Tras los implícitos destapes del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y con el 2022 a la vuelta de la esquina, las teorías ya comienzan a escarbar el terreno político en busca, principalmente, de la o el posible candidato que relevaría al tabasqueño en cara a la presidencia del 2024.
Y es que el pasado 13 de octubre, Marcelo Ebrard Casaubón, secretario que vislumbró como uno de los caballos de Troya para Morena, confirmó que participará en el proceso interno para las codiciadas elecciones.
“Yo voy por el proceso en Morena, no tengo pensado en otro escenario, y voy a participar en lo que Morena determine”, señalaba en una entrevista para Radio Fórmula.
No obstante, a pesar que el canciller agradeció al mandatario por “contemplarlo” entre sus opciones, Raymundo Riva Palacio aseguró, en su columna para Eje Central, que existe otra pieza en el tablero a la cual López Obrador ya le apostó: Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX).
Es así que, con una aspirante indirectamente ratificada, pero con dos fuertes también en la línea de salida (Ebrard y el senador morenista, Ricardo Monreal) y en sutiles trabajos de precampaña, el cuestionamiento del periodista va a la resistencia que estos dos demostrarán en cara al 2024, en una contienda donde cada uno cuenta con sus respectivas aprobaciones, menos la del presidente.
El columnista reiteró que Ebrard no cederá a las presiones de AMLO por dejar libre el camino a Sheinbaum, pues, “por razones de edad”, Morena figura como el “todo o nada” para sus aspiraciones, las cuales le habrían sido arrebatadas por el mismo tabasqueño en 2012 durante su milicia en el Partido Revolución Democrática (PRD): “Eso no se va a volver a repetir”, relata Raymundo.
“Para el 2024 tendrá 65 años, y 71 en 2030, si volviera a chicarse ante López Obrador. Sus cercanos señalan que Ebrard ha dejado claro que esta sucesión será a última en la que compita (...) Para el canciller, las cosas están más que claras”.
Por esa razón, dice el columnista, Toluca fue el punto de arranque de su campaña tras sostener un encuentro privado con colaboradores, en un esfuerzo - entre líneas - por empezar a consolidar grupos de trabajos y gestionar reuniones con grupo de intéres; empresarios, entre ellos.
Pero dicha estrategia, señaló Raymundo, ya la había anticipado Ricardo Monreal desde antes del azote de la pandemia del COVID-19, en un previo por identificar cuáles empresarios “jalarían” con el partido guinda. Esto, dijo, al plantearles si “querían a alguien radical y rupturista, o referían a un negociador”; lo que también refleja “mayor autonomía” del senador en sus declaraciones y hechos.
“A diferencia de Ebrard (...) Monreal ha mostrado mayores rangos de autonomía, en declaraciones y hechos, escudado en que es miembro de otro poder (...) y que ha cumplido con el presidente sacando la mayoría de las reformas que quería”, expresó el columnista.
Sin embargo, aún cuando el senador cuente con el respeto y el canciller con el reconocimiento de López Obrador, Riva Palacio asegura que ambos cargan con un historial político que los pone en desventaja ante Sheinbaum, quien, señaló, “es la que menos equipaje carga de los tres para bien y para mal”.
Por esa razón, que el Jefe del Ejecutivo estaría optando por recaer en la gobernante para su relevo, gracias a que, explica, ella no cuenta con “pasados controvertidos o relaciones peligrosas” y que la presidencia ya se ha encargado de enterrar la controversia de la línea 12.
“Tiene lo más importante que se necesita: el apoyo de López Obrador y la voluntad del presidente de encaramarla en la Presidencia para que sea ella, o él atrás, quien continúe su llamado proyecto de transformación”.
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