Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, presentara su iniciativa de reforma eléctrica en la que se contempla dejar en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el 54% del mercado energético, así como la estatización del litio; se han generado diversas reacciones al respecto, en general, rechazando el proyecto que modificaría los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.
Y es que diversos sectores, desde el empresarial hasta organizaciones ambientalistas y especialistas, aseguran que con esta reforma, el gobierno incurrirá en un retroceso toda vez que desincentivará las inversiones de privados, además de que se dejarán de lado las energías limpias, haciendo más caro y sucio el servicio de generación de energía.
Para contrarrestar estas voces en contra, el gobierno federal inició una campaña en redes sociales y medios de comunicación, con la finalidad de difundir su mensaje de que la energía eléctrica será arrebatada de las manos de particulares para ser devuelta al pueblo de México.
Con el slogan “La electricidad era tuya, te la vamos a devolver”, el gobierno de la Cuarta Transformación busca que la población apoye la iniciativa de López Obrador, cuyo argumento principal es “proteger a la Comisión Federal de Electricidad” de la andanada de los gobiernos neoliberales que buscaron desmantelarla, al igual que a Petróleos Mexicanos (Pemex), impulsando la llamada reforma energética, en la que se dieron concesiones a empresas privadas, principalmente extranjeras.
Apenas comenzó la campaña de la CFE, usuarios de redes sociales como Twitter, expresaron su rechazo argumentando que la electricidad nunca ha dejado de ser de los mexicanos, además de cuestionar por qué no se tiene la libertad para elegir a su proveedor.
Una de las voces que ha sonado fuerte en contra de esta campaña es la de la politóloga y columnista, Denise Dresser, quien a través de un breve tuit, expresó su desconfianza en torno a la reforma eléctrica de López Obrador.
“¿Tú le crees a Manuel Bartlett? Yo tampoco”, escribió, al tiempo que posteó la imagen de la propaganda de la CFE.
Uno de los sectores que se ha manifestado abiertamente en contra de la iniciativa presidencial, es el sector empresarial. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) fue contundente al advertir que, de aprobarse la reforma energética del presidente, Andrés Manuel López Obrador, el país enfrentaría apagones, desabasto, así como un incremento en las tarifas.
“Esta iniciativa cierra la puerta a la competencia y es un hecho que de aprobarse, en el corto plazo, generará desabasto, apagones y tarifas cada vez más caras para las familias mexicanas”, enfatizó.
A través de un comunicado, la Coparmex destacó la coincidencia en fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en beneficio del pueblo, sin embargo, consideró que la mejor forma de consolidar al sector energético en México es “a través de la creciente colaboración entre los diferentes actores, sean públicos o privados, mediante una participación integral y no excluyente”.
Apuntó que para que las familias paguen menos por la gasolina, gas y la electricidad, es necesario que haya más competidores y mayor oferta. Sin embargo, enfatizó que esta iniciativa cierra la puerta a la competencia.
En tanto, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pidió al Congreso frenar la reforma constitucional impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que el sector público concentre el mercado eléctrico.
“Es muy importante que los legisladores lo tomen en cuenta con altura de miras, no solamente como un compromiso político, sino cuáles son las consecuencias importantes para nuestro país”, sentenció en rueda de prensa virtual el presidente del CCE, Carlos Salazar.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Energía (AME) alertó que la iniciativa significa un daño a largo plazo tanto para la población como para las distintas industrias y a la competitividad del país, ya que va en contra de la generación de energía eléctrica a bajo costo, limpia y de calidad.
“La cancelación de los contratos actuales a los generadores de energía que han cumplido a cabalidad con lo establecido en la legislación mexicana, los términos de los propios convenios y los principios comerciales universales pondrían en riesgo la posibilidad de que los mexicanos accedan a energía más limpia y a precios más accesibles”, señaló.
Otra de las voces que han expresado su rechazo y explicado las consecuencias de la aprobación de la reforma de López Obrador, es la organización ambientalista Greenpeace.
Aseguró que, tras realizar un análisis de la iniciativa, la propuesta presidencial abre la posibilidad de regresar al monopolio estatal en el sector, lo que calificó como un “grave error y un retroceso” hacia democratización de la energía.
El especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México, Pablo Ramírez, criticó el hecho de que corresponda “exclusivamente a la Nación el área estratégica de la electricidad” consistente en generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica; lo cual -dijo- cancela definitivamente la posibilidad de desarrollar proyectos de generación comunitaria.
“Esto sin duda sería un grave error y un retroceso en el camino hacia democratizar la energía”, apuntó la organización y recordó que los proyectos de “generación distribuida han servido para combatir inequidades y generar acceso a la energía a sectores de la población que sufrían de pobreza energética”.
AMLO y la defensa de su reforma eléctrica
La noche del jueves 30 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma para modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.
De acuerdo con el mandatario, quien dio a conocer su iniciativa el viernes 1 de octubre durante su conferencia mañanera, contempla dejar en manos de la CFE el 54% del mercado energético, así como la estatización del litio.
“No significa nacionalizar ni estatizar, sino darle su importancia a la CFE… 54% del mercado y el 46% para las empresas particulares. Que haya una verdadera competencia que no había porque apostaban a marginar, a destruir a la CFE”, aseguró.
Desde ese momento, López Obrador no ha dejado de defender su iniciativa de reforma e incluso, exhortó a legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a “definirse” y decidir si están a favor del pueblo o de las empresas privadas.
“Entonces los legisladores van ahora a manifestar si están a favor del pueblo, del consumidor, de los usuarios, o están a favor de las empresas, de los grupos de intereses creados”, dijo el mandatario durante su conferencia mañanera de este miércoles 6 de octubre.
Aseguró que los legisladores no pueden llamarse representantes populares cuando votan en contra de los intereses de la gente.
“Es interesante todo esto que está aconteciendo, entonces vamos a esperar y vamos a que prevalezca siempre el interés general y ser respetuosos de todos, nada más que cada quien asuma su responsabilidad”, dijo.
El martes 5 de octubre, también desde su tradicional conferencia matutina, López Obrador llamó a los priistas para que apoyen su iniciativa de reforma.
“Ahora que presentamos la iniciativa, el PRI tiene una oportunidad para definirse. Va a seguir con el salinismo como política o va a retomar el camino del presidente Cárdenas, del presidente Adolfo López Mateos, el camino que trazaron estos dos grandes presidentes de México. Es un momento definitorio, vamos a ver qué resuelven”, soltó.
Al ser cuestionado por las discrepancias entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI) - luego que éste reconociera la la posible apertura a negociar la propuesta - el mandatario expresó que esta iniciativa definirá “de que lado de la historia” estarán.
“Cada partido debe asumir su postura, es la oportunidad de definirnos. (...) Si estamos porque se conserven como empresas públicas Pemex y la CFE, o queremos desaparecerlas como se ha intentado sobre el periodo neoliberal para que el mercado de las gasolinas de la energía eléctrica quede en manos de particulares. De empresas extranjeras”, aseguró.
En respuesta, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, aseguró que a su partido nadie lo presiona.
“Nosotros tenemos el tiempo y el momento, y al PRI nadie lo presiona, como les dejé muy claro. Nosotros vamos a discutir, tenemos que escuchar todas las voces, y en su momento el Partido Revolucionario Institucional con sus legisladores emitirá su voto”, dijo Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”.
Sin embargo, el Grupo Parlamentario del PAN adelantó que si el PRI apoya la reforma eléctrica, podrían romper su alianza legislativa y electoral.
“No me voy adelantar, si en los hechos vamos a funcionar como alianza legislativa, entonces en los hechos seguiremos funcionando como alianza legislativa y electoral. Si la situación es distinta, distinto será también el resultado”, sentenció Jorge Romero Herrera, diputado y coordinador del Grupo Parlamentario del blanquiazul en la Cámara.
Adelantó que la bancada panista, conformada por 114 diputadas y diputados, votarán en contra de la reforma eléctrica.
“La posición del PAN es votar en contra de la reforma eléctrica constitucional”, dijo.
El coordinador de diputados del PAN aseguró que la reforma eléctrica atenta contra los principios constitucionales, contra el libre mercado y la competitividad, por lo que al dejar el control a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se podría generar altas tarifas eléctricas.
“Esto para el PAN, como viene redactado, es prácticamente un gasolinazo. El PAN dice no a ese tarifazo”, enfatizó.
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