Quiénes fueron los primeros empresarios en el ranking de millonarios mexicanos

Se estima que en México hay alrededor de 50 personas y familias que superan los USD 500 millones en riqueza acumulada. Entre ellos figuran personalidades como el “magnate de las telecomunicaciones”, Carlos Slim Helú; el propietario de Grupo México, Germán Larrea Mota Velasco; Alberto Bailléres y Juan Francisco Vidal Beckmann, heredero de la mayor productora de tequila a nivel mundial.

Sin embargo varios de los empresarios mencionados previamente continuaron abonando a una riqueza que nació desde el siglo XX. A finales de la década de los 80, la revista estadounidense Forbes comenzó a publicar la famosa lista de las personalidades más ricas del mundo y en 1987, los Garza Sada, una de las familias más acaudaladas de la época logró ocupar un lugar privilegiado en el ranking, con una fortuna mayor a USD 2,000 millones y algunos de sus negocios más importantes estuvieron adscritos al ramo de la industria de la cerveza, el acero y los embalajes.

La fortuna de los Garza Sada estuvo encabezada por el empresario Eugenio Garza Sada, quien nació el 11 de enero de 1892 y que, junto con el resto de su familia, tuvo que refugiarse en tierras estadounidenses tras el estallido de la Revolución Mexicana. De este modo, el empresario se graduó como Ingeniero Civil por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en el año de 1917.

El segundo empresario mexicano que entró a la famosa lista y que sigue coronado como el hombre más rico del país fue Carlos Slim Helú, cuyo patrimonio neto actualmente está valorado en USD 53,900 millones. Tras la privatización de Teléfonos de México (Telmex), el empresario ingresó al ranking de Forbes en 1991 con una fortuna estimada en USD 1,700 millones, cantidad que lo colocó como la segunda mayor fortuna de México.

Aunque el empresario nacido en 1940 ya tenía un historial significativo en el ramo de las inversiones, el crecimiento exponencial de la fortuna de Slim Helú comenzó a gestarse hasta inicios de la década de los 80, cuando fundó formalmente Grupo Carso. A causa de la crisis económica de 1982, varias empresas vendieron sus activos a muy bajos costos, lo que permitió a Carlos Slim apropiarse de sus capitales, los cuales vieron un florecimiento a finales de esa misma década, cuando el magnate comenzó a figurar como uno de los hombres más exitosos de México.

En 2010, el empresario de 81 años se coronó como la personalidad más acaudalada del mundo tras haber desbancado del ranking de multimillonarios Billionaires al informático Bill Gates, cuya fortuna en ese entonces alcanzó los USD 53,000 millones.

Otro de los empresarios que debutaron en la década de los 90 en la clasificación anual de los más ricos de México fue el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, quien ha sido considerado como el hombre más rico, poderoso e influyente del siglo XX. De acuerdo con la investigación El Tigre: Emilio Azcárraga y su Imperio Televisa, realizada por Andrew Paxman y Claudia Fernández, el empresario alcanzó una fortuna de USD 5,000 millones y en 1993 se convirtió en el hombre más rico de América Latina.

El magnate invirtió grandes cantidades de dinero a otros yates de lujo, varios jets Grumman; varias residencias palaciegas en Nueva York, Los Ángeles y Aspen, así como una colección de arte considerada como una de las 200 más importantes del mundo por la revista Art News.

Se dice que “El Tigre” tenía una obsesión con Estados Unidos y que uno de sus sitios favoritos del país vecino era precisamente la ciudad de Los Ángeles, por lo que decidió establecer su propia residencia en Hollywood, la cual consistía en una casa alta y una baja para recibir visitas, incluidas las de sus hijos.

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