Ángel Guerrero, exgobernador de Guerrero y quien estaba en funciones cuando ocurrió el acto represivo en contra de los estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa que derivó en la desaparición de 43 estudiantes, acusó que el entonces presidente Enrique Peña Nieto lo utilizó como “chivo expiatorio” en el caso.
“¿El gobernador Aguirre tuvo algo que ver? Si yo hubiera propiciado un hecho de esa naturaleza, hubiera sido como cavar mi propia tumba. ¿Por qué iba a mandar a secuestrar y desaparecer a estos jóvenes?. No tiene ninguna lógica. ¿Qué pasó? Había que buscar un chivo expiatorio porque el gobierno federal no le dio ninguna importancia a este hecho. ¿Qué le dijeron al presidente Peña? Es un tema local, es cosa de narquillos, no se meta presidente, dejé que lo atienda el gobernador”, dijo Aguirre.
Al reunirse con empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil en Acapulco, el político guerrerense incluso señaló que el gobierno de Peña Nieto minimizó lo sucedido con los normalistas.
“Cuando toma otras dimensiones dicen: “vamos a ver qué pasó en Iguala”. No sabíamos, dijeron ellos, la dimensión del problema. Yo me pregunto: si en Iguala hay un Batallón del Ejército, si en Iguala había un destacamento de la Policía Federal, si en Iguala existe una oficina de la entonces Procuraduría General de la República, si el Cisen en ese tiempo presumía que conocía segundo a segundo lo que pasaba en el país. ¿Ustedes creen que el presidente Peña no estaba enterado de lo que estaba pasando en esos momento en Iguala?”, soltó.
Aguirre Rivero dijo tener “la conciencia tranquila” en el caso Ayotzinapa, aunque reconoció que el hecho ha representado “una loza muy pesada” que ha cargado injustamente durante siete años, por lo que, aseveró, es el más interesado en que se esclarezca el caso.
Exigió que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador llame a declarar a otros exfuncionarios federales que estuvieron involucrados en la indagatoria del caso, como Jesús Murillo Karam (exprocurador de la República), Eugenio Imaz (titular del Cisen en esos momentos) y Miguel Osorio Chong (exsecretario de Gobernación), entre otros.
“Desde luego que yo soy el más interesado en que se resuelva este lamentable hecho y se aclaren responsabilidades, pero misteriosamente hay personajes que no han sido tocados ni con el pétalo de una rosa (...) No quiero pensar que hay protección para estos personajes, porque debemos ser tratados con el mismo rasero, no entiendo porque no se les ha tocado”, dijo.
Es por eso que pidió que, con las nuevas pruebas que se tienen sobre lo sucedido el 26 y 27 de septiembre de 2014, se les diga la verdad de una vez por todas a sus padres, aunque sea muy dolorosa.
Lamentó que este caso sirva para que algunas organizaciones y personas hayan encontrado su “modus vivendi” y se hayan beneficiado, como el caso de Manuel Vázquez alías ‘Omar, El 44′, quién ahora es diputado federal.
Por último, lamentó que todos los detenidos por la investigación que realizó el exfiscal de Guerrero, Iñaki Blanco, continúen presos, mientras que todos los que fueron arrestados por autoridades federales están casi todos libres.
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