La Huasteca Potosina es uno de los enclaves más atractivos de México. Sus cascadas turquesas, su vegetación virgen, o los sótanos que se abren en la tierra como si fueran entradas al averno, convierten a esta región en una especie de paraíso encantado.
El destino, ubicado al noreste de San Luis Potosí, abarca una gran extensión. Para viajar de un punto a otro, se necesita tiempo; a veces el trayecto es de varias horas por carretera. Por ello, para aprovechar al máximo la visita, se recomienda pasar unos días en la zona, y organizar bien el recorrido.
Aunque la Huasteca Potosina ocupa también parte del territorio de Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas, la opción más frecuente es partir desde la capital de San Luis Potosí, por las condiciones de la carretera. Desde allí, el viaje en auto dura aproximadamente tres horas y media.
En el interior de este espacio natural hay dos pueblos mágicos: Aquismón y Xilitla, donde los turistas pueden pernoctar. Además, los amantes de la adrenalina cuentan con una amplia oferta de actividades deportivas, como rappel, rafting, sky bike, kayak, natación o senderismo, que podrán practicar mientras viven experiencias únicas: desde un amanecer en el Sótano de las Golondrinas, hasta un paseo en Kayak por la Cascada de Tamul.
Como a veces los viajeros cuentan con poco tiempo y dentro de la Huasteca Potosina hay demasiados lugares mágicos de visita obligatoria, dejamos aquí una selección de los rincones que consideramos imprescindibles para poder apreciar en toda su magnitud la belleza de este paraje mexicano.
Cascadas de Micos
Este es uno de los enclaves más emblemáticos de la Huasteca Potosina, ubicado cerca del poblado El Platanito.
En total son siete cascadas, de diferentes alturas, que van de uno a ocho metros. La actividad favorita de los visitantes, es ir saltando de una a otra, mientras se bañan en sus aguas cristalinas. Además de nadar, se puede navegar por la poza en canoas, hacer rafting, caminar por los alrededores, y practicar sky bike, una actividad que acelerará tu ritmo cardiaco al cruzar el cielo en bicicleta, sobre un cable de 226 metros de largo.
La entrada tiene un costo de 30 pesos, a los que tienes que sumar otros 30 si necesitas rentar un chaleco. Para lanzarte entre cascadas debes pagar 180 pesos. En cuanto al alojamiento, si quieres acampar en tu propia tienda de campaña, el precio es de 30 pesos, mientras que pasar la noche en una cabaña cuesta 400.
Otra opción de hospedaje es Ciudad Valles, donde hay alojamientos a partir de 550 pesos la noche.
Si prefieres contratar un tour, hay empresas que ofrecen un recorrido por las Cascadas de Micos, El Meco, el Salto, y Minas Viejas desde 1,100 pesos por persona, incluida la entrada a los parques, seguro de viaje, guía, comida, agua, transporte y equipo para la excursión.
Sótano de las Golondrinas
El Sótano de las Golondrinas es una de las áreas naturales protegidas de la Huasteca. Se trata de una cueva que se abre en medio de la selva, y que mide unos 60 metros de diámetro y unos 512 de profundidad.
La principal atracción de este enclave es ver el espectáculo que ocurre cada amanecer. Al salir el sol, cientos de aves, como vencejos y cotorras verdes, vuelan en espiral alrededor de las paredes de este averno natural. La gran mayoría se mueve en la misma dirección, formando una especie de tornado que emerge a la superficie.
Además, la zona en la que se encuentra el sótano es hábitat de otros pájaros como auras, colibríes, zopilotes y golondrinas. También viven en la zona otros animales como osos hormigueros, venados, tigrillos, mapaches, jaguares, etc.
La entrada al lugar tiene un costo de 30 pesos mexicanos, y abren en un horario de 06:00 a 16:00. En el paraje se puede pasar la noche, pero para acampar necesitas la autorización del Comité de Protección en el ejido Unión de Guadalupe. El precio es de 40 pesos mexicanos por noche y por persona.
Si prefieres hospedarte en un hotel, la opción más recomendable es alojarte en el pueblo mágico de Aquismón, a unos treinta minutos en auto del Sótano de las Golondrinas. El nombre de esta localidad significa en Huasteco “árbol al pie de un pozo”, que se cree haría referencia a este impresionante abismo que se hunde en medio de la selva.
Los habitantes de Aquismón son en su mayoría indígenas teenek, que elaboran unas espectaculares piezas de textil que venden en el Mercado de la Mora, donde también podrás comprar café, vainilla u otras artesanías. Además, en las calles del municipio podrás degustar sus sabrosas especialidades gastronómicas, entre las que se encuentran los bocoles de res, las enchiladas huastecas y el tamal de zacahuil.
El lugar se ubica a 100 metros de altura, y su clima es lluvioso y montañoso la mayor parte del año. Desde la plaza principal parten autos y camionetas hacia el Sótano de las Golondrinas. Pero antes de salir, es mejor que revises el pronóstico del clima, porque si llueve o se nubla, las aves probablemente permanecerán resguardadas en la cueva. Para los más atrevidos, está permitido hacer rappel, pero también se requieren permisos.
Cascada de Tamul
El sótano de las golondrinas no es el único rincón que esconde Aquismón. A pocos kilómetros de este pueblo mágico también encontramos la Cascada de Tamul, un lugar donde la naturaleza dibuja un escenario solemne que cautiva a todos los visitantes.
La monumental catarata tiene una caída de 105 metros, y en época de lluvias, la cortina de agua puede llegar a medir 300 metros de largo. Es una de las joyas de la Huasteca Potosina, y la parte buena es que los visitantes pueden elegir varias opciones para recorrerla, como rafting, kayak, stand up paddle o un paseo en panga.
El embarcadero principal se encuentra en el Ejido la Morena, y el precio de la entrada es de 10 pesos. Pasear en canoa cuesta 120 pesos -incluido el chaleco salvavidas-; 800 si rentas la barca completa. El trayecto dura unas tres horas, y a lo largo del recorrido podrás bañarte en las aguas cristalinas del río, remar, sacar fotos, e incluso, descender por rápidos, y visitar la Cueva del Agua, una fosa del río Tampaón que no está tan fría y donde también podrás nadar.
Además, hay empresas que ofrecen un recorrido en Stand Up Paddle Board por los rápidos del río Tampaón, junto a la cascada. La actividad tiene un costo de unos 2,400 pesos, e incluye, además de la tabla y el equipo de seguridad, el transporte redondo desde el hotel, una comida en un restaurante, agua embotellada y refrescos.
Si no eres de emociones fuertes, y prefieres remar tranquilamente en la tabla de surf por las aguas más calmadas del río Gallinas, puedes optar por el paquete de 1,100 pesos, que incluye también agua, refrescos, y barritas energéticas.
Las Pozas: el jardín encantado de Xilitla
La Huasteca Potosina también resguarda lugares enigmáticos que parecen ciudades fantasma encantadas, como el jardín surrealista que construyó en medio de la selva Edward James.
En 1962, este millonario británico, poeta, artista y mecenas del movimiento surrealista, erigió entre la caótica vegetación, edificios, escaleras y estructuras que se alzan entre los árboles y los arroyos.
Este paisaje onírico se ubica en un predio de la localidad la Conchita, en el municipio de Xilitla. En total hay 27 estructuras, y por su riqueza patrimonial y cultural fue declarado en 2012 Monumento Artístico de México por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La entrada general tiene un costo de 100 pesos, mientras que los adultos mayores de 65 años y los niños de seis a 12 pagan 50 pesos. Además, hay que abonar 25 pesos por los servicios del guía..
El parque abre de 09:00 de la mañana a 18:00 de la tarde, y el recorrido dura una hora y media. La belleza del sitio, en el que convergen surrealismo y riqueza natural, te quitará el aliento.
Si visitas el jardín encantado, te recomendamos pasar la noche en el Pueblo Mágico de Xilitla, donde podrás conocer el edificio más antiguo de San Luis Potosí, el ex convento agustino erigido en 1557 por misioneros de esa orden. Además, podrás pasear por sus coloridos mercados y degustar su café, uno de los productos más importantes de la región.
Entre los platillos típicos de Xilitla destacan las enchiladas huastecas con cecina, la barbacoa de res, los chicharrones y las carnitas, que puedes acompañar con atole de piña o elote y dulce de chayote. También está próximo al Sótano de las Golondrinas.
Puente de Dios
El Puente de Dios es otra de las joyas de la Huasteca Potosina, y se considera uno de los lugares de visita imprescindible.
Esta poza natural de aguas turquesas se encuentra en la localidad de Tamasopo. La corriente es fuerte, así que en el sitio hay cuerdas para agarrarse, y es obligatorio el uso del chaleco salvavidas. Si eres atrevido, puedes cruzar la caverna y llegar hasta la cascada, rodeada de abundante vegetación.
La entrada al lugar cuesta 35 pesos mexicanos, y rentar el chaleco tiene un peso de 30 pesos. Puedes acampar en las campañas que hay junto a la costa por un precio de 600 pesos la noche, y si lo prefieres, también puedes dormir en tu propia tienda de campaña, pagando 100 pesos por persona. Otra opción de alojamiento es hospedarte en Tamasopo, donde encontrarás hoteles por unos 400 pesos la noche.
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