El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó este miércoles que el próximo fin de semana firmará un acuerdo para regularizar a los popularmente llamados “autos chocolate” en México, sin embargo hay posturas a favor y en contra por diferentes motivos que a continuación de exponen.
“Se van a regularizar porque se usan a veces para cometer ilícitos y no hay un registro. Los vamos a regularizar todos, se va a dar un permiso, se les va a reconocer la posesión”, expresó en la conferencia matutina.
No obstante, aseguró que una gran parte de la población hace uso de estas unidades debido a que carece de recursos para adquirir uno de agencia, por lo cual, subrayó, el trámite será por una “cantidad no excesiva”; agregó que el presupuesto obtenido se destinará a los programas de bacheo.
“Van a pagar una cantidad justa (...) Vamos a hacer una inscripción de todos esos carros. Van a pagar un derecho; una contribución; una aportación y ese recurso se le va a dejar a los Estados”, dijo.
Detalló que se espera arrancar el proyecto en los estados fronterizos (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) y, una vez concluídos, se buscarán mecanismos para aplicarlo en las entidades restantes.
La AMDA rechaza la medida
El pronunciamiento fue reprobado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) al aseverar que esta regularización afectaría al patrimonio de la ciudadanía propietaria de estos vehículos, ya que disminuiría el valor ante la saturación de la oferta.
“Sólo dará pauta a la exacerbación del fenómeno (contrabando), por eso es imprescindible atacar el problema (...) en determinadas zonas del país, a través del cumplimiento de las leyes vigentes planteadas para velar por el bien común de las y los mexicanos”, expresó en un comunicado.
¿Hay cárteles aduanales?
En México se popularizaron por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994) que facilitó adquirir autos usados fabricados en Estados Unidos y Canadá.
Pero entre 2008 y 2013, una quincena de empresas ganaron amparos contra leyes y tarifas nacionales para importar autos usados a escalas nunca antes alcanzadas.
“Aquí en la frontera hicimos un negociazo con eso”, admitió el comerciante de autos Andrés Trillo en un reportaje previo.
En abril, la Unidad de Inteligencia financiera (UIF) reveló la existencia de un cartel aduanal en Baja California, que introdujo autos, armas y otras mercancías a México, en presunto contubernio con funcionarios que ya fueron separados de sus cargos.
Uno de los investigados es el agente aduanal Roberto Ruiz Armas, con patente 1656.
Ruiz está ligado a una de las 14 empresas que, una década atrás, ganaron al menos 18 juicios de amparo para importar autos a menor costo y sin algunos requisitos.
La UIF sospecha que, recientemente, una de las empresas de Ruiz Armas ganó 161 millones de pesos (unos 8 millones de dólares), por la introducción de autos y armas. Por su parte el agente aduanal Ruiz dijo que “es totalmente falso” que pertenezca a un cartel aduanal.
“Jamás se han detectado armas en una importación realizada por el suscrito”, dijo en entrevista.
Usados por criminales para dificultar su rastro
Uno de los conflictos que suele presentarse en este caso es que debido a la falta de papeles, podrían emplearse para utilizarlos en hechos delictivos.
Es importante detallar que, varios de los vehículos que ingresan irregularmente a suelo nacional, no cumplen con las revisiones de rigor, es decir, las averiguaciones son limitadas, ya que solo analizan que no cuenten con reporte de robo en EEUU.
Luego, al llegar a estados mexicanos suelen ser llevados a lotes de autos para venderlos a mejor costo, principalmente al centro del país, donde semanalmente estos autos se “rematan”.
Incluso, los costos de éstos oscilan entre los 15,000 hasta los 60,000 pesos aproximadamente.
Contaminación, fallas de autopartes y dificultad para conseguirlas
Este tipo de autos son cinco veces más baratos que un auto nuevo y se venden en efectivo, según anuncios publicados en medios de comunicación en los que promocionan su venta.
La mala noticia es que la mayoría ya cuenta con fallas mecánicas, aunque pasan desapercibidas porque serán finalmente tapadas por los vendedores.
De ahí se desencadenará otro conflicto más, pues las autopartes con las que fueron armados son difíciles de encontrar en México.
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