Durante la mañana de este viernes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tuvo un desayuno con altos funcionarios de los Estados Unidos (EEUU), quienes visitaron Palacio Nacional. Ante los funcionarios estadounidenses, López Obrador recalcó la importancia de que México y Estados Unidos mantengan una relación de entendimiento, cooperación, amistad y respeto a la soberanía, pues las transformaciones geopolíticas exigen una mayor unidad para consolidar en el mundo a la región norteamericana.
AMLO recibió esta mañana en Palacio Nacional a funcionarios del gobierno de Joe Biden, presidente de Estados Unidos desde enero pasado, quienes estaban encabezados por Antony Blinken, secretario de Estado del gobierno de EEUU, quienes están en México para el diálogo en materia de seguridad. En el desayuno también estuvieron algunos de los funcionarios de más alto rango del presidente López Obrador, como el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, y el titular de la Secretaría de Gobernación, el exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López.
En la reunión, AMLO aprovechó para invitar a Biden a visitar México.
AMLO mencionó que si bien, en la historia de ambos países hay etapas en las que se han alejado, los vínculos que las unen son más fuertes. “Nuestras relaciones culturales, ahora con 38 millones de mexicanos en Estados Unidos, los 3 mil 180 kilómetros de frontera (común), los cambios económicos y comerciales en el mundo que nos demandan mayor unidad, integrarnos para consolidarnos como región en lo económico, en lo comercial”, dijo el mandatario mexicano.
Aprovechó la oportunidad para remarcar la importancia de los territorios que hoy son Estados Unidos en pasajes de la historia mexicana y cómo personajes históricos de las llamadas transformaciones del país como Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero, buscaron establecerse en aquella región en medio de las revueltas. Y destacó que el presidente Abraham Lincoln no reconociera al gobierno imperialista de Maximiliano.
Cuándo desconoció el gobierno de Estados Unidos al Imperio de Maximiliano de México
Maximiliano de Habsburgo fue el segundo y último Emperador que hubo en México. Su imperio se estableció de 1864 a 1867, año en que fue fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, al lado de Miguel Miramón y Tomás Mejía. Este hecho marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano, que inició con la invasión de Francia, luego de que el presidente Benito Juárez García declarara la moratoria de la deuda externa. Francia era uno de los países a los que se les debía dinero, por eso no estuvieron de acuerdo con la moratoria, y provocó la invasión.
El 6 de diciembre de 1865 el gobierno de Estados Unidos respondió una solicitud de Napoleón III, emperador de Francia, quien pedía que el país norteamericano reconociera al gobierno de Maximiliano de Habsburgo. En su respuesta, EEUU dijo que “La verdadera razón del descontento consiste en que el gobierno francés, al invadir México, ataca a un gobierno republicano profundamente simpático a E.U.A.”
Los esfuerzos del gobierno francés para persuadir al de Estados Unidos para que reconociera a Maximiliano, se notan en reveladoras notas que el embajador de Francia en Estados Unidos, enviaba al gobierno de ese país. A mediados de agosto de ese año, el presidente Andrew Johnson se había negado a recibir una carta enviada por Maximiliano.
La política del Gobierno estadounidense, hasta entonces fluctuante, comenzó a cambiar: el Secretario Seward, del Departamento de Estado, instruyó al Ministro en Francia para que llamara la atención al Gobierno imperial por la aplicación de la ley draconiana expedida por Maximiliano por la que fueron fusilados los generales Arteaga y Salazar y los Coroneles Díaz Paracho, Villa Gómez y Pérez Milla y le informara que el Gobierno de los Estados Unidos rechazaba esas acciones.
El Ministro de Francia en Washington, Marqués de Montholon, propuso el 29 de noviembre al Gobierno de los Estados Unidos que las tropas francesas se retirarían de México, siempre y cuando obtuviera de los Estados Unidos “la garantía de una disposición amigable o tolerante hacia el poder que se ha dado una forma imperial en la Ciudad de México.” El 6 de diciembre, Seward le contestó: “siento, sin embargo, tener que manifestar que la condición que el Emperador indica parece del todo impracticable.”
El 12 de octubre siguiente, Jesús Terán desde Londres informará al presidente Juárez que al parecer los conservadores habían perdido la fe en el triunfo y que algunos de ellos habían empezado a emigrar a Europa; asimismo, le comunicó que propuso al embajador francés en Suiza que Maximiliano despidiera al ejército francés y tratara de negociar Juárez una forma de resolver la situación y retirarse con decoro.
Mientras tanto, Juárez había prorrogado su mandato.
Para el 12 de abril del año siguiente, el gobierno de Johnson precisó su posición respecto a las tropas francesas en México y Napoleón decidió la evacuación de las mismas, dejando sin respaldo a Maximiliano, y comenzando su derrota.
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