Las 56 empresas que integran el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) se sumaron a las voces que se han manifestado en contra de la iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que pidieron al Ejecutivo reconsiderar su posición ya que -aseguraron- la propuesta genera incertidumbre a las inversiones, va en sentido contrario al esfuerzo de usar más energías limpias y aumentará costos de tarifas, lo que disminuirá la competitividad.
“De ser aprobada en sus términos por el poder legislativo, la reforma propuesta incrementaría los costos de las tarifas eléctricas, tanto de familias como empresas, y se limitaría el acceso a energía asequible, segura, sostenible y suficiente, indispensable para el desarrollo industrial, social y económico del país”, destacó.
Agregó que la iniciativa presidencial va en sentido contrario a los esfuerzos internacionales en materia de energías limpias y renovables, lo que aleja al país de una transición energética ordenada y decidida.
Alertaron que utilizar combustibles contaminantes para la generación de electricidad, abre la posibilidad de enfrentar aranceles fronterizos, sobre todo por los productos que por su contenido de carbono estén involucrados en procesos de producción, como la automotriz y la siderúrgica, sectores clave para la economía mexicana.
“La aprobación de la iniciativa ocasiona un incumplimiento deliberado de los compromisos internacionales de México que, entre otros, consideran generar 35% de la energía con tecnologías limpias para 2024 y 43% para el 2030″, destacó.
El CEEG -que aglutina a empresas como Bayer, Axa, Arcelormittal, AT&T, Grupo Modelo, Holcim, Honeywell, HSBC, IBM, entre otras- resaltó que la propuesta también genera incertidumbre en el clima de inversión, al cambiar los compromisos adquiridos por el país en el sector energético y afectar la operación de los órganos reguladores de la industria.
“Esta iniciativa de reforma al sistema eléctrico nacional afecta la confianza y certidumbre indispensables para el mantenimiento y la llegada de nuevas inversiones, ya que cancelaría la mayoría de los permisos legalmente otorgados al sector privado, además de modificaciones retroactivas a la regulación”, añadió.
Resaltó que también “vulnera los tratados y convenios internacionales, entre ellos el T-MEC, que indican que no debe haber limitaciones a la inversión o a la prestación de servicios más estrictas a las existentes y que se debe garantizar la no discriminación. Además, la iniciativa resulta incongruente con los objetivos planteados recientemente en la reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel con los Estados Unidos que busca una región más integrada”, apuntó.
Es por eso que el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales pidió a los legisladores “ejercer un voto informado e independiente sobre la base de elementos que no le resten competitividad a México o que afecten el bienestar de la población”.
Y es que a su consideración, la iniciativa de López Obrador implica tener energía más cara lo que impactará a “los costos de bienes y servicios finales de todos los sectores económicos, afectando el ingreso de las familias, las empresas y su capacidad de competir”. Además de que aumentará el riesgo de cortes de energía y afectará la estabilidad de cadenas de suministro nacional e internacional.
Respecto a la eliminación de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el traslado del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) a la CFE, el CEEG consideró que se altera el diseño institucional del sector energético y se impone un grave precedente para la desaparición de otros órganos reguladores autónomos, que han garantizado condiciones parejas de competencia y elimina la discrecionalidad, falta de transparencia y ausencia de razones técnicas en la toma de decisiones, afirmó.
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