han atendido 44 casos — el de tres personas fallecidas, cinco lesionadas, cinco robos de autos, 24 vehículos dañados y 2 locales comerciales.
El día que perdimos la ciudad puede verse de manera gratuita en la cuenta de Youtube de Iniciativa Sinaloa desde el pasado domingo 17 de octubre, y estará disponible todo lo que resta del mes.
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