De nuevo hay problemas en la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, en el estado de Tabasco; uno de los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que este martes se reportó a través de redes sociales que al menos 5,000 trabajadores de la empresa ICA Flour (que representa el 17% de la fuerza laboral) dejaron las instalaciones como protesta para exigir mejores condiciones de trabajo.
De acuerdo con medios locales, hasta esta mañana las personas se desempeñaban en la edificación de la planta combinada y la de coquización retardada; sin embargo, cerca de las 09:00 horas inició el problema laboral, e incluso, presuntamente hubo conatos entre líderes sindicales.
Por ello, elementos de la Secretaría de la Marina acudieron de inmediato a la refinería para tomar control de la situación, pues trascendió que algunos trabajadores se quedaron para cerrar los accesos a la refinería.
Entre las exigencias están aumentos salariales y pago de horas extras, ya que trabajan a marchas forzadas para concluir la mega obra que el presidente prometió que estará lista en julio del 2022.
Además, piden también que sus alimentos e hidratación corran por cuenta de la empresa, así como el equipo necesario para realizar sus labores, pues aseguran estar en condiciones de alto calor y humedad.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Energía (Sener), a cargo de Rocío Nahle, ni la empresa ICA Flour han emitido una postura oficial de la situación que guarda la refinería.
Cabe mencionar que esta es la segunda vez en el año que sucede un fenómeno de este tipo en Dos Bocas. En febrero, también hubo un paro “a brazos caídos” de trabajadores de ICA Fluor porque denunciaron que personas de los sindicatos les quitaban 500 pesos de su salario cada que lo recibían.
Hasta el último reporte de López Obrador, la refinería se encuentra en su pico de construcción, en la terminación de infraestructura fija y la instalación de grandes equipos, como tanques de almacenamiento y tratamiento de combustibles.
La constructora mexicana ICA-Fluor obtuvo la adjudicación de dos de los seis paquetes de infraestructura y servicios: los paquetes 1 y 3, que son los de mayor valor económico de la obra y por lo menos representarán la cuarta parte de la inversión.
La planta, con un costo superior a los USD 8,900 millones para una capacidad instalada de 340,000 barriles diarios de crudo, que es la quinta parte de la capacidad actual en seis refinerías, está diseñada para el proceso de crudo Maya de 22 grados API producirá 170,000 barriles diarios de gasolina y 120,000 barriles diarios de diésel. En el terreno de 566 hectáreas propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), se instalarán 17 plantas de proceso y en se generarán 100,000 empleos directos.
La refinería recibirá el crudo que se extrae en esa zona del Golfo de México y enviará productos vía marítima a las terminales de Tuxpan, Veracruz, Pajaritos y Progreso, además de que se conectará con la red de poliductos de Minatitlán y de ahí partirá a la Ciudad de México y a Salinas Cruz para que también vía marítima sea posible surtir al Pacífico.
Refinería de Tula también paralizada
Por si fuera poco, la refinería de Tula, en Hidalgo, está detenida desde hace dos semanas debido a protestas de maestros que han bloqueado las vías utilizadas para el transporte hacia y desde la instalación, dijeron el martes dos fuentes cercanas a las operaciones de la empresa a la agencia Reuters.
Esta es la segunda mayor refinería de Pemex, tiene una capacidad para procesar 315,000 barriles por día, aunque en los últimos meses ha procesado alrededor de 140,000.
Pemex no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Reuters sobre la situación.
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