Con la noticia mundial de los Pandora Papers, la óptica mediática se ha centrado en los grandes evasores de impuestos, de tal modo que un grupo de reporteros acudieron al Palacio de San Lázaro para preguntarle a Raquel Buenrostro, titular del SAT, cómo es que se hacen las investigaciones fiscales para dar con los grandes evasores.
Buenrostro Sánchez estaba en el recinto legislativo porque sostuvo un encuentro con los diputados federales pertenecientes a la Comisión de Hacienda, con quienes se discutieron temas de recaudación y presupuesto; sin embargo, a la salida de la reunión se le preguntó sobre la implementación obligatoria del RFC para jóvenes que cumplen 18 años y sobre la evasión fiscal.
Respecto a los llamados Pandora Papers, una investigación periodística que destapó numerosos casos de posibles delitos fiscales, la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) explicó que su dependencia tiene una metodología que le ha servido para identificar numerosos casos similares a estos.
“En el SAT, lo que hemos observado es que los mayores montos de evasión y defraudación fiscal se dan cuando hay reestructuras corporativas. ¿Qué quiere decir eso? Cuando se fusionan las empresas, cuando se dividen y cuando cambia de socios”
Esto quiere decir que cuando las grandes firmas que suelen atender al régimen de personas morales cambian de razón social o sufren alguna transformación integral, el SAT presta atención a los miembros de esta sociedad, con la finalidad de encontrar acciones simuladas y presumiblemente fraudulentas.
“¿Por qué? Pues porque hay una enajenación de acciones, hay una venta de la empresa. Todas estas reestructuraciones a veces son fusiones (funciones es cuando dos empresas se unen para formar una sola). Si dos empresas se unen para formar una sola, a veces no es que si un señor tiene una empresa y este señor tiene otra empresa, no es que se junten nada más, sino que en el fondo hay una enajenación simulada, porque primero se fusionan y luego de repente el que tenía el 50% de las canciones aparece con cero y el otro señor aparece con el 100%”, ejemplificó.
“Eso, realmente fue una enajenación”, explicó. Entonces, lo que lo que observa el SAT en las auditorías son las reestructuraciones corporativas. “Si el señor de repente tenía 100 acciones y ahora tiene cero, pues eso quiere decir que las vendió”, es decir, llevó a cabo una acción, pero reportó otra.
“Esas ventas normalmente ocurren en paraísos fiscales”
Una vez que se detectan este tipo de simulaciones, el SAT inicia una investigación más profunda, en la cual siguen el rastro de los recursos involucrados en las transacciones. “Lo que hacemos es rastrear las reestructuraciones corporativas a ver hasta dónde nos llevan y empezar a pedir información (en otros países y otras autoridades si es necesario)”.
En cuanto a la persecución de las personas que aparecen en los Pandora Papers, la funcionaria pública especificó que ellos llevan sus propias investigaciones y que se irán sobre los mayores evasores. En caso de que algunos aparezcan en la investigación publicada en El País atiende a otros elementos e investigaciones.
“Más que estar en Pandora Papers, como les dije, nosotros tenemos auditorías desde antes y estamos buscando a los mayores evasores. Si el mayor evasor está en Pandora Paper, pues le va a tocar, pero si el mayor evasor ni siquiera lo han descubierto los periodistas, porque nosotros tenemos intercambio de información con otros países, pues a lo mejor nosotros tenemos uno que no esté de más ¿para que vamos con el que nos debe menos? Pues nos vamos con el que nos debe más”, finalizó.
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