Con hermosos ventanales y de color rojo: así es la casa en la que vivió Cortés y la Malinche en Coyoacán

Hernán Cortés mandó a construir una casa para quien fuera su traductora, y luego su mujer, en el barrio de Coyoacán. La edificación aún se encuentra de pie en la calle Higuera

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La Malinche pidió a Cortés que la casa fuera roja. Foto: Facebook
La Malinche pidió a Cortés que la casa fuera roja. Foto: Facebook

Coyoacán es uno de los barrios más tradicionales y hermosos que existen en la Ciudad de México. Es considerado el corazón de la cultura de la capital, además de contar con impresionantes edificaciones, algunas muy antiguas.

Coyoacán es reconocido porque ahí vivieron grandes personalidades del mundo artístico en México, como Diego Rivera y Frida Kahlo. Sin embargo, también han tenido su residencia en el lugar, otras personalidades destacadas de la historia del país, como la Malinche y Hernán Cortés.

Y es que en la calle que lleva el nombre de Higuera, en el número 57, de Coyoacán, hay una enorme casa de color rojo, en la que, se dice, vivió Hernán Cortés y La Malinche.

La enorme casa está muy cerca de la Plaza y la Iglesia de la Inmaculada Concepción, también conocidos como “La Conchita”. Este es uno de los lugares más antiguos de Coyoacán y de la Ciudad de México en general, además de ser muy emblemático. La fundación de esta Plaza data del Virreinato.

La casa está ubicada en el número 57 de la calle Higuera.
La casa está ubicada en el número 57 de la calle Higuera.

Luego de que terminara la conquista de México-Tenochtitlan por parte de los españoles, Hernán Cortés se dio a la tarea de explorar toda la ciudad, y comenzar a adornar sus calles con edificaciones y templos de aspecto europeo. Una de las partes de la ciudad que más llamó la atención del conquistador fue Coyoacán. En este barrio capitalino aún se mantienen intactos los vestigios más hermosos de la época colonial.

En Coyoacán, Cortés mandó a construir la Iglesia de Santa Catarina y la de Juan Bautista, así como el Palacio de Ayuntamiento, que en realidad ocupó como su palacio personal.

La historia cuenta que Cortés fue cautivado por una mujer indígena, a la que se le conoce como La Malinche o Malintzin, quien primero ocupó el papel de su intérprete, y posteriormente se convirtió en su mujer. Ella adoptó el nombre de Marina, un nombre que adoptó tras su bautizo a la religión católica.

Maravillado por La Malinche, Cortés mandó a construirle una casa en Coyoacán. La mujer la quiso roja, con grandes jardines y cerca de una iglesia. Por esto, Cortés mandó a construir la Iglesia y la Plaza de la Inmaculada Concepción, para que fueran el templo y el parque frecuentados por su mujer.

Se dice que Hernán Cortés y la Malinche vivieron en esa casa entre los años 1521 y 1522.
Se dice que Hernán Cortés y la Malinche vivieron en esa casa entre los años 1521 y 1522.

La casa también es conocida como “La Casa Colorada”, es de paredes gruesas, bellos ventanales e icónicos barrotes. En ella se cuenta que vivió Cortés con la Malinche por aproximadamente un año, entre 1521 y 1522. Hoy la casa, que sigue de pie, sirve como el recuerdo de la abrupta transición que ocurrió con la caída de Tenochtitlan. Esta casa representa el inicio del mestizaje, desde el punto de vista racial, hasta el cultural.

Hace algunos años, esta casa en Coyoacán fue habitada por los pintores mexicanos Rina Lazo y Arturo García Bustos. Con los sismos de 2017, la casa sufrió severos daños, y presentó grietas de más de dos centímetros en los muros, además de que las paredes se desmoronaban a consecuencia de la gran inclinación originada por hundimientos, agudizado por el continuo tránsito de camiones pesados.

En 2019, la pintora Rina Lazo concedió una entrevista al medio Milenio, en donde declaró que ya no dormía en su habitación, pues se sentía más segura al otro extremo de la casa. En lo que fuera el taller de grabado de su esposo, el fallecido Arturo García Bustos, había un muro atravesado, de lado a lado, por una inmensa grieta. Sin embargo, Lazo comentó que se asignarían recursos para restaurar la casa gracias al apoyo del Programa Nacional de Reconstrucción 2019.

“Afortunadamente ese recurso va a salvar esta casa porque sigue hundiéndose: cualquier persona que pase por la banqueta de lado del jardín puede ver los desniveles que se están produciendo —indica la artista—. Este monto se destinará para recimentar la casa, es un trabajo muy caro que estará a cargo de Sitios y Monumentos”, declaró Lazo en aquella ocasión.

Rina Lazo mencionó en la entrevista que llegaron a vivir a esa casa, porque ella fue discípula de Diego Rivera, y su esposo fue alumno de Frida Kahlo, y quisieron estar cerca de sus maestros, por eso compraron ese hogar, que también perteneció a otras grandes figuras como José Vasconcelos.

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