En los últimos movimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR) en torno a los hermanos Álvarez Puga, el periodista Raymundo Riva Palacio observa cómo el cerco comienza a cerrarse en torno a otro personaje: el ex secretario de Gobernación y ahora senador, Miguel Ángel Osorio Chong.
“Los misiles judiciales le siguen pasando muy cerca” del político de larga carrera en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), escribe Riva Palacio el día de hoy en su columna. Él ha observado en el senador un bajo perfil desde que se bajó de su puesto en la Secretaría de Gobernación (Segob) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Investigaciones viejas que se acercan a su entorno cercano se reavivan con nuevas indagatorias.
La FGR solicitó a un juez las órdenes de aprehensión en contra de Víctor Manuel Álverez Puga, Inés Gómez Mont -su esposa-, y Alejandro Álvarez Puga -su hermano-. Según las investigaciones conducidas por autoridades federales, los tres están implicados en una trama de lavado de dinero en la que casi tres mil millones de pesos fueron malversados desde la Segob.
Las investigaciones bajo el nombre clave de “Caso Querubines” logró rastrear la ruta por la que se desviaron 2 mil 950 millones de pesos a través de empresas creadas para generar facturas falsas.
Los recursos fueron entregados entre el 2016 y el 2017, cuando Osorio Chong estaba al frente de la secretaría, para adquirir supuestos equipos de seguridad para reclusorios federales. Sin embargo, el dinero después se trianguló a otras empresas que simularon operaciones y generaron facturas falsas para justificar la entrega del dinero.
Según Riva Palacio, el estallido del caso de los Álvarez Puga e Inés Gómez Mont llegó hasta Paulo Uribe ex director general de administración de las cárceles, que respondía a Osorio Chong y a Frida Martínez.
Frida Martínez llegó junto a Miguel Ángel Osorio Chong a la Segob. Además, según cuenta el periodista, ella mantenía una relación familiar estrecha con el secretario de Gobernación. El año pasado, a la funcionaria se le giró una órden de aprehensión en su contra.
Las investigaciones en torno Frida Martínez son por cantidades de recursos públicos que fueron destinados a empresas como Obses, que vendía programas de espionaje -como el software finfisher- al gobierno. Al propietario de dicha empresa, Gustavo Cárdenas Moreno, se le imputan los delitos de presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Producto de estas investigaciones, Luis Cárdenas Palomino, jefe de Seguridad Regional de la Policía Federal y coordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito durante la gestión de Genaro García Luna, fue detenido.
Además, se encuentra implicada la Comercializadora Democa a nombre de Hernández Pichardo. Sin embargo, Riva Palacio cuenta que en las investigaciones se reveló que Pichardo cumplía con las características de un prestanombres, y que las operaciones ilícitas para las que se usó la empresa Democa se pueden relacionar circunstancialmente con Gustavo Cárdenas Fuentes, un personaje cercano a Osorio Chong y su grupo.
Según Raymundo Riva Palacio, la órden de aprehensión en contra de Paulo Uribe por el caso de los Álverez Puga e Inés Gómez Mont podría ser el cabo suelto para terminar de armar el entramado de la empresa Democa. Las investigaciones en torno a dicha empresa, según el periodista, fueron congeladas por Eugenio Ímaz, quien era director del Cisen y un cercano a Osorio Chong.
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