Las diversas culturas prehispánicas del México antiguo poseían diversos conocimientos tan avanzados como otras culturas en el mundo antes de la llegada de Cristobal Colón y posteriormente de la conquista por Hernán Cortés.
Una de las culturas más desarrolladas de Mesoamérica en cuestión de ciencia fueron los mayas. Las lenguas mayas, al igual que otras lenguas de Mesoamérica, tienen un sistema vigesimal para contar. Los mayas fueron los primeros en desarrollar una notación vigesimal compacta que, además, usaba un signo especial para el numeral cero. Los mayas también crearon un sistema de escritura, utilizado principalmente para la documentación y con fines religiosos.
Los olmecas tuvieron gran influencia en el desarrollo de la escritura maya y el sistema de notación vigesimal para la numeración, ya que se integraba el principio aditivo y el valor posicional. Esta cultura también desarrolló un calendario, la escritura y la epigrafía. Se caracteriza sobre todo por la creación de enormes cabezas olmecas, hechas de basalto y alfarería.
Los calendarios establecidos por los aztecas lograron una precisión mayor incluso que la del calendario gregoriano de 1582. El calendario civil azteca, llamado xihuitl y basado en el calendario maya, tenía 360 días, mientras que su calendario religioso, el tonalpohualli o ‘cuenta de los días’, tenía 260 días. El siglo azteca se componía de 52 años y la última reforma fue llevada a cabo por Moctezuma Ilhuicamina. Para los mayas, en cambio, su calendario civil, el Haab tenía 365 días y el Tzolkin, su calendario religioso, tenía 260. La astronomía maya fue una de las más avanzadas de su tiempo y logró estudiar las características de Venus.
Los zapotecas tuvieron desarrollos científicos y tecnológicos, como un sistema de escritura que era en parte ideográfico y en parte fonético. Igualmente, se reconoce su gran construcción de Monte Albán.
La medicina mesoamericana se basaba en la herbolaria y las infusiones aunque, al igual que en la Europa medieval, se pensaba que los padecimientos eran obra de entes sobrenaturales.
Potabilización de agua 2,000 años antes que en Europa
Un grupo de investigación ha descubierto que en Tikal, los mayas, ya usaban un sistema de filtrado del agua. Los investigadores de la Universidad de Cincinnati, compuesto por antropólogos, geógrafos y biólogos, ha descubierto que los antiguos pobladores de la antaño poderosa ciudad maya de Tikal (cuyas impresionantes ruinas se alzan en las selvas de Guatemala) construyeron filtros de agua utilizando materiales que importaban desde lugares situados a muchos kilómetros de distancia.
Los arqueólogos han llegado a esta conclusión tras hallar evidencias de un sofisticado sistema de filtros naturales en el embalse del Corriental, uno de los cinco depósitos de agua potable que había en Tikal.
Los investigadores han identificado cuarzo cristalino y zeolita en Tikal, aunque este último mineral se halló sólo en el embalse del Corriental. El cuarzo encontrado en la arena gruesa y la zeolita, un compuesto cristalino que está formado por silicio y aluminio, crean un tamiz molecular natural. Para identificar zeolita y cuarzo cristalino en los sedimentos del depósito de agua del Corriental, los científicos realizaron un análisis de difracción de rayos X (una técnica que se utiliza para determinar la disposición de los átomos en el interior de un cristal).
El cuarzo encontrado en la arena gruesa y la zeolita, un compuesto cristalino que está formado por silicio y aluminio, crean un tamiz molecular natural.
En principio, este tipo de filtros naturales habrían eliminado del agua microbios dañinos para la salud, compuestos ricos en nitrógeno, metales pesados como el mercurio y otras toxinas, según explica Kenneth Barnett Tankersley, profesor asociado de Antropología en la Universidad de Cincinnati y autor principal del estudio, publicado en la revista Scientific Reports.
Según apunta el investigador, “lo interesante es que este sistema seguiría siendo efectivo hoy en día y los mayas lo descubrieron hace más de 2,000 años. Los mayas crearon este sistema de filtración de agua casi dos mil años antes de que se usaran sistemas similares en Europa, convirtiéndolo en uno de los sistemas de tratamiento de agua más antiguos de su tipo en el mundo”.
“Medicina” y “astronomía” prehispánicas
Al abordar las culturas del México antiguo, el reconocido ingeniero, físico, matemático y maestro en filosofía Eli de Gortari refirió que Mesoamérica hubo determinados progresos técnicos como la agricultura, alfarería o lapidaria, no existió ciencia en el sentido estricto que conocemos hoy, explica el doctor Jaime Labastida, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2008.
“Aunque la herbolaria prehispánica era avanzada, carecía del rigor que otorga el método científico, ciñéndose a prácticas empíricas aunadas a rituales mágicos que, sin orden ni método clasificatorio, el pueblo nahua usaba para el tratamiento de enfermedades”, dijo Labastida.
Otro ejemplo en La ciencia en la historia de México es el que se relaciona con los conocimientos del calendario.
“La medición del tiempo estaba asociada también a prácticas rituales de orden mítico, con tintes de magia y astrología imposibles de ignorar. No hay duda de que el almanaque mesoamericano demostraba con exactitud el paso del Sol por solsticios y equinoccios; tal precisión obedecía a la observación empírica proveniente de los marcadores solares, a partir de los cuales los centros ceremoniales cumplían la función de relojes astronómicos indicadores de los solsticios de invierno, verano y de los equinoccios de primavera y otoño”, añadió el doctor Labastida Ochoa.
Entre los pueblos originarios de México hubo avances técnicos, mas no ciencia tal como se concibe hoy, con métodos rigurosos derivados de hipótesis racionales, resaltó el escritor y académico Jaime Labastida. “Los conocimientos ancestrales se transmitían de una generación a otra y la sabiduría antigua o tradicional se respetaba, sin que hubiera lugar para dudas ni experimentos”.
Avanzada lectura astronómica
En la región zapoteca se consideró como de especial importancia dividir el calendario ritual en cuatro partes de 65 días cada una. Notables ejemplos de esta alineación calendárico-astronómica son el Templo Mayor de Tenochtitlan, la Pirámide de la Luna de Teotihuacan, el Templo de los Jaguares en la cancha del juego de pelota de Chichén Itzá, la Pirámide de los Cinco Pisos de Edzná, la Casa E del Palacio de Palenque, la Pirámide de los Nichos en
El Tajín, el Edificio Enjoyado o Embajada Teotihuacana en Monte Albán, el Conjunto del Arroyo en Mitla, el Templo Mayor de Tula y la Pirámide de la Venta, una de las principales ciudades olmecas.
La orientación de estructuras arquitectónicas también se efectuó considerando otros objetos celestes diferentes al Sol. En varias ocasiones fueron la Luna y la Vía Láctea las que determi na ron la orientación de importantes edificios. Como un ejemplo del primer caso tenemos el Templo de Ixchel en San Gervasio en la Isla de Cozumel.
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