La furia del “Mayo” Zambada y la estrategia del Cártel de Sinaloa luego del 11S: las revelaciones en Texas

El juicio contra dos ex capos ha destapado la corrupción con policías de Ciudad Juárez, cómo fue que ayudaron a transportar ganancias, droga y protegieron al grupo criminal en un escenario de narcoguerra brutal para el resto de la población

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Ismael Zambada García nunca ha pisado la cárcel y a mediados de septiembre pasado se triplicó la recompensa por su paradero de cinco a 15 millones de dólares (Foto: Oficina del Departamento de Estado de EU)
Ismael Zambada García nunca ha pisado la cárcel y a mediados de septiembre pasado se triplicó la recompensa por su paradero de cinco a 15 millones de dólares (Foto: Oficina del Departamento de Estado de EU)

Dos miembros del Cártel de Sinaloa están siendo juzgados en Texas a una década de los asesinatos y conspiraciones para el narcotráfico que les son atribuidos, pero más allá de casos particulares, han resaltado revelaciones sobre la estrategia del grupo criminal en Chihuahua.

Desde el reciente 4 de octubre comenzó el juicio en contra de Arturo Shows Urquidi, el Chous, extraditado en junio de 2018; y Mario Iglesias Villegas, el 2, Delta y/o Terremotito, ejecutado frente a la Fiscalía de Chihuahua en su delegación de Ciudad Juárez el 26 de agosto del mismo año en que su cómplice fue enviado a territorio estadounidense.

Según los informes del periodista Aaron J. Montes para KTSM y Border Report, se han presentado una suma de testimonios que permiten entender cómo operó el Cártel de Sinaloa de la mano de José Antonio Torres Marrufo, el Jaguar, detenido en 2012, extraditado en mayo de 2019 y señalado por fundar el brazo armado de Gente Nueva para hacer la guerra al Cártel de Juárez, la Línea y los Aztecas; esto último, con ayuda de las pandillas Artistas Asesinos y Mexicles.

Incluso, los testigos han corregido la versión sobre el Jaguar, pues las acusaciones en contra de este cabecilla señalaban que era un traficante independiente de marihuana en Villa Ahumada antes de 2007 y 2008. Pero el ex agente de Ciudad Juárez, David Sánchez Hernández, relató que Torres Marrufo era sicario de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, al menos en 2005.

Sánchez Hernández fue detenido en marzo de 2017 y enviado a Texas en agosto de ese mismo año. El ex policía municipal se remontó a las tensiones entre el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa desde principios del 2000, poco después de que el máximo jefe de la primera organización, Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los cielos, falleciera por una cirugía estética mal practicada en 1997.

Una suma de testigos han comparecido a lo largo de la última semana para sustentar los crímenes de Torres Marrufo (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)
Una suma de testigos han comparecido a lo largo de la última semana para sustentar los crímenes de Torres Marrufo (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)

De acuerdo con el testigo, el Cártel de Juárez era dirigido por Juan Pablo Ledesma Rodríguez, JL, a inicios del milenio, aunque siempre se le consideró un mando secundario, después de Vicente Carrillo Fuentes, el Viceroy, identificado como quien asumió la jefatura a la muerte de su hermano Amado.

Tal como lo declaró en 2018 Reynaldo Zambada García, el Rey, en el juicio de su socio, el Chapo Guzmán, Ledesma Rodríguez fue el principal enemigo del Cártel de Sinaloa; esto último quedó ratificado por el ex policía corrupto, Sánchez Hernández.

Pero el problema con JL se desató porque quería estar al pendiente de cuánta droga cruzaban los sinaloenses por la ruta de Ciudad Juárez al Paso. Le interesaba conocer qué autoridades prestaban protección a los antiguos aliados del Señor de los Cielos.

Eso terminó por desatar la furia de Ismael Zambada García, el Mayo, considerado máximo cabecilla del Cártel de Sinaloa y quien jamás ha pisado la cárcel en más de cuatro décadas de carrera criminal. Finalmente sería el Chapo Guzmán quien tomaría cartas en el asunto y mandó a dos de sus sicarios para asesinar al JL, entre ellos a Torres Marrufo, el Jaguar.

Pero el enviado de Guzmán Loera fue capturado y golpeado. Corría el año de 2005 y el policía municipal se enteró que el Jaguar estaba secuestrado. Tan pronto como pudo avisó al Mayo Zambada.

(Gráfico: Jovani Pérez Silva)
(Gráfico: Jovani Pérez Silva)

Cabe apuntar que en septiembre de 2004 fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes, el Niño de oro, hermano del clan del Cártel de Juárez. Sicarios le dispararon junto con su esposa mientras salía de una plaza comercial en Culiacán. Los dos hijos que les acompañaban sobrevivieron. Esa ejecución fue atribuida al Chapo Guzmán, pero la alianza con el Viceroy siguió.

Para el 31 de diciembre del mismo año, José Ramírez Villanueva mató a balazos a Arturo Guzmán Loera, el Pollo, hermano del Chapo Guzmán, mientras aquel hablaba con su defensor en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México. Esto fue calificado como represalia por el Niño de Oro, pero también se apuntó una acción coordinada por Osiel Cárdenas Guillén, líder enemigo del Cártel del Golfo.

Cuando el Mayo Zambada se enteró que el Jaguar estaba secuestrado convocó a un encuentro con el JL. La tensión entre bandos había crecido. Ledesma Rodríguez se presentó ebrio a la reunión realizada en la estación 44 de Ciudad Juárez y mantenía una actitud hostil.

Finalmente, el Cártel de Juárez terminó por entregar a José Antonio Torres Marrufo, pero luego de ello, Zambada García habló con sus seguidores en Chihuahua, planteó que la narcoguerra sería inminente y los operadores debían ponerse a salvo del derramamiento de sangre. Unos huyeron a la Ciudad de México, otros a Culiacán y algunos más se refugiaron en Mexicali, Baja California.

Por su parte, el policía David Sánchez Hernández confesó haber matado a una decena de personas, así como su colaboración en diversos secuestros y en el entierro de 30 cadáveres. Uno de los hombres que ejecutó fue a Tiscareno, por orden directa del Mayo Zambada, quien no estaba de acuerdo con sus operaciones para el Cártel de Sinaloa.

Urquidi está siendo procesado en la Corte del Distrito Occidente de Texas (Foto: DEA)
Urquidi está siendo procesado en la Corte del Distrito Occidente de Texas (Foto: DEA)

Sin embargo, esto apenas es una muestra de las corruptelas, porque también ha testificado Ricardo Rodríguez, el Yogi, quien describió la ayuda recibida por David Sánchez Hernández para enviar droga a Miami. El Yogi se entregó en Calexico a la Administración del Control de Drogas (DEA) y ahora colabora para reducir su condena de 30 años.

Ricardo Rodríguez dijo que la policía municipal de Chihuahua ayudó a esconder cocaína y miles de dólares en casas de seguridad, incluida una en el barrio Campestre de Ciudad Juárez. Describió que cada 15 días enviaba 150 kilos de droga y eso generaba hasta 2 millones de dólares. Al paso de los años generó los lujos y oportunidades que buscaba en la vida del narco, pues llegó a tener cinco casas y 30 autos.

El Yogi señaló que Sergio Garduño Escobedo, ex comandante de la policía estatal, fue quien prestó ayuda al Cártel de Sinaloa para enviar camiones cisterna revestidos con un fondo metálico donde se ocultaba la cocaína. El cargamento llegaba a diferentes casas en Estados Unidos para evitar que todos los paquetes fueran incautados en caso de un operativo. Un agente agregó su testimonio para sustentar la ayuda prestada por el ex jefe policial.

Garduño Escobedo es identificado como quien pagó el impuesto al Cártel de Juárez para que los operadores del Mayo Zambada y el Chapo Guzmán pudieran cruzar la mercancía ilícita de ida y vuelta, incluidas armas y ganancias.

Pero el Cártel de Sinaloa tuvo qué recurrir a ese método de entrega, porque soldados mexicanos desmantelaron pistas de aterrizaje clandestinos al sur de la frontera con EEUU. La Secretaría de la Defensa Nacional actuó de esta manera luego de que los vecinos del norte proporcionaran toda la información sobre los aeródromos del grupo criminal.

Por años los narcos usaron rutas aéreas, pero cambiaron de estrategia para enviar drogas luego del 9/11 (Crédito: Cortesía @capital21)
Por años los narcos usaron rutas aéreas, pero cambiaron de estrategia para enviar drogas luego del 9/11 (Crédito: Cortesía @capital21)

Los testimonios, según el seguimiento de KTSM y Border Report, explicaron que ese cambio de estrategia obedeció a un plan de identificación de los estadounidenses luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 vía aérea, donde células vinculadas con Osama Bin Laden hicieron estallar aviones y cobraron la vida de unas tres mil personas.

Entre las pistas clandestinas estuvieron aquellas ubicadas en el pueblo de Guadalupe, donde los mismos agentes observaban cómo eran instaladas luces para que los pilotos tuvieran una referencia al momento de aterrizar en un área desértica despejada. Luego, el cargamento era escoltado a la frontera por patrullas.

A lo largo de la semana se han presentado diversos personajes, ex operadores, agentes de seguridad y testigos protegidos que ofrecieron información sobre el Jaguar y el Cártel de Sinaloa. Incluso se admitió la cooperación de Édgar Ariel Ávalos, un traficante que decidió colaborar para la caída de Torres Marrufo luego de ser detenido con un cargamento de marihuana y aceptó llevar un celular para dar con la ubicación del capo, pero el informante terminó asesinado a balazos.

El juicio está encabezado por el juez Frank Montalvo, se desarrolla presencialmente en la sala 422 del Distrito del Paso y se prevén cinco comparecencias más hasta el próximo 21 de octubre, según el calendario de la corte para el caso EP:12-CR-00849.

Esta acusación forma parte de cargos fincados en 2012 en contra de Torres Marrufo, el Chapo Guzmán, el Mayo Zambada y otras 21 personas más. Las imputaciones principales están vinculadas con dos hechos de violencia en la década pasada.

Guzmán Loera paga una condena de cadena perpetua en ADX, Colorado, luego de ser juzgado en 2018 (FOTO: ARCHIVO/ ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.COM)
Guzmán Loera paga una condena de cadena perpetua en ADX, Colorado, luego de ser juzgado en 2018 (FOTO: ARCHIVO/ ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.COM)

En primer lugar, se alega que en septiembre de 2009, el Jaguar, Gabino Salas Valenciano, Fernando Arellano Romero y Mario Iglesias Villegas, secuestraron y ejecutaron a un ciudadano de Horizon City, Texas, para reclamarle la pérdida de una carga de 670 libras de marihuana incautada por la Patrulla Fronteriza en el puesto de control de Sierra Blanca el 5 de agosto de 2009.

Luego del secuestro, la víctima fue trasladada a Ciudad Juárez donde Torres Marrufo lo interrogó y ordenó que lo mataran. El 8 de septiembre de 2009 se descubrió el cuerpo mutilado del estadounidense en Ciudad Juárez.

El otro acto fue el secuestro y asesinato de un residente de Columbus, Nuevo México. Aquel 7 de mayo de 2010, el objetivo estaba en su boda y fue raptado junto con su hermano y su tío. Un miembro del Cártel de Sinaloa en el Paso se infiltró en la fiesta e identificó al novio. Los tres hombres fueron torturados y asesinados; sus cuerpos aparecieron abandonados días después en la caja de una camioneta en Ciudad Juárez.

Otra persona más murió en esas acciones en que se identificó la participación de Torres Marrufo, Shows Urquidi y el finado Iglesias Villegas, como parte del grupo que encabeza el Mayo Zambada.

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