Después de 19 meses desde el cierre de fronteras por la pandemia de COVID-19, Estados Unidos reabrirá sus fronteras a viajes no esenciales, implicando un posible cambio para ambos países luego de las grandes pérdidas económicas causadas por el cierre de las mismas.
Hasta julio del presente año, las pérdidas económicas entre la frontera México- Estados Unidos fueron de más de 55 mil 300 millones de dólares según la Confederación de cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur).
La importancia económica de la frontera México- Estados Unidos radica en la movilidad fronteriza que se lleva a cabo en esta. Según Jorge Molina Larrondo, consultor de políticas públicas y profesor del Tecnológico de Monterrey, el 75% de las exportaciones nacionales hacia Estados Unidos se hace vía terrestre.
José Manuel López Campos, presidente de la Concanace Servytur) subrayó que de acuerdo a las cifras de la UNAM, antes de la pandemia el turismo de consumo entre ambas fronteras era de 5 y 6 millones de dólares, lo que dinamizaba la economía de las ciudades y condados de los dos países.
Además del impacto económico, la agenda política entre las dos naciones ha sido fundamental a lo largo de los años, viéndose influenciada por los distintos contextos socio-históricos. Del año 2000 hasta el 2010, la seguridad fue el principal eje de relación entre ambas fronteras, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre y del 2008 al 2009, la seguridad económica fue otro de los puntos centrales después de la crisis financiera y recesión.
México ha llevado a cabo un esfuerzo de reforma económica, implementando importantes cambios legislativos y constitucionales con el objetivo de fortalecer la política de competencia, los mercados de energía, el sistema educativo y el acceso al financiamiento, entre otros temas
La frontera México- Estados Unidos es divide a en cuatro subregiones: California- Baja California, Arizona- Sonora, el oeste de Texas- Nuevo México- Chihuahua y el sur de Texas-Tamaulipas- Nuevo León- Coahuila. Estas zonas son las que experimentan los principales cambios en las políticas nacionales en materia de inmigración, comercio y seguridad nacional.
La zona de California-Baja California además de tener un gran tamaño, es importante para el área de maquiladoras, dispositivos médicos, fabricación de equipos electrónicos y el capital humano entre los más de 5 millones de habitantes de esta zona.
Por otro lado, la región Arizona- Sonora se caracteriza por la gran concentración de ciudades mexicanas y las frutas y hortalizas importadas a Estados Unidos. Aunado a esto, la región de El Paso, Texas, Cd. Juárez, Chihuahua y Las Cruces, conocida como la región del Paso del Norte, es de suma importancia por la presencia de la industria manufacturera.
El Paso-Ciudad Juárez y Tijuana-San Diego, al ser regiones densamente pobladas, también se han visto perjudicados durante la pandemia debido a sus relaciones comerciales y servicios (médicos, educativos y turísticos).
La Universidad de Texas en El Paso tiene una relación particularmente estrecha con México ya que actualmente cuenta con aproximadamente el diez por ciento del número total de estudiantes mexicanos inscritos en universidades de Estados Unidos
El punto comercial de Laredo/ Nuevo Laredo en la zona sur de Texas-Tamaulipas-Nuevo León-Coahuila ha afectado considerablemente la economía de ambos países, ya que con el cierre de la frontera, la entrada para el comercio del Medio Oeste y del este de Estados Unidos con México ha dificultado este corredor logístico que disminuye los costos de envío para las industrias de ambos países.
El comercio de mexicanos que cruzan la frontera de manera terrestre alcanza los 1,400 millones de dólares al año, asegura Tom Fullerton, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
EEUU reabrirá frontera terrestre con México en noviembre; indispensable vacunación.