Los valiosos objetos del tesoro de Moctezuma que un pescador encontró en una playa de Veracruz

Un pescador llamado Raúl Hurtado, encontró en la década de los 70, piezas de oro que pertenecían al famoso Tesoro de Moctezuma. Fue encarcelado y maltratado por venderlas a un joyero de la zona

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Tras la llegada de los
Tras la llegada de los españoles, estos saquearon el famoso Tesoro de Moctezuma, que se encontraba en el Templo de Axayácatl. (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

Raúl Hurtado Hernández, un pescador de pulpos de Veracruz, murió la madrugada del viernes 21 de septiembre de 2018 a causa de un infarto, a los 79 años de edad. Hurtado Hernández fue conocido por haber encontrado, en la segunda década de los años 70, varias piezas de oro en el fondo del mar, en Playa Norte, en el estado de Veracruz. Las piezas de oro, se dice, pertenecieron a lo que se conoce como el Tesoro de Moctezuma, el cual fue saqueado por los españoles cuando fueron alojados en el Palacio de Axayácatl, a su llegada a México-Tenochtitlan, cuando gobernaba el imperio azteca Moctezuma Xocoyotzin.

Raúl Hurtado no sabía que aquel descubrimiento le cambiaría la vida. Fue en 1975, cuando Raúl zarpó de las costas veracruzanas, para realizar su labor habitual. Al terminar su pesca del día, Raúl revisó la mercancía que había obtenido, encontrándose con, además de unos kilogramos de pulpo, una pequeña barra metálica. El pescador, quien pensó que era una barra de cobre, pues estaba rojiza por el tiempo que estuvo bajo el agua, se la regaló a sus hijos para que jugaran.

Se dice que era común ver a los niños jugando con la pieza de oro, la cual ataban a una cuerda y la arrastraban por el suelo. Una ocasión el hermano del pescador lo visitó, y fue quien le dijo que probablemente esa barra podía ser un metal precioso. Para salir de dudas, acudieron a la joyería local, en donde el orfebre les confirmó que se trataba de una pieza de oro puro. Por ella le dio unos miles de pesos.

Tras esto, Raúl volvió al lugar en el que encontró dicha pieza, y comenzó a buscar, a ver si habían más de esas barras de oro. Para su sorpresa, encontró otra barra de oro, mucho más grande que la anterior, junto con otras piezas pequeñas, también de oro puro. El hombre volvió con el joyero, y le vendió también esas piezas. El joyero fundía el oro, y lo convertía en anillos, alhajas, pulseras, etc.

Raúl Hurtado no sabía que
Raúl Hurtado no sabía que las piezas de oro que había encontrado en el fondo del mar tenían un valor histórico, por lo que las vendió a un joyero local. Foto: Impresión de pantalla de video

Con el dinero que recibía, Raúl comenzó a arreglar su hogar, el cual era muy humilde. El repentino progreso del hombre, causó sorpresa entre los lugareños, quienes se preguntaban cómo había conseguido dinero. Raúl le contó la verdad de la fuente de sus ingresos a uno de sus mejores amigos, y lo invitó a trabajar con él. Ese mismo amigo, fue con la policía y delató a Raúl, por posible enriquecimiento ilícito.

Cuando la policía fue a la casa del pescador, se encontraron con 42 piezas prehispánicas, completamente de oro. Entre brazaletes, collares, y pequeñas figuras. Por ello, Raúl fue acusado de Saqueo a la Nación, golpeado, tratado como ladrón y encarcelado por más de un año. Posteriormente fue liberado, pues su defensa comprobó que no tenía idea de que aquellas piezas que encontró en el fondo del mar, tuvieran un valor histórico.

Un análisis de las piezas comprobó que el oro encontrado por Raúl, se trataba de parte del famoso Tesoro de Moctezuma, que había sido puesto en barcos que tenían la finalidad de llegar a España, pero que por alguna razón, naufragó, y los metales preciosos quedaron regados en el fondo marino de Veracruz.

Posteriormente, Raúl colaboró con algunos expertos que inspeccionaron la zona donde encontró las piezas, con la finalidad de recuperar más objetos prehispánicos. En tres expediciones lograron recuperar varios tiestos y vasijas de barro, junto con pequeños pernos de cobre. Sin embargo, ninguna otra pieza de oro apareció.

Entre las piezas que se
Entre las piezas que se le encontraron al pescador había brazaletes, collares, y pequeñas figuras de oro puro.

Las piezas que le fueron confiscadas a Raúl, y por las que en su momento esperaba obtener 100,000 pesos, se dice que están valuadas en 230 millones 700 mil pesos. Actualmente están en exhibición bajo el nombre de “Las joyas del pescador”, en el Baluarte de Santiago, en Veracruz.

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